Antes y después del mosaico romano destruido. Fuente: ecijaweb.com |
Cuando las terribles imágenes de la destrucción de varios yacimientos arqueológicos en Oriente Medio han conmocionado a medio mundo resulta todavía más inverosímil comprender situaciones como la ocurrida la madrugada del lunes al martes en Écija. El yacimiento de Plaza de Armas, en el que actualmente se sigue trabajando, fue brutalmente atacado y varios restos han sufrido daños irreversibles. Se trata del mismo recinto en el que hace unas semanas aparecieron los restos de un edificio de grandes dimensiones que conserva pinturas murales y pavimentos ricamente decorados. Entre los restos expoliados destaca un mosaico único en el mundo que representaba un curioso efecto óptico por el que dependiendo del punto de vista del observador se contemplaba un joven o un anciano. Tal y como se puede ver en las imágenes que ilustran el post el mosaico ha sido totalmente destruido con saña eliminando para siempre un elemento de incalculable valor. El responsable de la campaña arqueológica, Sergio García-Dilz ha calificado los hechos como "un acto criminal premeditado contra un patrimonio de la Humanidad".
El ataque ha afectado a otras zonas del yacimiento excavadas entre 1999 y 2000. En una de las domus romanas una de las columnas del impluvium ha sido arrancada y derribada, destrozando parte del pavimento sobre el que ha caído. Pero hay más, también se ha profanado una tumba de origen islámico extendiéndose los restos óseos por diferentes zonas del yacimiento. Ante la evidencia de que los autores del destrozo podrían regresar (se ha intentado destruir un segundo mosaico) el Ayuntamiento ha decidido establecer un dispositivo de vigilancia especial para evitar nuevos atentados mientras la Policía investiga a los autores del destrozo que podrían haber quedado reflejados en las cámaras de seguridad del recinto.
Ante hechos como los descritos son muchas las preguntas que se plantea cualquier persona con un mínimo de sensibilidad. La primera es qué clase de individuo se cuela en un yacimiento arqueológico con el único fin de destruir un patrimonio que es de todos. La segunda es más práctica, ¿estaban bien vigilados estos restos? ¿Se podría haber hecho más para garantizar su seguridad? El recinto cuenta con un sistema de cámaras de seguridad y su correspondiente cierre hacia el exterior; si bien podría haber tenido vigilancia permanente las 24 horas del día, la solución a estos desmanes no es establecer un estado policial en el que tengamos un guardia en cada esquina sino educar en valores cívicos y lo más importante, que los responsables de estos hechos no queden impunes. La educación, la solidaridad y el respeto deben ser el principal pilar sobre el que se asiente cualquier sociedad civilizada y avanzada. La destrucción de estos restos debe ser condenada enérgicamente y la sociedad no puede ver esto como un hecho aislado, sino como un síntoma de que no estamos haciendo bien las cosas.
Fuente: ecijaweb.com y EuropaPress
1 comentario:
Coincido plenamente contigo. Que se robe un patrimonio que es de todos no es de recibo, ni admite disculpa alguna, aunque se comprende porque detrás hay un componente económico. Pero destruir por destruir, hacer daño gratuitamente, es de ser un enfermo o, peor aun, un vándalo.
Lo de la falta de vigilancia por parte de las autoridad es predicar en el desierto.
Saludos, amigo.
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