Antes de hablar del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, creado en 1990, es conveniente retroceder unos años. Concretamente hasta 1970 cuando nace el Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla, una institución pionera en España que tuvo su primera sede en la desacralizada iglesia de San Hermenegildo.
Claustro principal del Monasterio de la Cartuja |
El Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla surge por iniciativa del entonces Director General de Bellas Artes del Ministerio de Educación, Florentino Pérez-Embid, que contó con la fundamental colaboración de José Ramón Sierra, Francisco Molina, Gerardo Delgado y Víctor Pérez Escolano, que será el primer director del centro. Tras una primera fase en San Hermenegildo, el Museo pasará en 1972 a la Cilla del Cabildo, en la calle Santo Tomás, sede que no abandonará hasta su desaparición en 1997 cuando todos sus fondos pasan a formar parte del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.
El CAAC se crea con la intención de "dotar a la Comunidad Autónoma de una institución apropiada para la investigación, conservación, promoción y difusión del arte contemporáneo". Tras barajarse la sede en la Reales Atarazanas, finalmente la colección ocupa el Monasterio de la Cartuja, recinto que había sido rehabilitado por José Ramón Sierra con motivo de la Exposición Universal. El Monasterio, fundado en torno al año 1400, es una de las joyas patrimoniales con que cuenta la ciudad. Su ubicación extramuros le ha hecho sufrir los avatares de guerras e inundaciones, hechos que no minimizaron la importancia de un cenobio en el que hubo obras de arte de Zurbarán, Alonso Cano, Martínez Montañés o Juan de Mesa, por no hablar de los magníficos sepulcros de la familia Ribera, conservados a día de hoy en una de las estancias del edificio. La imagen actual del monasterio, con altas chimeneas asomando entre sus claustros, se corresponde al período en que acogió la Fábrica de Loza Pickman, en uso hasta 1982.
Sepulcro de la familia Ribera (siglo XVI) |
Llegados a este punto conviene comentar la diferencia entre un museo y un centro de arte. Mientras que el primero, por definición, debe contar con una colección permanente expuesta al público, el segundo no. Es por ello que el CAAC no cuenta con salas de exposiciones permanentes, sino que desde el principio se apostó por una variada agenda de muestras temporales tanto de artistas andaluces como nacionales e internacionales. Además, desde hace unos años la programación del Centro es paritaria, por lo que a lo largo del año se exponen el mismo número de exposiciones dedicadas a mujeres que a hombres.
'Joker' de Chema Cobo (1991) |
Tal y como podemos leer en su web, "uno de los principales objetivos del CAAC desde sus inicios ha sido desarrollar un programa de actividades que, con una clara intención educativa, trata de promover el estudio y el fomento de la creación artística contemporánea internacional en sus más variadas expresiones" incluyendo exposiciones, seminarios, talleres, encuentros, ciclos de cine y lo que se ha convertido en el gran salvavidas del Centro en los últimos años, los conciertos, actividad que ha hecho aumentar de forma espectacular los visitantes al recinto.
'Alicia' de Cristina Lucas en los exteriores del CAAC |
El reciente anuncio de la ampliación del Centro, que pasará a contar con seis mil metros cuadrados adicionales gracias al uso del Pabellón del Siglo XV, ha sido una de las noticias culturales más esperadas en la ciudad. Gracias a este proyecto, financiado por la Unión Europea, no solo se recuperará un edificio heredado de la Exposición Universal de 1992, sino que se podrán liberar espacios ahora ocupados por almacenes, con lo que el CAAC podrá, por fin, mostrar de manera permanente parte de su colección, iniciada en tiempo del Museo de Arte Contemporáneo. Se cerraría así un círculo iniciado en los años setenta que dará un nuevo impulso a la institución.
Las huertas del Monasterio de la Cartuja son uno de los enclaves botánicos más interesantes de la ciudad |
>> Más información sobre el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo en su web (enlace)
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