Difíciles son las líneas que voy a escribir pero no puedo seguir retrasando una decisión que, en realidad, hace tiempo que está tomada aunque en mi interior haya estado luchando contra ella.
Necesito desconectar de Cultura de Sevilla. Hace años, cuando alguien me preguntaba cuánto tiempo duraría el Blog siempre contestaba lo mismo, "seguiré escribiendo mientras me haga feliz". Y me temo que ese momento ha llegado. Llegó hace varios meses, pero cuando llevas tantos años con un proyecto te resulta tremendamente complicado enfrentarte a la decisión de dejarlo.
Cuando te implicas tanto en un proyecto, llega un momento en que adquieres un rol en el mismo. Desde hace ya demasiado tiempo he dejado de ser 'Sergio' para convertirme en 'Cultura de Sevilla'. Cuando paseo por Sevilla voy más pendiente del edificio que han tirado o del árbol que han talado que de la persona con la que camino o del destino al que me dirijo. Y estoy ya cansado. Quizás esa sea la palabra que defina mi estado de ánimo actual, estoy muy cansado, agotado. Necesito volver a ser 'Sergio' y aprender a mirar para otro lado. ¿Es la opción más fácil? Puede ser, pero os aseguro que resulta agotador verlo todo con los ojos de 'Cultura de Sevilla'.
Los que me conocen saben que soy una persona bastante negativa. La pandemia que estamos viviendo me ha hecho darme cuenta de muchas cosas, he tenido mucho tiempo para pensar y para definir qué quiero en mi vida y qué no. Y desde luego algo que no quiero es seguir sufriendo por algo que, en el fondo, sé que nunca va a cambiar. ¿Es una derrota? Es posible. Os estoy hablando desde el corazón y escribiendo lo que siento. Tal vez no os guste lo que estáis leyendo pero sólo os pido comprensión. No puedo seguir escribiendo sobre lo mal que se hace todo y no me sale escribir sobre aquello que está bien. Tal vez porque soy incapaz de ver esas cosas que sí se hacen bien. Necesito aprender a ver las cosas de otro modo y, ahora mismo, el Blog no entra en ese camino que tengo que recorrer.
De momento el Blog va a seguir accesible para su consulta, no lo voy a cerrar, pero sí que voy a dejar de publicar y usar sus redes sociales. Quiero daros las gracias a todos los que habéis compartido conmigo este proyecto, algunos se sumaron hace años, otros han llegado de manera más reciente. Gracias al Blog he conocido a gente maravillosa que, con el paso del tiempo, se han convertido en amigos. También he comprobado el odio que levanta el escribir sobre determinados temas. Me he sentido muy solo en demasiadas ocasiones, atacado en muchas otras e incluso hay personas que han dejado de dirigirme la palabra por cosas que he publicado. Creo que en todos estos años he sido, ante todo, respetuoso a la hora de plantear mis opiniones. Nunca pretendí hacer daño a nadie, eso os lo puedo asegurar, y si así ha sido, lo siento. Con mis críticas siempre he buscado que Sevilla sea una ciudad mejor, pero me temo que no se puede cambiar aquello que no quiere ser cambiado. Y en el fondo es lógico, luchar contra molinos de viento es una tarea quijotesca que no suele acabar bien.
Pretendía ser breve y una vez más me he extendido. Me dejo muchas cosas en el tintero, desde luego, tampoco quiero que esta despedida sea una lista de reproches. Prefiero acabar este texto dando de nuevo las gracias a todos aquellos que me han leído, que han compartido mis artículos y que han aportado su experiencia. Sólo me queda pediros que disfrutéis de la Cultura, ahora os necesita más que nunca.
Nos vemos por los museos.