viernes, 12 de enero de 2018

Fuegos artificiales en los museos andaluces

El Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla, uno de los menos visitados de toda Andalucía


Llevo desde principios de enero pensando en si escribir o no una entrada dedicada a la cifra de visitantes de los museos andaluces. Por un lado me parecía algo repetitivo ya que es un tema que he tratado ya en alguna ocasión en el Blog pero por otro, creo que es importante que pongamos los pies sobre la tierra antes de tirar cohetes.

El consejero de Cultura lleva varios días haciendo balance del número de visitantes que han pasado por los museos andaluces gestionados por la Junta de Andalucía. El dato concreto lo conocemos hoy, durante 2017 pasaron por los museos andaluces 2.796.743 visitantes, lo que supone un incremento con respecto al año anterior del 22'3%. O lo que es lo mismo, 624.421 personas más. Un dato muy interesante y que sin duda hay que agradecer al tirón de una serie de espacios como el Museo Picasso de Málaga, que con 635.891 visitantes se convierte en el más visitado de Andalucía, superando su propio récord de 2016 (558.033 visitas), el Museo de Málaga, que estrena su primer año de vida con 218.887 visitas o el Arqueológico de Córdoba, que pasa de los 86.499 visitantes de 2016 a los 230.991 de 2017. Es decir, nada más que estos tres centros ya aportan 441.237 visitantes de esos 635.891 nuevos que han recibido los museos andaluces en 2017. Si a esa cifra le sumamos las 105.000 visitas de más que ha tenido el Museo de Bellas Artes de Sevilla (cierra 2017 con 335.266 visitantes) pues nos encontramos que prácticamente con estos cuatro centros ya tenemos ese gran crecimiento que se vende como un éxito. Por cierto, nuestro Bellas Artes ya ha superado en más de una ocasión la cifra de los 300.000 visitantes, incluso ha tenido más visitas que en 2017 por lo que el dato, siendo bueno, deja en evidencia la tremenda caída que tuvo hace unos años y que ahora empieza a recuperar.



¿Por qué incido tanto en el dato? Pues porque resulta llamativo que se vendan unos datos de visitantes como algo muy positivo cuando la triste realidad de los museos andaluces es que su gestión apenas llega al aprobado. En la nota de prensa enviada por la Consejería de Cultura no se hace referencia, por ejemplo, a los museos con menos visitantes, entre los que se encuentran el Museo Arqueológico de Sevilla (hasta octubre de 2017 no llegaba a las 65.000 visitas) y el de Costumbres Populares (47.000 visitas hasta octubre). Tampoco se hace referencia a una de las grandes apuestas culturales de la Junta de Andalucía, el C3A de Córdoba, que en su primer año de vida alcanzaba las 20.000 visitas, una cifra excesivamente baja para un equipamiento que ha costado 30 millones de euros. Llamativo es que tampoco se destaquen las 82.000 visitas del Museo de Almería, uno de los centros de referencia a día de hoy no sólo a nivel autonómico, sino nacional, por su grado de implicación en la ciudad y por su activa presencia en redes sociales.

Con estas cifras en la mano, ¿hay motivos para la celebración? Pues depende. Que el Museo Picasso supere los 600.000 visitantes es sin duda un dato muy positivo que debería abrir la puerta a replantear cómo se están gestionando el resto de museos andaluces. Si el Picasso, que depende de la Junta de Andalucía, puede alcanzar esa cifra, es evidente que otros museos como el Bellas Artes de Sevilla también deberían hacerlo. También podríamos hablar sobre la situación de muchos de nuestros museos, casi todos ellos necesitados de obras y mejoras (el Arqueológico de Córdoba está a medio hacer, el de Granada está cerrado, el de Sevilla pendiente de una reforma que nunca llega, el de Costumbres Populares con toda su planta principal cerrada desde hace diez años...). Incluso los recién inaugurados no se libran de los problemas. El C3A no termina de despegar y el Museo Ibero de Jaén está recibiendo muchas críticas al haberse inaugurado sin colección permanente. Dar datos de crecimiento siempre es muy goloso para los políticos, pero esos datos deberían ir acompañados de autocrítica y, sobre todo, de un compromiso para mejorar y apostar por los equipamientos culturales. De lo contrario, esas cifras que se venden como un logro en 2017 podrían caer estrepitosamente en 2018. Acabamos de empezar el año y estamos a tiempo de corregir muchos errores, ojalá el año que viene por estas fechas podamos estar hablando de nuevo de museos pero por otras muchas cualidades más allá del número de visitantes.

3 comentarios:

Gabriel M. dijo...

Yo sigo creyendo que las colecciones de arte públicas deben estar cuidadosamente expuestas al público como contenido de edificios patrimoniales, pero sin que lleguemos a hacer de todo eso un 'red de museos', con todos los gastos que esto conlleva, además de ser algo que no debemos pagar entre todos. Precisamente, el Picasso Málaga logra esas cifras porque sí es un museo moderno con sus actividades y sus exposiciones temporales de envergadura, de carácter público-privado (en su caso la Administración debería limitarse a colaborar aportando el Palacio donde se aloja y poco más).

Guillermo Daza dijo...

Además de la gestión en los diferentes museos, sería interesante también. saber los datos de la inversión económica que la Junta realiza en cada museo, pues, en otros ámbitos ,el desnivel económico y el trato, en diferentes provincias, está muy desigualado en los últimos años, y Sevilla precisamente no viene saliendo muy beneficiada.

mataiotes dijo...

Pues los datos del Picasito son una catástrofe. 4 millones de presupuesto para 635.000 visitantes. El Bellas Artes de Sevilla con unos ridículos 775. 000 euros de presupuesto obtiene la mitad larga de visitantes. Un fracaso del museíto mimado. Donde cada visitante sale a casi 7 euros pagados por todos los andaluces . Mucho mas rentable el museo sevillano, a 2 euros por visitante nos cuesta.