No puede faltar en el análisis de la ciudad de Londres un apartado dedicado a sus espacios urbanos. Además de monumentos y museos, el diseño y cuidado de los espacios urbanos de las ciudades es algo que me llama mucho la atención, se puede aprender mucho de una sociedad contemplando sus plazas, calles y parques.
Las ciudades que cuentan con un río suelen tener el reto añadido de dar vida a sus márgenes, unos espacios que necesitan de un mimo especial para no caer en la degradación. La solución más sencilla es ajardinar y construir paseos peatonales que recorran las orillas pero a menudo esto no es suficiente, hace falta dotar de vida a estos espacios para que la gente se anime a ir hasta ellos a pasear y disfrutar de la lámina de agua. En Londres, son muchas y variadas las ofertas que nos encontramos en la ribera contraria a la City y Westminster: desde el Acuario hasta la Tate Modern pasando por una gran variedad de cafeterías, restaurantes, tiendas, salas de exposiciones, espacios teatrales... un imán que congrega a centenares de personas a cualquier hora del día.
La Tate Modern es uno de los centros culturales más importantes del mundo. Esta antigua central eléctrica fue reconvertida en museo y cuenta con sus propio puente (el Millenium Bridge) para comunicarla con la City, además, un barco lleva a los visitantes que lo deseen desde este punto hasta la Tate Britain, para seguir disfrutando del arte y la cultura. Pensemos en la antigua fábrica de tabacos de Los Remedios, aquí en Sevilla, o en esas orillas completamente abandonadas con solares como el del Puente de Los Remedios...
El paseo del río atraviesa varios puentes. En todos ellos nos encontramos con elementos que hablan sobre la historia de la ciudad, de sus muelles... una intervención sencilla y económica pero tremendamente atractiva. Por supuesto, no hay pintadas, ni papeles pegados...
Los pavimentos son otro elemento que me obsesiona. En esta zona del río se ha optado por una atractiva combinación de adoquines y corcho como el que se pone en los alcorques de los árboles.
Comparemos con el albero con que se ha cubierto el paseo central del Muelle de Nueva York aquí en Sevilla o las inmensas extensiones de losetas monócromas grises que afean calles y avenidas. Lo bien que queda una combinación de colores, un diseño cuidado y un planteamiento adecuado. Es la diferencia entre hacer las cosas bien y hacer algo para salir del paso.
El London Eye también se encuentra en esta zona y es otro polo de atracción turística. A 19 libras el viaje no es precisamente barato, pero no había una sola cabina vacía. ¿Dónde habrá quedado el proyecto de instalar una noria en el Muelle de Nueva York sevillano?
Hace unos días criticaba la actuación realizada en los alrededores del Lope de Vega por incluir excesivo alquitrán en una zona peatonal. Tras visitar Londres, mi visión de este material ha cambiado sustancialmente. Allí se utiliza en grandes cantidades tanto en espacios monumentales (en la imagen, delante de Buckingham Palace) como en parques. La diferencia está en el tipo de material empleado, mientras que en Sevilla es alquitrán de carretera, allí se le da otra terminación, bien con un colorido (nada de pintura al estilo de nuestros carriles bici, sino incluido en la composición del firme para que no se vaya el color) o con diferentes tipos de piedras que le dan otro aspecto mucho más agradable.
Por último, los parques. Londres me ha parecido una ciudad bastante caótica urbanísticamente, me ha recordado mucho a Berlín en ese aspecto, quizás porque no existe la herencia grecorromana del urbanismo hipodámico, sin embargo, es de agradecer la cantidad de zonas verdes con que cuenta. Muchos de los parques que nos encontramos por las calles son privados, de uso exclusivo de los vecinos, pero también hay enormes extensiones de zonas verdes como Hyde Park donde es una delicia pasear. Dos pinceladas, la primera, la presencia de narcisos en cualquier zona verde de Londres, una maravilla. Aquí seguramente serían arrancados y pisoteados. La segunda, el cuidado de los árboles. La imagen inferior pertenece a Hyde Park, son plátanos completamente sanos y bien cuidados. Así es como crecen los árboles cuando no se los somete a podas agresivas como a las que nos tiene acostumbrados el servicio de Parques y Jardines sevillano. Como muestra, un botón, sólo hay que comparar los árboles de Hyde Park con los de la calle Palos de la Frontera (aquí)
En materia urbanística nos queda muchísimo camino por recorrer para equipararnos a las ciudades que solemos tener como ejemplo. No es cuestión ya de usar unos materiales u otros, sino de hacer las cosas bien. Con un cuidado diseño, se ahorran costes posteriores. Si un árbol se cuida desde el principio, no hace falta podarlo cada año con el consiguiente coste económico y lo mismo ocurre con las calles, si desde la primera reurbanización se escoge un material adecuado, no habrá que volver a levantarla al cabo de los años para hacerla nueva.
3 comentarios:
No te ofendas, pero Londres no puede darle lecciones a nadie de nada. Londres es una ciudad muy contaminada, donde la calidad de vida de los ciudadanos es muy baja, donde el transporte público está colapsado en horas punta, donde en vez de peatonalizar cobran a los coches por circular en el centro, donde los edificios de nueva construcción son bastante feos, donde los precios por las actividades públicas son desorbitados, donde la gastronomía es cara y mala, el clima no invita a hacer vida en la calle, donde los museos son mayormente expolios, donde las reformas de edificios clásicos destruyen espacios históricos sin el más mínimo debate público, etc etc etc... Londres es, junto con Barcelona, una de las ciudades más sobrevaloradas del Mundo.
No me ofendo, toda ciudad tendrá sus cosas buenas y sus cosas malas. Lo único que pretendo con los reportajes sobre ciudades que visito es sacar conclusiones que pudieran servir de ejemplo a Sevilla.
En lo que no estoy de acuerdo contigo es en que Barcelona esté sobrevalorada, siempre me ha parecido una ciudad de la que se puede aprender mucho.
Saludos!
Por cierto, acabo de pasar por el Lope de Vega para ir a la biblioteca y aquello daba vergüenza. Todo el césped de los parterres seco, el hilo de las palmeras atado. Había allí una japonesa bailarina y nos fumamos los 2 un cigarro y parecía que estaba muerta de asco de estar allí... y con razón. Le dije "siento que esta parte no sea muy bonita" y ella me dijo "no, no lo es". Y me entraron ganas de decirle "pues si lo hubieras visto antes... las ratas se salían para vomitar..." pero fui prudente y no le dije nada.
Y las caracolas de derecho estaban siendo "aclimatadas" (que no pasa de raspar la porquería de los cristales con una espátula y limpiar un poco) por los de las bandas y 2 de ellas ya estaban cogidas. Osea que de derribarlas nanai.
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