La Plaza de España va camino de recuperar la imagen de deterioro y abandono que mostraba antes de la ambiciosa restauración a la que fue sometida durante varios años y cuyas obras se inauguraron en octubre de 2010. Después de una inversión de más de diez millones de euros, apenas cinco años después, los destrozos son cada vez más evidentes en todo el recinto, tanto en los bancos provinciales, como en los puentes y balaustradas que circundan la ría.
Lamentablemente parece que no todos estos destrozos se deben al vandalismo que con tanto ahínco ataca nuestro principal parque, sino que descuidos y errores también contribuyen al deterioro del monumento. En la imagen principal del post vemos el último destrozo en la balaustrada cerámica de la ría, junto a la torre sur. Lo que a simple vista parece un ataque vandálico, si miramos hacia arriba, se torna en desgraciado accidente. El plátano que está justo encima tiene una gran rama cortada a la altura de la balaustrada accidentada. ¿Se cayó la rama sobre la balaustrada y posteriormente fue cortada o durante las podas que se han hecho en estos árboles la caída de una gruesa rama recién cortada destrozó la balaustrada? Imposible saberlo sin haber estado presente.
Dando un paseo por la balaustrada exterior vemos, tramo a tramo, multitud de destrozos que se acumulan año a año sin que nadie los repare. Desde caídas (o robos) de azulejos:
Destrozos en la balaustrada:
Destrozo en los remates decorativos:
Desaparición de tramos enteros de pasamanos:
Y más sustracción de piezas completas:
De seguir a este ritmo, en apenas cinco años más, cuando se cumpla el décimo aniversario de su recuperación, la Plaza de España ya necesitará otra intervención en profundidad. E insisto, en este reportaje me he centrado en la balaustrada exterior, los daños en paneles de azulejos, bancos provinciales, balaustrada interior de piedra, puentes... se cuentan por decenas. Esta situación muestra la nula capacidad que tenemos como sociedad de cuidar nuestro patrimonio pero también pone el punto de mira en las administraciones, incapaces de garantizar el correcto mantenimiento del monumento. A la falta de vigilancia en el recinto se suma la inexistencia de una figura coordinada entre todas las administraciones responsables del monumento que vele por su conservación, así como un presupuesto anual de mantenimiento que reponga lo más rápido posible estos daños. La Plaza de España sigue siendo uno de nuestros principales monumentos pero para verlo en conjunto, de lejos, ya que a medida que nos acercamos vemos la realidad de su día a día, con innumerables daños y destrozos que deberían causarnos vergüenza a todos los sevillanos.
4 comentarios:
Sergio, ya ni siquiera existe la figura del arquitecto conservador, con lo que ello conlleva, ya que era el único punto en común de todas las administraciones propietarias del edificio. Lo de la Plaza de España es un gran despropósito.
Dantesco...simplemente dantesco y pasotismo político.
Buenas tardes,
no puedo comprender como se puede tener tan poco cuidado con las cosas.
Saludos.
Que pena me da, uno de nuestros monumentos mas emblemáticos, se este deteriorando y maltratándose con tanta facilidad. Desgraciadamente existe un gran pasotimos por parte de las autoridades competentes. A mi se me ocurre que estos políticos, contrataran un servicio de vigilancia presencial y de cámaras de seguridad.
Gracias por tu dedicación denunciando estos destrozos.
Saludos.
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