El entorno declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en Sevilla no solo concentra tres de los principales monumentos arquitectónicos y patrimoniales de la ciudad, sino una serie de hitos escultóricos que contribuyen a magnificar aún más este espacio. El Ayuntamiento acaba de finalizar los trabajos de restauración de la llamada Cruz de los Juramentos, quizás el elemento que más pasa desapercibido de todos los que rodean el Archivo de Indias a pesar de su importancia histórica y patrimonial.
La Cruz de los Juramentos es uno de los muchos vestigios que hablan de la importancia comercial de la ciudad de Sevilla en siglos pasados. Levantada a principios del siglo XVII (según las fuentes consultadas se habla de 1609 o 1612) se ha atribuido históricamente al maestro mayor de la entonces Lonja de Mercaderes, Miguel de Zumárraga. La cruz, realizada en jaspe rosa, se eleva sobre un bellísimo basamento compuesto por diferentes elementos arquitectónicos a modo de tabernáculo o relicario pétreo.
A pesar de que la última intervención en esta obra es relativamente reciente (año 2006) la suciedad acumulada sobre la piedra por efecto de la humedad y la contaminación hacían necesaria una nueva actuación que le devolviese su imagen original.
El nombre de este monumento hace referencia a los tratos comerciales que se sellaban a sus pies. La ubicación de la Cruz no es baladí pues se trata de uno de los pocos espacios públicos abiertos en la Sevilla renacentista y barroca y donde además tenían presencia los grandes poderes de la época, la Iglesia Católica (Catedral), la monarquía (Real Alcázar) y el que era y sigue siendo el principal motor del mundo, el dinero, representado en la Lonja de Mercaderes inaugurada apenas unos años antes, en 1598 y que con el paso de los siglos se convertirá en Archivo de Indias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario