El edificio de la plaza de la Encarnación número 5 resume a la perfección los vaivenes de la burbuja inmobiliaria de los últimos años. El desahucio de una anciana hace ya varios años por no pagar el alquiler de renta antigua de uno de los pisos motivó que el Ayuntamiento tomara cartas en el asunto creando una oficina específica para evitar este tipo de actuaciones especulativas. Este edificio junto con el Palacio del Pumarejo y el Corral de la Encarnación de la calle Pagés del Corro pasaron a formar parte del patrimonio municipal con el objetivo de restaurarlos y convertirlos en viviendas sociales donde pudieran habitar aquellas personas que eran expulsadas de sus casas. El cambio en el Gobierno municipal tumbó el proyecto y a día de hoy el edificio está en venta.
Se trata de un bello ejemplo de edificio regionalista, quizás no de los primeros espadas (Aníbal González, Talavera y Heredia o Espiau) pero que sí recoge los principales elementos decorativos y estéticos de la corriente que reformó Sevilla a principios del siglo XX. No le falta un detalle: paramentos encalados que dialogan con la decoración neobarroca en ladrillo visto, paños de azulejos en balcones y ventanas superiores (prácticamente perdidos estos últimos), forja e incluso un bello tejaroz de madera en el balcón que remata la portada principal.
El estado de deterioro es alarmante, con zonas apuntaladas, desprendimiento de elementos cerámicos e incluso un notorio hundimiento en la parte izquierda del edificio que refleja un posible problema en los cimientos y que es particularmente llamativo en la portada principal. El interior no está mucho mejor y la situación de abandono no habrá hecho más que empeorar después de tantos años de nulo mantenimiento. A pesar de que el edificio esté en venta, el Ayuntamiento como propietario debe velar por su conservación, unas funciones que no se están llevando a cabo y que podrían suponer la ruina del inmueble.
> A pesar de la búsqueda realizada, no ha sido posible hallar el autor de este edificio. ¿Nos ayudas?
6 comentarios:
Creo que es del año 1837, pero en la Gerencia de Urbanismo no tienen datos y yo tampoco tengo nada más.
La lista de edificios abandonados por el ayuntamiento, muchos de ellos de gran valor histórico, incluye varios cientos.
Gracias, Andrés. Supongo que querrías decir de 1937 ya que es plenamente regionalista y además se nota que es de la segunda hornada de arquitectos regionalistas.
Efectivamente, el Ayuntamiento es uno de los principales propietarios con un mayor número de edificios vacíos. Y todo por no querer ponerlos al servicio de la ciudadanía que bien podría darles un uso e incluso rehabilitarlos.
¡Saludos!
Perdona Sergio. He mezclado dos mensajes diferentes a distintos destinatarios por querer ser multitarea.
Estaba precisamente con este tema, referido a 1837 en la Plaza de la Encarnación:
"se han mejorado y labrado de nuevo muchas casas que son de hermosa vista y utilidad para la plaza, pero quedan otras muchas (en la circunferencia exterior) que son de lo más malo que tiene la ciudad"
Félix González de León, Noticia histórica de las calles de Sevilla. 1839
Hoy he estado en uno de los edificios del XIX abandonados y propiedad del ayuntamiento, de los que estoy haciendo una lista siguiendo criterios históricos, y era lo que quería comentar en el blog.
Saludos
Uno de los edificios notable de la Sevilla de antaño. Si su fachada es magnifica, yo la conocí por dentro, donde vivía nuestra modista, Carmelita.
Me alegro que sigas con esta necesaria y edificante tarea de sensibilizar y a la vez denunciar, ( a lo que me añado ), para intentar salvar lo mucho de valor que aun nos queda, gracias mil por todo, Sergio.
Mari Carmen.
¡Mari Carmen! ¡Cuéntanos cómo era por dentro! Nos nos dejes con la intriga! :)
¡Saludos!
Sé que tengo algunas imágenes de interiores de edificios emblématicos sevillanos. Creo que están en El Pto de Sta María, donde pasamos las vacaciones. Cuando vayamos por allí, me las traeré, las colgaré en mi blog y puedes verlas y usarlas si te parece bien. ¿vale?
De entrada, el zanguán era largo, no muy ancho, algo sombrío, con escaleras de escalones empinados, algo gastados por el centro, yo diría que estaba completa de vecinos...
Un poco de paciencia, Sergio, jeeeee...
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