jueves, 2 de agosto de 2018

Un arco a ninguna parte en los muros del Real Alcázar



El Real Alcázar se ha convertido en una de las noticias estrella del verano al haberse confirmado que tras los muros de las casas 7 y 8 del Patio de Banderas se halla el que podría ser el palacio del último rey abadí de la ciudad, Al Mutamid. Las excavaciones de Miguel Ángel Tabales y su equipo habrían confirmado que la residencia palatina no fue destruida sino que con el paso de los siglos quedó enmascarada en las construcciones posteriores.



El Ayuntamiento ha aprovechado estos descubrimientos para relanzar la histórica petición por la que se demanda al Estado la cesión de las casas del patio de Banderas a la ciudad al haber quedado más que demostrado que forman parte del recinto del Alcázar, cedido a la ciudad en 1931. Mientras se dirime qué pasará con esta casa podemos contentarnos con otro resto que pasa muy desapercibido por su ubicación. Se trata de dos arcos de herradura medio ocultos en la pared del callejón anexo a la puerta del Apeadero del Alcázar. Justo frente al acceso a las casas que ahora se están estudiando.




Estos arcos de herradura, decorados con pinturas y en parte reconstruidos, aparecen cegados. Ni siquiera tenemos la secuencia completa de la arquería, que queda interrumpida por construcciones posteriores. ¿Qué es este arco?


Detalle del arco inferior


Si consiguiéramos entrar por la puertecita que hay justo al lado de este resto arqueológico nos llevaríamos una gran sorpresa al desembocar en el Patio del Yeso, uno de los pocos recintos islámicos originales que se conservan en el Real Alcázar.


Patio del Yeso del Real Alcázar. Fotografía de Javier Gallego


Visto desde la Sala de la Justicia, en el muro de la izquierda, nos encontramos una triple arquería de herradura con su alfiz. Sobre ella otros tres arcos de herradura, dos de los cuales aparecen atravesados por vigas de madera, precisamente la misma viga de madera que vemos en el arco superior del callejón del Patio de Banderas. Y junto a la arquería la puertecita que comunica ambos espacios.


Detalle del arco superior de la arquería, con la viga de madera visible desde el Patio del Yeso


Enigma solucionado. O quizás no tanto. Esta arquería, por su propia morfología debió formar parte de un ámbito doméstico (no es un acceso exterior). Quizás estos arcos servían para comunicar los recintos más antiguos del Alcázar con la expansión realizada por los almohades en el siglo XII. No en vano nos encontramos frente al que fue palacio de Al Mutamid, fechado en la segunda mitad del siglo XI. Los secretos del Alcázar no terminan nunca y en ello radica parte de su encanto.



>> Gracias a Javi Gallego por la fotografía y por las largas conversaciones en las que escudriñamos el pasado, presente y futuro de la ciudad.

4 comentarios:

Guillermo Daza dijo...

Muy interesante. Ojalá pronto podamos visitar los nuevos hallazgos incluidos en el conjunto del Real Alcazar, y sería maravilloso si incluyeran también en la visita el patio de la Casa de la Contratación. Respecto a la superposición de elementos arquitectónicos de diferentes épocas siempre resulta interesante decidir cuales prevalecen y cuales son eliminados , aún recuerdo ese debate en la iglesia de San Andrés con el muro exterior, o el propio Patio de las Doncellas, donde las decisiones fueron las correctas, al menos bajo mi punto de vista.

Sergio Harillo dijo...

Hola Guillermo, no conozco el caso de la iglesia de San Andrés que comentas. ¿Qué es lo que pasó?

¡Saludos!

Guillermo Daza dijo...

Pues que después de estar más de una década cerrada por problemas estructurales, en los años 90 se abordó por fin la restauración de la iglesia de San Andrés. En la fachada que da a la plaza del mismo nombre había un muro con ventanales, del XVIII creo recordar, que aportaba una imagen al edificio muy diferente a la que conocemos hoy, ya que cuando se abordó dicha restauración 1990_1994 se decidió eliminar dichas estancias y con ello se eliminaron los elementos añadidos, modificando de nuevo la apariencia exterior del templo y dejando ver de nuevo elementos ocultos. Yo recuerdo perfectamente ese muro y también recuerdo la grata sorpresa cuando vi por primera vez el templo sin el mismo , sin embargo he estado buscando por la red imágenes y no he encontrado nada. Si encuentras algo me encantaría que lo compartieras. Un saludo Sergio.

Sergio Harillo dijo...

Muchas gracias por la explicación, Guillermo. No conocía ese detalle. Buscaré a ver si encuentro algo :)

¡Saludos!