Las obras de recuperación de los balcones, rejas y cornisas de maderas nobles del Pabellón de Cuba de 1929 culminaron hace unas semanas y han devuelto toda su belleza a uno de los edificios más desconocidos de cuantos se construyeron para la Exposición Iberoamericana.
La herida de la independencia aún estaba muy reciente cuando en 1911 se cursó una primera invitación a la nueva nación cubana para que participase en el Certamen, por lo que el Gobierno de la Isla declinó formar parte del mismo. El retraso en la inauguración de la Exposición contribuyó a que se acercaran las posturas y finalmente Cuba decidió construir su propio pabellón, que fue encargado a los arquitectos cubanos Evelio Govantes y Félix Cabarrocas. El diseño se basó en la arquitectura local, recreando diferentes elementos propios de la arquitectura isleña como el porche delantero o el uso de la madera, que se convertirá en la auténtica protagonista de la decoración tanto interior como exterior del edificio.
Fachada principal del edificio con un magnífico ejemplar de 'árbol botella' |
El paso del tiempo, las inclemencias meteorológicas y la presencia de aves habían afectado en exceso a los elementos de madera que decoran balcones y cornisas, por lo que la Junta de Andalucía ha llevado a cabo su restauración. En la actualidad el edificio está ocupado por la Agencia Andaluza para la Cooperación Internacional y el Desarrollo.
Más información sobre el Pabellón de Cuba en el Blog sobre la Exposición Iberoamericana de 1929 (enlace)
No hay comentarios:
Publicar un comentario