viernes, 24 de mayo de 2019

Se inaugura, a medias, el monumento a Forestier



El pasado martes se inauguraba un nuevo monumento en la ciudad dedicado a la figura del paisajista francés Jean Claude Nicolás Forestier. Las prisas nunca han sido buenas consejeras y el interés por generar noticias en plena campaña electoral ha hecho que el monumento se inaugure a medio hacer, sin la intervención que convertirá esta zona del Parque en una nueva glorieta.



El monumento centrará una nueva glorieta aún por ejecutar


La erección de un monumento a Forestier es algo que se lleva promoviendo desde hace varios años. Fue finalmente el año pasado cuando el Ayuntamiento asumió el proyecto de la Plataforma Ciudadana por los Parques, Jardines y el Paisaje de Sevilla. Se convocó un concurso y el diseño elegido planteaba la creación de una nueva Glorieta al estilo de las existentes en otros puntos del Parque de María Luisa que estaría presidida por el monumento en sí, consistente en una columna sobre la que se ubicaría una medalla con la efigie de Forestier. 

Jean Claude Nicolás Forestier (1861 - 1930) fue un arquitecto paisajista francés que se encargó de realizar varios jardines en España a principios del siglo XX. En Sevilla se ocupó de darle un nuevo diseño a los jardines del palacio de San Telmo tras su cesión a la ciudad por parte de la duquesa de Montpensier. Forestier convirtió el decimonónico jardín privado en una zona verde abierta al público que, además, serviría de epicentro de la Exposición Iberoamericana de 1929. El Parque de María Luisa, en realidad, se inauguró mucho antes, en 1914, y en él Forestier mezcló las tradiciones paisajísticas locales (con especial referencia a los jardines del Real Alcázar y la Alhambra) con el paisajismo francés (avenidas perfectamente ordenadas) e inglés (praderas y 'bosques' más salvajes).


Lupe Arévalo ha sido la encargada de realizar el monumento


Durante años se ha hablado de cómo podría ser este monumento. Fueron varios los bocetos presentados y el concepto ha ido evolucionando hasta culminar en lo que se ha inaugurado esta semana. Una de las sugerencias planteadas por el Ayuntamiento fue la de tallar el monumento en el tronco de un ciprés recientemente talado. Al leer sobre la propuesta lo primero que me llamó la atención fue que el monumento a Forestier se fuera a hacer sobre los restos de un árbol centenario talado. Una vez superada esta primera sorpresa quería esperar a verlo terminado para poder hacerme una idea sobre la propuesta en sí. La segunda sorpresa ha sido encontrarme que el monumento se ha inaugurado a medias sin que haya fecha para su culminación. Una vez instalada la columna conmemorativa falta por construirse la glorieta en sí, donde además de varias plantas arbustivas se plantarán dos nuevos cipreses.

Cuando se planteó la idea de tallar el monumento en un tronco enseguida me vino a la mente el artista alemán Stephan Balkenhol y su 'Hombre con camisa blanca y pantalón negro' de los Jardines del Guadalquivir, pero finalmente el diseño ganador de la artista extremeña Lupe Arévalo es mucho más sencillo. El uso de una columna como elemento conmemorativo entronca con una tradición que se remonta a varios siglos atrás. Quizás una de las más famosas sea la columna de Trajano de Roma pero lo cierto es que este elemento arquitectónico ha estado muy presente en el espacio urbano. Sin ir más lejos, en Sevilla tenemos las cuatro columnas de la Alameda de Hércules o el monumento a Cristóbal Colón del Paseo Catalina de Ribera y ya a menor escala, en el propio Parque de María Luisa, están la Glorieta dedicada a José María Izquierdo, el monumento a Dante o el fuste que sostiene el rótulo de la Avenida Rodríguez Caso (al que por cierto no le vendría mal una limpieza).


Glorieta de José María Izquierdo en el Parque de María Luisa

Una columna también es el elemento principal de la Glorieta de José María Izquierdo


El nuevo monumento sigue, por tanto, una línea clara en la estatuaria pública pero personalmente hay algo que no me termina de convencer. A la hora de ubicar arte en el espacio público prefiero que, a estas alturas, se opte por otro tipo de obras en lugar de monumentos a personas concretas. Tanto en el caso de Forestier como en el de Aníbal González considero que el mejor homenaje que les podríamos brindar sería conservar sus obras, algo que en ambos casos deja bastante que desear. Valoro el empeño de la Plataforma conservacionista a la hora de ensalzar la figura del paisajista francés y creo que la propuesta de crear una Glorieta en honor de Forestier es una magnífica idea, pero el remate en forma de medalla me parece que casa poco con la columna y con el eje que va a tener la nueva glorieta. Esperaremos a ver el monumento terminado para tener una idea global del mismo.


Rótulo de la avenida Rodríguez Caso en el Parque de María Luisa

1 comentario:

Guillermo Daza dijo...

Me parece interesante la escultura, y como cualquier obra, independientemente de la intencionalidad de la autora, para el que la contempla queda abierta la libre interpretación. Un paisajista que ordena el espacio para jugar con elementos naturales no hace más que manipular en cierta forma la naturaleza distribuyéndola de forma armónica y generando espacios ordenados para contemplarla. Es lo que yo veo en esa columna como elemento arquitectónico surgiendo de un tronco centenario. El orden artificial frente a lo orgánico y caprichoso.
Por otro lado no veo incompatible cuidar la herencia de Forestier o Aníbal Gonzalez con rendirles homenaje.
Un Saludo