domingo, 9 de junio de 2019

La nueva avenida del Greco



Tenía muchas ganas de contaros mis impresiones sobre la completa reurbanización y reforma de la avenida del Greco, pero he querido dejar pasar las semanas para verla ya en uso y finalizada. Como sabréis, la "inauguración" en pleno mes de abril, unos días antes de la Semana Santa, trajo verdaderos quebraderos de cabeza. La calle se abrió al tráfico con las obras aún sin terminar y los problemas se sucedieron uno tras otro. Primero una intensa lluvia provocó grandes desperfectos generando las consecuentes críticas pues la avenida, supuestamente, se ha diseñado para evitar los efectos de la lluvia y luego el firme escogido se levantó a los pocos días de empezar a pasar los coches. 



Proyecto de reforma de la avenida del Greco


La reurbanización de la avenida del Greco se presentó en septiembre de 2017 como una de las grandes apuestas del Ayuntamiento para celebrar los cincuenta años del Polígono de San Pablo. La reforma de esta vía principal del barrio se planteó como paradigma del nuevo urbanismo verde y sostenible que debía introducirse en la ciudad de Sevilla para combatir los efectos del cambio climático y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Para ello se diseñaron una serie de medidas modélicas que iban desde la creación de varios aljibes bajo la calle para evitar inundaciones al uso de materiales permeables que permitieran que el agua se filtrase a las capas freáticas con mayor facilidad (de ahí las críticas por la inundación ocurrida recién inaugurada la calle).





La nueva avenida del Greco debía ser más verde, más sostenible y más humana. Para ello se diseñó una vía en la que se reducía el espacio para el tráfico, se eliminaban aparcamientos en superficie, se reubicaba el carril bici, se ampliaban las aceras y se creaban nuevas zonas verdes donde además de más arbolado se introducían parterres y pequeños jardines que mejorasen estética y ambientalmente la calle.




La reforma de la avenida del Greco fue una prueba piloto que el Ayuntamiento utilizaría para extender este modelo a otras zonas de la ciudad. De hecho, tras la obra, los proyectos de reurbanización planteados en la Ronda del Tamarguillo, la avenida de la Cruz Roja o la Avenida de la Paz hacen referencia a las medidas tomadas en el Greco. El éxito o el fracaso de la prueba piloto se puede medir con diferentes parámetros. Muchas han sido las críticas durante y después de la obra. Las imágenes que circularon por redes sociales donde se veía cómo se volcaba cemento en las raíces de los árboles de la acera de los pares levantaron la voz de alarma y las críticas no hicieron más que crecer cuando diferentes expertos lamentaron que en la reforma se estaban empleando técnicas inadecuadas en un proyecto que debía significar un antes y un después. Según algunas voces se estaba imitando un modelo sostenible que ya funciona en otras ciudades pero solo estéticamente pues la ejecución respondía al modelo clásico que se emplea en la reurbanización de cualquier calle por lo que los beneficios ambientales no eran tantos como se suponía.




Sin dejar de lado todos estos detalles, la cierto es que el resultado es positivo con respecto a lo que había. La nueva avenida del Greco es más agradable, más verde y más humana. Los nuevos espacios ajardinados creados aprovechando la disposición oblicua de las fachadas generan zonas de estancia muy agradables a las que se suma la presencia de nuevo arbolado, que, evidentemente, tendrá que crecer en los próximos años. Entre las especies plantadas destacan jacarandas, naranjos, magnolios, almeces, álamos, sóforas, ciruelos rojos o árboles de Júpiter, lo que garantiza una interesante variedad de colores y floración que, dentro de unos años, y si todos los árboles agarran, dotará a la avenida de un curioso recorrido botánico aunque tal vez con menos sombra de la que podría haber tenido.





Cuando se presentó el proyecto hace dos años ya comenté que no veía en esta reforma una "revolución urbanística" como se vendía desde el Ayuntamiento. La avenida está mejor ahora, es evidente, y se han planteado medidas que contribuyen a mejorar ambientalmente el barrio, pero no deja de ser un proyecto básico que deberíamos haber planteado hace diez o quince años. La avenida del Greco no debe ser un modelo en sí misma, sino que este tipo de urbanismo es el que debería hacerse en toda la ciudad si queremos combatir los efectos del cambio climático y por supuesto contando con profesionales que sepan desarrollarlos. Tras la presentación del proyecto se abrió un período de participación ciudadana en el que se podían plantear ideas para la reforma. Recuerdo que una de mis propuestas fue la de contar con el diseño a la hora de reformar la calle, que no fuese una avenida estándar, sino que tuviera una personalidad propia que generase un atractivo per se. Mi "recomendación" fue en lo primero que pensé cuando vi la fuente construida delante del ambulatorio. Personalmente me parece un desacierto pues, aparte de que estéticamente la veo anticuada y poco práctica con esas losas de granito, lo que hace es convertir la plaza en un espacio reducido donde la presencia de agua es meramente testimonial pues si te sientas en uno de los múltiples bancos lo que ves es un muro de granito en lugar de la lámina de agua. La otra fuente "ornamental" planteada para la rotonda de la calle Tarso ni siquiera se ha construido, por lo que poco se puede opinar sobre ella. Aunque quizás gracias a este cambio se ha salvado el árbol que centra dicha glorieta desde hace décadas.



La lámina de agua queda completamente oculta por los muros de granito


Una vez acabada la obra está por ver que realmente este vaya a ser el modelo urbanístico propuesto por el Ayuntamiento en todas y cada una de las actuaciones que se lleven a cabo en nuestras calles. De nada sirve ejecutar proyectos estrella en determinadas calles o plazas si en el resto de la ciudad se siguen haciendo reformas de hace cincuenta años. Lo realizado en la avenida del Greco debe marcar un antes y un después, efectivamente, no queremos más actuaciones como Virgen de Luján, República Argentina o la Plaza Rafael Salgado de Bami, ese urbanismo debe ser sustituido por intervenciones más verdes, más humanas y donde prime la sostenibilidad. Ojalá este sea el camino a partir de ahora independientemente de quién gobierne el Ayuntamiento.

2 comentarios:

Guillermo Daza dijo...

Estoy de acuerdo contigo en que la remodelación de Greco tiene sus aciertos y fallos. Los residentes de la zona, entre los que me incluyo, hemos vivido y conocido ciertos aspectos de la ejecución de la obra que dejan mucho que desear. Por ejemplo, una vez finalizadas las obras observamos como volvieron a levantar los parterres, preguntando a un operario nos comentó que no habían calculado bien el peso de la tierra y que el riego que en principio iba a ser subterráneo no funcionaba, así que sacarían el goteo en superficie. Por otro lado la fuente que mencionas frente al ambulatorio a dejado un carril estrecho donde los peatones que quieren cruzar la plaza comparten espacio con las ambulancias aparcadas ( antes había una pequeña acera que evitaba este problema ) generando además un diseño aparatoso en donde las proporciones de la fuente no se adaptan al espacio, ademas los materiales y color usados, en mi opinión, darán problemas de desprendimiento. Y como curiosidad, si os fijáis, para la captación de agua, el carril bici que discurre a la misma altura que la acera, en algunos tramos baja de nivel intermitentemente, dejando unos escalones o bordillos respecto al acerado. Eso ya ha provocado varios accidentes de peatones y ciclistas al tropezar ante los inesperados cambios de rasante, Por último, los metros de parterres sin ninguna protección o separación de la acera, que estéticamente son muy agradables, dejan al descubierto la falta de civismo y de respeto a las plantas por parte de la ciudadanía. Veo diariamente perros sueltos cruzando todas estas zonas sin ningún control por parte de sus dueños, niños jugando a pisar las lantanas, o señoras cortando rosas, además de tableros de cocina y muebles que, al no caber en los contenedores, son tirados de cualquier manera, a veces sobre las vegetación recién plantada. Creo que este modelo de urbanismo en nuestro barrio es una gran oportunidad y una prueba de fuego donde podremos comprobar si los mismos se degradan rápidamente o no, es decir, si por el contrario la ciudadanía poco a poco aprende a respetar la vegetación y el mobiliario y a disfrutar de los espacios, avanzando en una mentalidad mas cívica y ecológica.
Yo personalmente estoy haciendo un seguimiento fotográfico para ver dicha evolución.
No obstante,veo una contradicción por parte del ayuntamiento que zonas como el jardín americano con un gran valor ecológico sean abandonadas ( este fin de semana me entristeció ver como está el pequeño estanque del mismo , seco y con vayas tiradas en su interior ) y por otro lado se esté haciendo una apuesta por un modelo que requiere de unos cuidados y mantenimiento de jardinería que estoy seguro que el ayuntamiento no asumirá, En fin, el tiempo y las fotos darán respuesta a mis dudas.
Un saludo

Sergio Harillo dijo...

Muchas gracias por la información de primera mano, Guillermo. Desde luego actuaciones como la del Greco son una prueba para el conjunto de la ciudadanía. Si finalmente este espacio acaba convertido en un erial por la dejadez de unos y el incivismo de otros podremos decir que tenemos lo que nos merecemos. Ojalá entre unos y otros avancemos hacia un modelo de ciudad más agradable y sostenible.

Un saludo.