miércoles, 1 de agosto de 2018

Obras de urgencia en San Laureano



La historia del Colegio conventual de San Laureano es tan interesante como desconocida. Se trata de un edificio que ha pasado muy desapercibido en la historia reciente de la ciudad a pesar de su valor histórico. En este solar estuvo la casa de Hernando Colón y aquí organizó su espectacular biblioteca (germen de la Biblioteca Colombina de la Catedral) y un no menos famoso jardín botánico poblado de plantas traídas desde América. Tras la muerte de Colón en 1539 el edificio pasó por varios usos y manos hasta que a finales del siglo XVI fue arrendado por los mercedarios para ubicar en él su colegio conventual.



El Colegio de San Laureano se funda en 1601. Al igual que ocurrió en otros cenobios de la ciudad, al principio se ocupan los espacios existentes para lentamente ir construyendo un edificio de nueva planta que llegó a contar con dos claustros y una gran iglesia de cajón. Las obras del templo se dilatarán durante todo el siglo XVII y no culminarán hasta 1697. Los trabajos en el Colegio se alargarán todavía más, acabándose en 1714.

El 14 de marzo de 1809, en plena Guerra de Independencia contra Francia, el Colegio de San Laureno acoge la sede del Real Colegio de Artillería para dirigir desde Sevilla la ofensiva contra las tropas napoleónicas. Tras la invasión francesa el edificio es saqueado, quedando en gran parte en ruinas. Los frailes no podrán volver hasta 1814, pero apenas tres años después un grave incendio les obliga a abandonarlo y ya en 1835 es desamortizado. Se inicia así un período de cambios y reformas que culminará en la segunda mitad del XIX cuando se convierte en almacén y tras el hundimiento de la bóveda de la iglesia se procede a construir una nueva cubierta mucho más sencilla.

Ya en el siglo XX el edificio es ocupado por casas de vecinos, un uso que mantiene a día de hoy tras una profunda rehabilitación a principios del siglo XXI. La iglesia pasó a manos del Ayuntamiento y desde entonces se encuentra abandonada a pesar de los múltiples proyectos que ha habido para recuperarla. Ahora el Ayuntamiento ha aprobado una batería de obras que pretenden frenar el deterioro que sufre la iglesia y si bien no se va a rehabilitar por completo sí que se podrá utilizar. Con un presupuesto de 265.000 euros el proyecto contempla la sustitución de la cubierta, la reparación de los bajantes para evitar afecciones al edificio colindante y se procederá a un saneado de los muros y cierres. Por último se colocará un suelo y las mínimas instalaciones que permitan su uso (electricidad, iluminación). No es precisamente una rehabilitación en toda regla pero al menos se actúa sobre un edificio abandonado durante demasiados años. Quizás una vez intervenido por el Ayuntamiento salgan interesados en darle un uso.

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