El Árbol de la Ciudadanía sepultado por el plástico navideño

Árbol de Navidad en Gran Plaza ubicado sobre el 'Árbol de la Ciudadanía'. Imagen de Red Ciudadana de Sevilla

Como si de El Señor de los Anillos se tratase, en la Guerra del Árbol de Sevilla las batallas se suceden. Aunque aquí salen perdiendo siempre los mismos. Desde la Atalaya de Plaza Nueva se jactan de proclamar emergencias climáticas y acudir a cumbres europeas a vender las bondades de unos planes pro medio ambiente que, en realidad, no se aplican. Se acaba de aprobar un Plan Director del Arbolado que nace con muchísima oscuridad y en estos días la Red Ciudadana de Sevilla vuelve a denunciar un terrible atropello al patrimonio arbóreo de la ciudad.

'Paulownia' atrapada bajo el árbol de Navidad. Imagen de Red Ciudadana de Sevilla

El pasado mes de mayo se plantaba en Gran Plaza el Árbol de la Ciudadanía gracias a la aportación de varias entidades ciudadanas. La especie elegida fue una paulownia, árbol de origen chino cuyos beneficios contra el cambio climático se están estudiando al ser una especie de rápido crecimiento que se caracteriza por absorber diez veces más dióxido de carbono que otros árboles autóctonos de la Península Ibérica. La elección de este árbol fue una prueba piloto para ver cómo se adaptaba al clima sevillano y, según podemos ver en las imágenes publicadas por la Red Ciudadana de Sevilla, el crecimiento ha sido espectacular al pasar del metro de altura en apenas cuatro meses coincidiendo, además, con la temporada veraniega.

Árbol de la Ciudadanía en mayo de 2019, recién plantado. Imagen de Red Ciudadana de Sevilla

Pero en Sevilla ningún árbol está a salvo y poco duran las alegrías. La instalación de un árbol de Navidad forrado de césped artificial justo encima de la paulownia amenaza con acabar con la vida del indefenso árbol al quedarse sin luz y sin agua. Es incomprensible que se haya optado por poner el adorno navideño sobre un árbol que fue plantado por la ciudadanía como símbolo de su interés por el Medio Ambiente. Y encima un árbol de plástico. Muy ecológico todo.

Árbol de la Ciudadanía en septiembre de 2019 con más de un metro de altura. Imagen de Red Ciudadana de Sevilla

A tenor de esta terrible noticia no podemos más que extraer una serie de conclusiones. La primera y más evidente es que para el Ayuntamiento el arbolado solo interesa cuando se puede sacar un rédito político. Tampoco tienen mucho respeto por una ciudadanía organizada que sí que está concienciada contra en la lucha contra el cambio climático. Y por último, es evidente que la campaña de green washing llevada a cabo desde el Ayuntamiento no persigue una mejora ambiental sino otros intereses que tienen más que ver con posicionarse en determinados foros. Lo normal hubiera sido que el árbol navideño no se pusiese encima de una especie vegetal pero una vez hecho el daño, lo sensato sería trasladar el adorno a otro sitio. Si la paulownia se queda un mes sin agua y sin luz, lo más seguro es que termine muriendo, y con ella las ilusiones de muchos ciudadanos que veíamos en este árbol un símbolo.