El mausoleo de Qin Shi Huang está compuesto por miles de figuras de terracota. Fuente |
La primera y única vez que he visto una mínima representación de los Guerreros de Xi'an fue en el Forum de las Culturas de Barcelona en el año 2004 y me impresionó. El montaje me pareció espectacular y las piezas increíbles. Cuando el otro día la Diputación de Alicante anunció a través de twitter que se encontraban en China negociando un acuerdo que permitiera traer al Museo Arqueológico de Alicante una exposición de estos famosos guerreros sentí un poco de envidia. Y me puse a investigar.
El Museo Arqueológico de Alicante acaba de cerrar un año magnífico en el que la exposición 'Mayas. El enigma de las ciudades perdidas' ha alcanzado las 97.500 visitas. No he encontrado datos del año 2017, pero en 2016 el MARQ tuvo 135.791 visitantes, lo cual no está nada mal para una población con 330.000 habitantes censados.
Seguí indagando en la historia más reciente de este museo y me encontré que en los últimos años ha acogido varias exposiciones más que interesantes, como la de 'El señor de Sipán' (2006), 'La belleza del cuerpo' (2009) que contó con la presencia estelar del Discóbolo que atesora el Museo Británico, 'El enigma de la momia, el rito funerario en el Antiguo Egipto' (2010), 'Ermitage' (2010), con cuatrocientas obras provenientes del museo ruso, 'El tesoro de los bárbaros' (2012) o 'Vikingos. Guerreros del Norte. Gigantes del mar' (2017). Además, el MARQ lleva a cabo una interesante labor de difusión del patrimonio arqueológico regional ya que de él dependen varios yacimientos. Entre las exposiciones temporales que organiza (varias al año) se dedica una parte de la programación a mostrar las riquezas que atesoran pequeños museos locales, de modo que la colaboración entre distintos centros permite al ciudadano conocer y disfrutar no sólo de la colección propia del centro, sino de otros museos y yacimientos de la provincia.
La fórmula de gestión es muy llamativa. Desde septiembre del año 2000 la Fundación C.V.-MARQ se encarga de la gestión y explotación del Museo contando en su Patronato con la Generalitat valenciana, la Diputación provincial (dueña del edificio y de la colección), el Ayuntamiento de Alicante y distintos patrocinadores. El presupuesto que maneja esta Fundación alcanzaba, en 2015, los 3.322.900 euros, de los cuales 855.000 se destinaron a exposiciones temporales. Nada más que la exposición de los mayas clausurada hace un par de meses costó dos millones de euros, una cantidad que no recayó únicamente en el museo alicantino al tratarse de una coproducción con museos de Holanda y Alemania.
El Museo Arqueológico de Alicante nació en 1932, si bien su morfología actual es mucho más reciente. En el año 2002 se inauguró oficialmente la nueva sede en el antiguo Hospital de San Juan de Dios, un edificio de 1929 que permitió al museo ampliar en varios miles de metros cuadrados el espacio disponible tanto para su colección permanente como para exposiciones temporales. En 2004 fue elegido Museo Europeo del Año y a inicios de 2018 ha recibido el Sello del Año Europeo del Patrimonio Cultural en base al papel que el museo ha desempeñado en la cultura europea. Este premio busca destacar una serie de equipamientos culturales europeos que contribuyen a divulgar la cultura y hacerla más accesible, sobre todo a niños y jóvenes.
Por si alguien se lo está preguntando, el Museo Arqueológico de Alicante no patrocina este post, pero creo que es digno de destacar cuando el trabajo bien hecho tiene sus frutos. Que el Museo Arqueológico de Alicante esté en conversaciones con instituciones chinas para traer a España una exposición de los Guerreros de Xi'an es una magnífica noticia no sólo para los alicantinos, sino para todos los amantes de la Cultura y dice mucho de las ambiciones del centro.
Frente a este dinamismo, he querido hacer un ejercicio similar con nuestro maltrecho Museo Arqueológico. Sólo algunos datos. En 2016 (último año publicado) el Museo Arqueológico de Sevilla tuvo 72.679 visitantes. La Consejería de Cultura destinó, en 2017, 450.000 euros para actividades didácticas y expositivas en los museos y conjuntos arqueológicos de la Comunidad. Es decir, para todos. No he conseguido encontrar el presupuesto específico del Museo Arqueológico de Sevilla, pero he encontrado que para el Año Adriano la Consejería de Cultura destinó 50.000 euros.
Visto lo expuesto me pregunto, ¿tan distintos somos los alicantinos y los sevillanos? ¿Por qué allí se plantean coproducir una exposición con museos internacionales para montar una exposición en torno a los mayas y aquí no? ¿Por qué nuestro museo no actúa como un verdadero motor difusor de la arqueología provincial montando muestras donde se de a conocer el patrimonio de Écija, Valencina o Herrera? ¿Por qué no existe un organismo interinstitucional que se dedique a gestionar el Museo con participación de todas las administraciones? A veces basta con mirar un poco alrededor para estudiar ejemplos que podrían ayudarnos a mejorar nuestras instituciones culturales.
2 comentarios:
Entiendo la sana envidia que nos pueda dar el MARQ -me gustó mucho cuando lo visité hace unos años- y sé gracias a este artículo que una parte de su presupuesto viene de patrocinadores privados, pero sigo sin ver qué las Administraciones públicas puedan y deban gastarse cientos de miles de euros en exposiciones temporales -que por otro lado me encantan, insisto. Ya apenas se justifica el considerable gasto que supone conservar y exponer nuestro propio patrimonio público -cosa que creo muy necesaria, pero que compite con gastos sociales y de infraestructuras públicas, en contexto actual en el que los estados suelen estar hiperendeudados... En fin, un saludo desde una respetuosa discrepancia.
Por cierto, este tipo de exposiciones son las que podría hacer el Caixaforum...
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