sábado, 30 de diciembre de 2017

Cerrando el año con un sueño

Cubierta y lámpara del Gran Teatro Cervantes


Quiero terminar el año contándoos un sueño. Anoche fui a ver 'El Gran Showman' al Cine Cervantes y mientras vuelvo a escuchar la banda sonora de esta fantástica película no puedo evitar rememorar lo que siento cada vez que entro en ese cine. El Gran Teatro Cervantes es a día de hoy el edificio de espectáculos más antiguo de los que se conservan en Sevilla. Inaugurado en 1873, es un diseño de Juan Talavera de la Vega. Apenas veinte años después el Teatro sufre su primera reforma, realizada entre 1896 y 1909. En ese momento se actúa en el escenario, se reducen los palcos y se sustituye el alumbrado de gas por el eléctrico. Casi medio siglo después se lleva a cabo otra profunda reforma que elimina parte del encanto del teatro para darle el aspecto actual ya como cine. En los años cincuenta Alberto Balbontín de Orta y Antonio Delgado Roig modifican el vestíbulo, el escenario, los camerinos y la fachada. Es en este momento cuando se instala la lámpara de araña de Vicente Cebriá que sigue estando sobre el patio de butacas.



2018 debería ser el año en el que por fin la Junta de Andalucía se pronuncie sobre la declaración como Bien de Interés Cultural de este edificio. Razones no le faltan. El Gran Teatro Cervantes de Sevilla es coetáneo a otros templos europeos dedicados a las artes escénicas como la Ópera Garnier de París (inaugurada en 1875) o la Sala Dorada de la Musikverein de Viena (abierta al público en enero de 1870). El hecho de que siga existiendo después de más de un siglo es prácticamente un milagro, teniendo en cuenta que todos los teatros decimonónicos y de principios de siglo XX con que contaba Sevilla han desaparecido. Su protección y puesta en valor es una asignatura pendiente que no podemos retrasar más. El siguiente paso debe ser su recuperación.

Ayer, mientras quedaba maravillado con los números musicales de 'El Gran Showman' (si os gustó Moulin Rouge, tenéis que ver esta película) miraba hacia los palcos, hacia la maltrecha lámpara y las manchas de humedad de la cubierta del teatro. 'El Gran Showman' se desarrolla en gran parte dentro de un teatro y está ambientada en la segunda mitad del siglo XIX. Poder ver esta película en un edificio de esa época es un gran privilegio que hay que aprovechar

Desde hace muchos años (y así ha quedado reflejado en este Blog donde le he dedicado múltiples artículos) sueño con ver el Gran Teatro Cervantes restaurado y con una programación estable en la que tengan cabida múltiples propuestas escénicas. Mi sueño va más allá, me imagino una recuperación íntegra del edificio que sirva para recuperar aquellos elementos perdidos, como la fachada, el vestíbulo (existen imágenes de cómo era) o la gran lámpara de araña. Como colofón de la intervención siempre he imaginado una intervención artística en el techo del patio de butacas al estilo de la que hizo en su momento Marc Chagall para la Ópera de París, una actuación contemporánea que de color al teatro, una alegoría contemporánea de las artes que se convierta en el nuevo símbolo del Gran Teatro Cervantes.

Con este sueño despido 2017. Espero seguir contando con vosotros en 2018. ¡Feliz Año Nuevo!

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