Cultura de Sevilla cumple doce años

Un año más (y ya van doce) me encuentro ante una entrada en blanco en la que exponer lo que supone para mí escribir en este blog que ha ocupado gran parte de mi vida adulta. Hoy me gustaría hablaros un poquito de mí para que conozcáis un poco mejor a la persona que está detrás de este pequeño proyecto cultural.

Pocos saben que nací en Barcelona y que en mi adolescencia me mudé a Sevilla, ciudad que no era ajena para mí pues mis raíces están en la Sierra Norte sevillana. Recuerdo aquella etapa con muchísima ilusión porque supuso para mí no solo un cambio de casa, de colegio y de amigos, sino el descubrimiento de una ciudad de la que me enamoré. En mi primer verano en Sevilla, con apenas dieciséis años, visité el Museo de Bellas Artes, el Arqueológico, la Catedral, el Real Alcázar... y caí rendido ante un patrimonio del que a día de hoy sigo profundamente enamorado.

Cuando decidí estudiar Historia del Arte, seguramente la influencia de la ciudad de Sevilla estaba ahí. Durante años me dediqué a conocer todo cuanto podía del patrimonio sevillano, disfrutando de cada nuevo descubrimiento (como la iglesia de San Luis, las Atarazanas o la Casa Lissen). Cuando acabé la carrera y me vi sin un plan de vida, tuve claro que quería dedicarme a la Gestión Cultural, y realicé un postgrado que me dio las herramientas para empezar a orientar lo que quería que fuese mi futuro laboral. En ese año, 2007, nació Cultura de Sevilla y desde entonces me ha acompañado en cada nueva etapa de mi vida.

A lo largo de estos años he podido conocer la intrahistoria de la Cultura sevillana desde la base. He trabajado en multitud de espacios culturales de la ciudad realizando, casi siempre, visitas guiadas y talleres. He trabajado enseñando las Casas Consistoriales y el Palacio de San Telmo, he hecho talleres infantiles en el Museo Arqueológico y en Itálica, he trabajado en el Alcázar, en la Fundación Cajasol, en el Festival Turina, en la Casa del Libro, en la Catedral e incluso en el monasterio de San Isidoro del Campo. Todo esto me ha dado un bagaje que me ha permitido conocer cómo funciona la cultura sevillana, sus luces y sus sombras. Contrariamente a lo que se pueda pensar, el hecho de escribir este Blog no me ha abierto puerta alguna en Sevilla (más bien todo lo contrario) y de hecho ahora mismo trabajo en algo que no tiene nada que ver con el sector cultural. Curiosamente el único trabajo que me ha salido gracias al Blog es como redactor en una revista de arte contemporáneo de Barcelona en la que llevo dos años escribiendo.

Este Blog ha sido y es mi pequeña ventana al mundo cultural. Me ha permitido conocer a gente maravillosa que ha pasado de seguirme por redes a convertirse en verdaderos amigos que hoy considero indispensables en mi vida. Nada más que por eso ya han merecido la pena estos doce años detrás de una pantalla.

Cultura de Sevilla ha traspasado las fronteras del Blog y a día de hoy tiene mucha más presencia en Twitter que en cualquier otra plataforma. Dicen que la era de los blogs pasó a la historia, hoy ya nadie se entretiene en leer una entrada porque nos sentimos mucho más atraídos por una imagen a la que podamos dar 'like'. En los últimos meses mi presencia en el Blog se ha ido reduciendo cada vez más. Sin duda pesan mucho los años y las cosas negativas que reporta el tener un blog de opinión pero también es cierto que llega un momento en que te dejas llevar por la vorágine de escribir un tuit de 180 caracteres antes que ponerte a redactar un artículo completo con lo que ello conlleva. Como he dicho en más de una ocasión Cultura de Sevilla durará lo que tenga que durar pero ahí están los doce años al timón de un proyecto alucinante que se ha convertido en parte sustancial de mi vida.

No quiero acabar sin daros las gracias a todos los que me seguís, seáis nuevos o veteranos. De corazón, gracias por estos doce años. Y recordad que hoy nos vemos en el Museo Arqueológico para despedirnos antes de su cierre utilizando el hashtag #MissYouArqueológico