lunes, 14 de noviembre de 2011

Las dos caras de un Festival

El pasado viernes se clausuró el Festival de Cine Europeo de Sevilla con la gala de entrega de premios en la que la noruega 'Siempre feliz' se llevó el Giraldillo de Oro.

Tras la clausura, empezaron las críticas. Primero fue ABC tildando al Festival como "a la deriva" y dudando de la calidad de las películas ganadoras. Apelando a que se trata de un "modelo agotado", desde ABC se pide un cambio en el Festival que mejore la calidad de las películas a concurso. De este periódico no podemos esperar más que críticas hacia todo lo que provenga del anterior equipo de gobierno municipal, incluso uno de sus articulistas estrella pidió la supresión del Festival aprovechando la mayoría absoluta del Partido Popular.

Sin embargo, Manuel J. Lombardo, ayer en Diario de Sevilla volvía a incidir en la dudosa calidad de las películas a concurso y reclamaba un Festival que no se escude tanto en lo políticamente correcto sino en ser un verdadero referente del cine que se está haciendo actualmente en Europa. La primera frase del artículo no tiene desperdicio: "mal se han hecho las cosas cuando, en plena semana del Festival, algunas de las mejores películas europeas de la temporada pueden verse en los cines comerciales de la ciudad y no en su programación".

Cuando ya son dos las críticas negativas, habría que valorar si algo está pasando. No tardó el director del Festival en salir en defensa de su trabajo y Europa Press recoge ayer unas declaraciones en las que habla del éxito del mismo, haciendo un balance "muy satisfactorio" y diciendo que el Festival se ha superado un año más.

Lejos del triunfalismo del director (se echa en falta algo de autocrítica, más cuando la gala inaugural fue un estrepitoso bochorno) habría que pensar en si lo estamos haciendo bien con este Festival. La decidida apuesta del Ayuntamiento por él es una gran noticia, pero quizás es el momento de reflexionar, huir del autobombo y hacer más autocrítica para que el SEFF sea todo un referente, no sólo en el número de espectadores (que al parecer, un año más, ha sido un rotundo éxito), sino en la calidad.

¿Habéis ido al Festival? ¿Qué opináis? Sería interesante abrir un debate sobre el futuro del mismo.

7 comentarios:

Angel Espínola dijo...

Pues es cierto que muchas películas han dejado mucho que desear. Pero creo que hay que tener en cuenta que hay muchas películas, que la mayoría son independientes, y que el cine europeo tampoco tiene una gran oferta.

Yo entiendo el Festival como una ocasión de ver pelis que presisamente no están en cartelera y muchas incluso no llegarán nunca. Sinceramente The Artist la podré ver cuando quiere, pero films como Kënu, ni si quiera me hubiera enterado de su existencia fuera del festival.

Además, si lo comparamos con otros festivales, la calidad es más o menos pareja..

Creo que hay que seguir luchando por mejorar los films que se presentan, pero tampoco creo que haya que tirar piedras sobre un evento que es de lo poquito que tiene un verdadero tirón internacional en nuestra ciudad y que está siendo discriminado por las instituciones...

Por cierto, te dejo el enlace de un blog casi tocayo tuyo: http://culturaldesevilla.blogspot.com

Unknown dijo...

Cuidado, que las críticas en el Diario de Sevilla también pudieran ser interesadas.

Lombardo estuvo en el Festival hace unos años, hasta que lo echaron. Esto no implica que el nuevo equipo sea mejor (de hecho, es probable que sea peor), pero es importante tener todos los datos. Por otro lado, esto no es una crítica al señor Lombardo, al que tuve la oportunidad de conocer, y el que creo que es de las personas que más sabe de cine de la ciudad.

Lo que sí es cierto es que el Festival tiene, como ya contara el Mundo hace unos años, sospechas en su organización por conflictos de intereses.

Varias de las empresas que colaboran pertenecen a un Clúster al que pertenece al menos una persona relevante de la organización. Y algunas películas elegidas podrían responder a esos mismos intereses.

Sería cuestión de que el nuevo gobierno estuviera atento, y la contratación fuera justa y neutral, sin intereses económicos (que son tan negativos como los políticos)

Unknown dijo...

Aquí un enlace donde se refiere aquello a lo que me refiero. Ver cuando habla del "colegueo"

http://www.diariodesevilla.es/article/ocio/131987/dos/hombres/y/desatino.html

Maese Maesa dijo...

Yo he estado toda las semana acudiendo al festival y he visto bastantes películas. Mi percepción personal es que ha habido tanta gente como siempre, con las salas llenas muy a menudo. En cuanto a la calidad, he visto de todo, pero el cómputo general ha sido satisfactorio, como siempre que he visto algo en este festival.

Por otro lado, está claro que este festival tiene una visibilidad muy limitada en el resto del país. No creo que sea necesariamente un problema de la intrascendencia o la envergadura del mismo, estoy seguro que si se realizara en el mismo festival en Madrid, en Barcelona o quizás en Bilbao, acabaría saliendo en los telediarios. Pero en Sevilla hay que hacer esfuerzos especiales para que cualquier cosa que no sea la Duquesa de Alba o un suceso criminal salga en los medios. Que conste que no creo que sea necesariamente un problema de Sevilla, pero si no es con fuegos artificiales, pocos se hacen ver a parte de los mencionados. Y digo todo esto, porque en realidad me gusta que este festival no sea un evento con fuegos artificiales, es decir, con alfombras rojas y glamoures. Creo que su principal éxito y lo que debería ser una garantía de su continuidad, es que los sevillanos acuden en masa y llenan sus salas.

En este sentido, me parece bien lo que dice Lombardo sobre la búsqueda del modelo definitivo de festival, de no dar tumbos y luchar por algo con pretensiones de convertirse en un referente por la calidad, y desde luego seguir sin recurrir al alfombrarojismo. Pero igual que estoy de acuerdo en esto con Lombardo, no lo estoy en que el festival tenga que recoger necesariamente todos los grandes nombres del cine europeo, y aquí hablo como espectador del festival y me uno a lo que ha dicho Angel Espínola, prefiero que el festival sea una ventana a todo aquello que habitualmente no se verá o con dificultad podrá verse, que a lo que independientemente del festival se verá en las salas comerciales.

En resumen, me gustaría que el Festival siguiera celebrándose y evolucionando para consolidarse. Estoy seguro que no haría falta un esfuerzo mayor, sino más bien continuado y con las ideas claras, para que con el paso del tiempo se convirtiera en un referente, al menos, nacional. Para mí, como amante de la cultura en general, y cinéfilo en particular, es una de mis citas preferidas con la cultura en Sevilla y espero que ni los vaivenes políticos ni los intereses aculturales pueden amenazarlo.

Anónimo dijo...

Habría que plantearse para qué tipo de público está diseñado el festival. Desde sus inicios el público que llena las salas es el universitario. Si así es cómo funciona y funciona bien, por qué cambiar?

Anónimo dijo...

Lo que me gustaría es que, una vez acabado el festival, pudiéramos ver las películas premiadas en salas de Sevilla.

¿Tan difícil es?

Gracias por el blog.

Sergio Harillo dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios. Parece que todos estáis de acuerdo en que habría que darle un sentido más específico al Festival, dejando claros cuáles son sus fines y a quién va dirigido.

Saludos!