Museo Arqueológico Provincial de Sevilla

El Museo Arqueológico de Sevilla cerró sus puertas el pasado mes de enero, justo un mes antes de que la pandemia del coronavirus Covid-19 haya obligado a cerrar prácticamente todas las instituciones culturales del país. Pero el Arqueológico ha cerrado por otros motivos. Los próximos años, si el presupuesto lo permite, se enfrentará a una profunda remodelación que no solo actuará sobre el continente, sino que se aprovechará la reforma para mostrar de otra manera el contenido, formado por miles de piezas que sintetizan la historia de Sevilla, su provincia e incluso la relación de ésta con el resto del mundo.

Trajano divinizado de Itálica

El Museo Arqueológico Provincial de Sevilla nace gracias al Decreto de 1867 sobre Museos de Antigüedades. El siglo XIX es sin duda la edad dorada de los museos cuando los Estados empiezan a tomar conciencia de la importancia de proteger y salvaguardar los vestigios del pasado. En España, las diferentes desamortizaciones prácticamente obligan a la creación de los museos provinciales para proteger y salvar un patrimonio nacional que empezó a salir del país sin control.

Diana y aras del Teatro romano de Itálica

Como bien se puede ver en la exposición permanente, el grueso de la colección arqueológica del Museo proviene de Itálica. Este núcleo de piezas fue precisamente el germen de la institución, que tuvo su primera sede en el desamortizado convento de la Merced, compartiendo espacio con el Museo de Pinturas, hoy Bellas Artes. La colección proveniente de Itálica había sido recogida e inventariada por don Francisco de Bruna en 1780 y expuesta, en un primer momento, en el Real Alcázar. El 21 de noviembre de 1879 se formula la declaración oficial del Museo de Antigüedades de Sevilla. Atendiendo a esta fecha, el año pasado nuestro Arqueológico cumplió 140 años de edad.

Torso de escultura romana y mosaico de Baco y Ariadna hallado en Écija

A pesar de que las piezas llegaron al convento de la Merced en 1875 no será hasta 1880 cuando abra sus puertas, alcanzado un gran éxito de público. El arquitecto Demetrio de los Ríos se encargó de acondicionar las salas donde se exponía una colección dividida en diferentes ámbitos: arquitectura, escultura, epigrafía y cerámica. La falta de espacio será una constante en la historia del museo y a pesar del aumento de salas a costa del Museo de Pinturas, a principios del siglo XX se toma una decisión que cambiará para siempre el día a día del Arqueológico, el Ayuntamiento cede el 31 de diciembre de 1941 el Pabellón de Bellas Artes de la Exposición Iberoamericana de 1929 al Ministerio de Educación Nacional para que acoja la sede permanente del museo. El traslado requerirá nuevas reformas en el pabellón diseñado por Aníbal González en 1911 pero el haber sido planteado desde un principio como espacio expositivo permitirá dotar al Arqueológico de una sede monumental y lo más importante, propia.

Réplica del Tesoro del Carambolo

No será la única cesión llevada a cabo por el Ayuntamiento, ya que también se incluyó en la colección del Museo toda la colección arqueológica municipal, que durante años había tenido su sede en el convento de Santa Clara, concretamente en los jardines de la Torre de don Fadrique. El 25 de mayo de 1946 inaugura sus puertas el Museo Arqueológico Provincial de Sevilla en Plaza de América, en el Parque de María Luisa. Años más tarde, en 1972, el Museo de Artes y Costumbres Populares se instalará en el vecino Pabellón de Arte Antiguo, creándose un importante núcleo cultural en la zona sur de la ciudad aún pendiente de completar con la incorporación del Pabellón Real.

Ídolo prehistórico hallado en el Aljarafe

Desde los años cuarenta el Museo Arqueológico ha vivido dos grandes reformas, la primera tuvo lugar en los años setenta cuando se amplía el número de salas para exposiciones, pasando a las 27 actuales y en 2012 cuando con motivo del aniversario del descubrimiento del Tesoro del Carambolo se habilitan nuevas salas en la planta superior. A pesar de estas reformas, el edificio se ha ido quedando anticuado hasta el punto de plantearse a principios de los 2000 la necesidad de llevar a cabo una profunda reforma del edificio y la museografía del mismo. En diciembre de 2009 se anunciaba el fallo del concurso convocado para la reforma, el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra y su 'cofre de luz' se hacían con el primer premio. El proyecto, valorado en 33 millones de euros, no pudo llegar en peor momento. La terrible crisis económica que vivíamos en ese momento mandó la propuesta a un cajón durante diez años. El cambio de Gobierno en la Junta de Andalucía ha motivado que se replantee el proyecto, reduciendo el presupuesto y, es de suponer, el alcance de la reforma. Tras el cierre del edificio el pasado 12 de enero se está procediendo a trasladar toda la colección a los almacenes que la Consejería de Cultura tiene en San José de la Rinconada. El objetivo es que las obras puedan comenzar a lo largo de 2021 y se prolonguen durante dos o tres años. Mientras tanto el convento de Santa Inés acogerá una exposición temporal que permita mantener viva la llama cultural del museo.

Propuesta de Guillermo Vázquez Consuegra para la reforma del Arqueológico

Una vez conocida la historia del museo conviene centrarse en su imponente colección. La cercanía de Itálica ha permitido durante siglos dotar al museo de un número de piezas sobresaliente que no tiene parangón a nivel nacional. La colección de estatuaria conservada en el Arqueológico (Mercurio, Diana, Venus, Trajano, Adriano...) merece ya de por sí un museo pero además se suman los vestigios prehistóricos de municipios como Valencina de la Concepción o Castilleja de Guzmán, uno de los centros arqueológicos más importantes de la región con multitud de túmulos y dólmenes de la Edad del Bronce (tercer milenio a.C.) o piezas de incalculable valor histórico y artístico como el Tesoro del Carambolo, pieza tartésica de origen fenicio fechada entre los siglos VII y VI a.C.

Vestigios de época islámica en el Museo Arqueológico

La situación del Museo Arqueológico ha motivado que una institución tan importante en el devenir cultural de la región haya ido perdiendo relevancia en los últimos años hasta el punto de que han sido muchas las localidades que han solicitado la devolución de piezas concretas ante la falta de visibilidad en el Museo. La nueva etapa que se abrirá para el Arqueológico tras la reforma debería ir acompañada de una potente gestión que coloque al Museo como faro de la arqueología provincial, una suerte de cofre de las maravillas donde se explique nuestra evolución histórica desde hace milenios hasta prácticamente la actualidad. Y es que sin comprender y conocer nuestro pasado es difícil que encaremos el futuro con responsabilidad.

León íbero en el Museo Arqueológico

>> Más información sobre el Museo Arqueológico de Sevilla en su web (enlace)