Pasear por el Parque de María Luisa es una delicia en cualquier época del año, pero en verano se vuelve una necesidad. Atravesarlo o recorrerlo supone una diferencia de temperatura con respecto al exterior de varios grados que se agradecen cuando el sol aprieta y se alcanzan los treinta y tantos. Cuando caminas por sus calles y avenidas, completamente en sombra, te preguntas ¿por qué el resto de Sevilla no está así? Un parque es un parque, claro está, los árboles crecen con mayor libertad pero hay calles y avenidas de la ciudad que bien podrían tener el mismo aspecto que estas imágenes.
¿Os imagináis la calle Asunción, por poner un ejemplo, completamente sombreada por los árboles? ¿O la avenida Menéndez y Pelayo bajo una bóveda verde? Sin duda viviríamos en una ciudad mucho más saludable, no sólo por el CO2 que eliminarían los árboles, sino por no estar tan expuestos al sol y sus efectos nocivos. Claro está que para ello necesitaríamos un verdadero interés por parte del Ayuntamiento en el cuidado de nuestro patrimonio verde, algo que en Sevilla brilla por su ausencia como podemos comprobar diariamente. La semana pasada desde el Ayuntamiento se felicitaban por haber podado más árboles que nunca, miles de ellos al año. Lo que no explican es que la mayoría de esas podas son dañinas y las culpables de que luego los árboles enfermen y se caigan cuando llega un temporal. Lo importante, como dice el dicho, es la calidad, no la cantidad.
1 comentario:
Toda la razón del mundo, me gustaría saber qué piensan desde el ayuntamiento...
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