La verdad es que no recuerdo si el Ayuntamiento había solicitado con anterioridad la rehabilitación del Museo Arqueológico al Ministerio de Cultura. Imagino que sí. O tal vez no. De cualquier modo es algo que se debería pedir todos los meses, hasta que nos hicieran caso y se solucionara de una vez por todas la cochambrosa situación que padece ese barco a la deriva que subsiste a duras penas en el Parque de María Luisa. Ayer el pleno municipal aprobó por unanimidad solicitar tanto al Ministerio como a la Junta de Andalucía que se aceleren los trámites para actuar en el Arqueológico. ¿Se oirán estas peticiones en Madrid?
El proyecto de intervención, firmado por Vázquez Consuegra, lleva entregado años. De hecho, la inactividad en el Arqueológico no es algo que se pueda achacar al actual Gobierno Central, ni a la crisis. Los problemas empezaron hace muchos años, ha cambiado el Gobierno, hemos tenido varios ministros de Cultura y la situación es la misma. Recuerdo incluso cuando en una visita a Sevilla de la famosa ministra González Sinde (famosa por lo criticado que fue su paso por las dependencias de Cultura) se le preguntó por este asunto y puso cara de póker.
La cuestión es que uno de los mejores museos españoles, con una colección formidable, se muere lentamente en la Plaza de América. Mientras tanto, nos llegan noticias e imágenes de la remodelación que han practicado dos arquitectos sevillanos, Antonio Cruz y Antonio Ortiz, en el Rijksmuseum de Amsterdam. Otro mundo, otra división.
Una situación lamentable que, desgraciadamente, está lejos de solucionarse. Hace años por inactividad, hoy por esta crisis galopante que amenaza con llevárselo todo por delante.
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