Cuando viajo, algo en lo que siempre me fijo es en los parques y jardines de las ciudades que visito. Paseando por las zonas verdes de un sitio te puedes hacer una idea bastante aproximada del civismo de sus habitantes y de la calidad de los servicios municipales. En esta última entrada dedicada a Málaga no podía dejar pasar la oportunidad de hablar de sus zonas verdes, o al menos las que he podido visitar. Si el pasado jueves veíamos las actuaciones llevadas a cabo en los antiguos muelles industriales de Málaga, hoy nos centramos en dos zonas verdes completamente diferentes, el Paseo de España, junto al Ayuntamiento, y el Parque del Oeste, en una zona algo alejada del centro histórico.
El Paseo de España se engloba dentro de una gran zona verde que se desarrolla paralela al Paseo del Parque, donde se ubican los edificios del Ayuntamiento o la sede del Banco de España. Se trata de una alargada zona verde diseñada a finales del siglo XIX por impulso de Cánovas del Castillo y que buscaba ganarle varios metros al mar para crear un nuevo frente marítimo para la ciudad. Los trabajos se fueron alargando hasta los años veinte del siglo pasado y entre los diferentes arquitectos que participaron en su diseño destaca la figura de Joaquín de Rucoba.
El parque es una auténtica maravilla y un buen ejemplo de jardín de flora subtropical. Además de las especies vegetales que habitan en él, el sinuoso recorrido se ve salpicado por distintas fuentes y esculturas que amenizan el paseo. Sin duda lo que más llama la atención es la frondosidad de la vegetación y el mantenimiento del parque y más teniendo en cuenta que no tiene cierre alguno y que está abierto las 24 horas del día. Seguramente tendrá sus episodios de vandalismo pero el cuidado es tan exquisito que apenas hay un centímetro cuadrado libre, todo está perfectamente cuidado y los parterres repletos de plantas tanto de temporada como perennes. Viendo este parque se observa lo que es un trabajo bien hecho. Por establecer algún paralelismo con Sevilla, el Parque malagueño me recordó mucho a nuestro Paseo de Catalina de Ribera y Jardines de Murillo, pero la diferencia es abismal. Mientras que en Málaga lo que predomina es el frescor, el verde y la variedad de especies, en nuestra zona verde lo que predomina es el albero, los árboles secos sin reponer, la falta de sombra y los parterres con el mínimo número de especies posible para que no haya mucho que cuidar. En Málaga se apuesta por mantener las zonas verdes, en Sevilla simplemente las dejamos estar. Y ya si lo comparamos con el Jardín Americano...
De un jardín histórico pasamos a uno completamente contemporáneo, el Parque del Oeste, ubicado a unos 45 minutos andando del centro histórico. He de reconocer que no tenía constancia de la existencia de esta zona verde, pero tras ver el folleto (sí, sí, folleto) en la oficina de Turismo decidí visitarlo atraído por su colección de esculturas.
En este caso sí estamos ante un recinto vallado y con un diseño radicalmente diferente al anterior. El Parque del Oeste es más un jardín urbano pensado para el ocio que un jardín botánico al uso.
El origen del parque se sitúa en el año 1988 cuando el Ayuntamiento le encarga su diseño al arquitecto Eduardo Serrano. El objetivo del proyecto era dotar a este barrio de Málaga de una amplia zona verde donde se conjugasen diferentes usos y espacios, de modo que se convirtiera en el ágora pública del barrio. Con el paso de los años el parque ha ido creciendo en tamaño hasta alcanzar los 74.000 metros cuadrados, inaugurándose la última ampliación en el año 2005 según proyecto del arquitecto Eduardo Rojas.
Quizás lo más llamativo del Parque sea la colección de 45 esculturas del artista alemán afincado en Málaga Stefan von Reiswitz, pero la multitud de espacios (canchas deportivas, centro cívico, lagos, merenderos, zoológico, zona para perros...) hace del Parque del Oeste un espacio vivo al servicio de la ciudadanía. Se trata de una zona verde abierta, de diseño y que busca el uso intensivo en cualquier época del año y a cualquier hora del día. Es un parque para pasearlo, pero también para vivirlo y disfrutarlo. Por su morfología podríamos compararlo con el recientemente inaugurado Parque del antiguo cauce del Guadaíra, en Sevilla, donde no se atisba diseño alguno, simplemente amplias praderas con árboles donde falta el uso ciudadano como ya apuntamos cuando se inauguró.
Para cerrar la entrada añado un par de fotografías de otras zonas de Málaga como la Plaza de Uncibay donde nos encontramos varias esculturas de José López-García Seguiri, artista del que también tenemos obra en Sevilla.
O esta otra de la recientemente peatonalizada calle Tomás de Heredia donde se ha añadido un sencillo a la par que agradable jardín con una serie de bancos. Un detalle mínimo pero que aporta un interesante toque a la calle.
2 comentarios:
Para la próxima visita te recomiendo otro singular espacio verde de Málaga, bastante alejado del centro pero con unas vistas extraordinarias de toda la ciudad: el Jardín Botánico de la Concepción (http://laconcepcion.malaga.eu/), un gran espacio verde con multitud de especies exóticas y una fascinante historia detrás.
Hay también visitas nocturnas -en verano además son teatralizadas, tan de moda últimamente- que permiten disfrutar del frescor del jardín y de una vista increíble de Málaga iluminada.
Relacionado con el tema de las visitas nocturnas y de la actividad cultural en Málaga, te aconsejo también que eches un ojo a la Asociación Zegri que hace un trabajo extraordinario por la cultura malagueña.
Aprovecho para felicitarte por tu blog, que cubre de manera detallada, crítica y proactiva muchísimos aspectos culturales, urbanos y arquitectónicos de nuestra ciudad como poco otros medios hacen. Te animo a que sigas con tu labor que nos permite a muchos seguir una actualidad de la que es difícil estar al tanto sin medios como el tuyo.
Muchas gracias y un saludo.
Muchas gracias por tus palabras hacia el Blog y por tus recomendaciones. La verdad es que tengo apuntada la visita a los Jardines de la Concepción, me han hablado de ellos y me han dicho que son una maravilla.
¡Un saludo!
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