miércoles, 27 de febrero de 2019

Culminan los trabajos de restauración en la fachada de la iglesia de Santa Cruz



Con la retirada de los andamios de la fachada, la iglesia de Santa Cruz va recuperando la normalidad después de varios meses de obras. Desde el pasado verano el arquitecto Fernando Parra está dirigiendo varias intervenciones en el templo de la calle Mateos Gago que han afectado a la cúpula, las cubiertas y la fachada principal del edificio, además de a determinados puntos del interior. 





La actual parroquia de Santa Cruz fue en su origen el templo del convento del Espíritu Santo, perteneciente a la Orden de Clérigos Regulares Menores. Tras habitar diferentes espacios, se asientan en la actual calle Mateos Gago (antigua Borceguinería) a mediados del siglo XVII. Comienza entonces la construcción de un edificio muy alterado en la actualidad y que con el paso de los años ha sido ocupado con diferentes usos como la Escuela de Cristo, con entrada por la calle Ximénez de Enciso, o el Colegio San Isidoro. 




El templo fue levantado entre 1655 y 1672 aunque las obras se alargarán hasta los años veinte del siglo XVIII. Tras el derribo de la primitiva iglesia de Santa Cruz (actual plaza del mismo nombre) durante la invasión francesa, la parroquia pasa, ya en 1840 a este templo. La última gran obra realizada en el edificio corresponde al siglo XX cuando Juan Talavera y Heredia "termina" la fachada que se había quedado inconclusa desde el siglo XVIII y le da su aspecto actual entre 1926 y 1929. La actuación ha permitido recuperar el colorido original de la piedra que reviste puertas y zócalos, un material que presentaba una costra negra debido al tráfico y a la contaminación.




La reforma llevada a cabo a principios del siglo XX en el barrio de Santa Cruz para darle un aspecto más turístico de cara a la Exposición Iberoamericana afectó a una de las principales vías de acceso al mismo, Mateos Gago. La calle fue ampliada y en ella se construyeron un variado número de edificios regionalistas, interviniendo, entre otros, Vicente Traver o Aníbal González. Talavera se encargó de darle un nuevo aspecto a la fachada de Santa Cruz, empleando el mismo lenguaje neobarroco que estaba utilizando en esos mismos años en otros edificios suyos. De este modo no es difícil ver ciertos paralelismos entre esta fachada y la del edificio Telefónica de Plaza Nueva, sobre todo en la decoración con cestas y frutos carnosos. 

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