Cartel diseñado por Chiqui López para la Red Sevilla por el Clima |
"Pasar de ser la capital europea del calor a lograr la denominación como capital verde europea". Ésa es la intención y el ambicioso objetivo de la Red Sevilla por el Clima, un grupo de personas que están poniendo todo su empeño en hacer de nuestra ciudad un ejemplo de lucha contra el cambio climático. De momento han conseguido que el Ayuntamiento presente la documentación oficial para que Sevilla pueda optar a la capitalidad verde europea en 2019, una pugna en la que deberá competir con otras catorce ciudades como Lisboa u Oslo y que se dirimirá en abril de 2017.
Arboreto del Carambolo, paraíso verde en la cornisa del Aljarafe |
Desde la Red lo tienen claro, en este premio lo más importante es participar y lograr involucrar a la ciudadanía en un nuevo modelo de ciudad. Lo de ganar es más complicado, habida cuenta de que algunas ciudades como la capital noruega ya se han presentado en varias ocasiones mejorando en cada candidatura su proyecto de ciudad. Si a eso le sumamos que en Sevilla tenemos tantísimo trabajo por delante, el mero hecho de plantearse la opción ya es toda una declaración de intenciones. Ahora toca trabajar codo con codo para ir asumiendo retos y superando objetivos a corto y medio plazo.
El Casino de la Exposición acogió ayer sábado la propuesta de la Red para que Sevilla alcance la capitalidad. Los profesionales que conforman este grupo ciudadano han dejado claro que la lucha contra el cambio climático no es ya algo que se pueda eludir y Sevilla, como capital de una de las regiones que más se verán afectadas por sus efectos debe empezar a adoptar medidas lo antes posible. Hasta ahora el Ayuntamiento ha ido dando tumbos en esta materia, pasando de un período en el que se pusieron en marcha importantes medidas durante el Gobierno de Sánchez Monteseirín en coalición con Izquierda Unida (red de carriles bici, peatonalizaciones, ampliación del número de zonas verdes, restricción del tráfico motorizado al centro de la ciudad, construcción de medios de transporte de alta capacidad), a cuatro años en los que poco se hizo en materia de sostenibilidad. La llegada al poder de Juan Espadas auguraba un nuevo cambio de tendencia, pero hasta ahora las medidas han sido tan tímidas, que a la hora de la verdad, la única apuesta realmente importante ha sido la conexión de Blas Infante con la Cartuja por medio de una lanzadera de autobús sin paradas intermedias.
La Red Sevilla por el Clima propone que el cambio de modelo de ciudad debe pasar por la implicación de toda la ciudadanía y el desarrollo de cuatro grandes bloques de trabajo: aumento del número de zonas verdes instalando vegetación en fachadas, muros y zonas baldías, la reducción de la emisiones de CO2 apostando por medios de transporte alternativos al coche privado y reduciendo en un 40% su uso, una auténtica revolución en la apuesta por energías sostenibles (resulta alarmante que una veintena de centros escolares locales cuenten con instalaciones de autoconsumo a través de placas solares que jamás han sido conectadas) y quizá el punto más importante, la educación de la ciudadanía.
Desde Cultura de Sevilla no puedo más que aplaudir y apoyar la iniciativa de este grupo de ciudadanos. Después de años viendo cómo en nuestra ciudad el Medio Ambiente, la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible han sido toda una quimera, se agradece que profesionales como Curro Oñate, Indalecio de la Lastra, Gonzalo Díaz Recasens, Valle López-Tello, Valeriano Ruiz y todos los que forman parte de la Red hayan decidido remover conciencias para que nuestra ciudad asuma el papel que le pertenece. Esto ya no es cuestión de atraer más turistas, ganar un título europeo o captar subvenciones, estamos hablando de nuestro futuro y después del verano que hemos pasado, creo que a nadie se le escapa que o hacemos algo, o en cincuenta años Sevilla será insoportable durante varios meses al año. En la creación de un modelo de desarrollo más respetuoso con el Medio Ambiente hay un nicho de empleo, de regeneración económica y de ilusión colectiva que sólo puede traer beneficios a la ciudad. Ojalá este proyecto aúne a la ciudadanía y, a través de la concienciación, seamos capaces de revertir un modelo de ciudad que no nos lleva a ninguna parte.
2 comentarios:
¿Reímos? ¿lloramos? Espero que sirva para tomar medidas, porque a Sevilla el verde no le importa absolutamente nada. Habría que apostar por árboles grandes de sombra y no tantas palmeras y naranjos, habría que apostar por plazas verdes y no plazas duras, habría que apostar por más verde, por una jardinería de especies autóctonas de bajo mantenimiento y consumo de agua (lo cual no es sinónimo de cactus)... y apostar por un cinturón verde alrededor de la ciudad. Yo ya he puesto mi granito de arena en el Carambolo, una zona de gran potencial forestal que lleva décadas deforestada.
Id a cualquier calle del centro de Sevilla. El aire irrespirable. Abrimos las ventanas y entra humo. Mientras esto sea así, Sevilla no se podrá presentar sin ser objeto de burla.
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