martes, 12 de enero de 2016

Fundación Atarazanas pide replantear el proyecto para los Astilleros medievales



Cuando algo se lleva con tanto secretismo, al final las costuras saltan por donde menos te lo esperas. Hace un mes se anunciaba que el Ayuntamiento había concedido licencia de obras para el proyecto que Guillermo Vázquez Consuegra ha diseñado para las Atarazanas y ya indiqué que la falta de transparencia en torno a este proyecto era bastante llamativa. Hoy la Fundación Atarazanas, que desde hace diez años viene promoviendo que los antiguos astilleros se abran al público, ha planteado una serie de exigencias y dudas con respecto al nuevo centro cultural cuya fecha de apertura está prevista para 2018.


El enfado era más que evidente en una rueda de prensa donde el presidente de la Fundación, Rafael Crespo, acompañado de diferentes expertos en patrimonio, ha ido enumerando las debilidades del proyecto de Vázquez Consuegra. La Fundación Atarazanas ya planteó en su día que todo proyecto que pretendiera recuperar el edificio debía pasar por excavarlo hasta su cota original, sólo así se podrá contemplar la verdadera importancia del edificio. Retirar esos 35.000 metros cúbicos de escombros es algo a lo que la Fundación Atarazanas no renuncia, mientras que en el proyecto de Vázquez Consuegra no sólo se renuncia a ese extremo, sino que se convierte el nivel actual en definitivo al ubicar en él diferentes instalaciones que actuarán como cimientos de escaleras, ascensores y demás requisitos para actualizar el uso de las Atarazanas. Como ha reconocido José García Tapial (autor del proyecto de restauración del convento de Santa Clara y arquitecto municipal durante años) "esa losa de hormigón sepultará para siempre la posibilidad de recuperar la cota original". 

Los tiempos corren contra el planteamiento de la Fundación Atarazanas, pero están dispuestos a acudir a dónde haga falta para ser escuchados. Fernando Mendoza, arquitecto que intervino en la Iglesia del Salvador y Premio Nacional de Restauración (curiosamente Consuegra también es Premio Nacional por el Palacio de San Telmo) por dicho proyecto de restauración, también apoya que se excave el edificio considerando que "eso es lo que plantea la Ley cuando estamos ante un edificio de estas características". Se refiere Mendoza a que las Atarazanas, por ser Monumento Nacional, Bien de Interés Cultural y estar catalogadas con el máximo nivel de protección, no pueden ser sometidas a cualquier intervención, la Ley especifica que en este tipo de edificios sólo se pueden llevar a cabo labores de restauración y consolidación. El proyecto de Consuegra, presupuestado en más de diez millones de euros, sólo consigna 600.000 euros a labores de restauración, algo que, para la Fundación, muestra el rumbo del proyecto.

El culebrón de las Atarazanas parece que nunca va a llegar a su fin. Que alguna asociación patrimonial levantara la voz era cuestión de tiempo y esto pasa por no hacer bien las cosas desde el principio. Lo que pide la Fundación Atarazanas no es nada del otro mundo, sólo piden que se exponga públicamente el proyecto (algo que no ha ocurrido) y que la ciudadanía tenga voz y voto en el futuro de un edificio que, a su entender, debe tener un carácter público. La forma en que la Junta de Andalucía ha actuado con las Atarazanas dista mucho de la transparencia exigible a una administración pública. No nos cansamos de repetir que el patrimonio es de todos y que la ciudadanía debe implicarse en su protección y conservación pero cuando surgen asociaciones ciudadanas que piden participar en el uso de un edificio tan importante como las Atarazanas, no sólo no son escuchadas, sino que se duda de sus intenciones. Lo más triste de todo esto es que al final, el verdadero rehén es el propio edificio, que ve pasar los años, deteriorándose, sin que se tome una decisión sobre su futuro. Para muchos, a estas alturas de la película, lo mejor que podría pasar es seguir adelante con el proyecto de La Caixa y Consuegra, pero habría que preguntarse antes si es el camino más idóneo. Las Atarazanas están llamadas a ser un espacio de diálogo entre Andalucía y América, qué pena que no aprendamos antes a dialogar entre nosotros, quizás si escucháramos más lo que tiene que decir el que tenemos en frente, otro gallo cantaría.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Está claro que el proyecto de Vázquez Consuegra no es respetuoso. Si en un monumento catalogado con la máxima protección solo se pueden hacer labores de restauración y consolidación, por qué se acepta un proyecto que pretende realizar añadidos y convertir las Atarazanas en una plaza? Estamos hablando de un edificio del siglo XIII y lo que se quiere hacer es un crimen patrimonial.

Espero que se deseche el proyecto de Vázquez Consuegra. Todo mi apoyo para la Fundación Atarazanas y para todos aquellos que de verdad quieran recuperar el monumento. Recuperar la cota original no debe ser una opción sino una obligación.

Saludos.

Sergio Harillo dijo...

Si al menos se hubiera expuesto públicamente el proyecto, sabríamos qué pretende hacer Consuegra, pero al no hacerse, lo único que se consigue es alimentar las dudas. Siendo un edificio público, lo normal es que se de a conocer qué se va a hacer con él.

No sé si recuperar la cota original es lo mejor o no para el edificio, pero desde luego echo en falta un mayor diálogo en torno a este tema.

¡Un saludo!