El alcalde de Sevilla ha presentado esta mañana un nuevo proyecto con el que pretende seguir explotando el atractivo turístico de la ciudad. Se trata del Centro de Tradiciones Sevillanas, un espacio de 4.300 metros cuadrados que contaría con una inversión de 7,5 millones de euros.
La ubicación de este nuevo proyecto no puede ser más atractiva, junto a la Casa de la Moneda, en la calle Santander, en un solar conocido como Corral de las Herrerías por ser el uso que tuvo este espacio durante siglos, un corral de vecinos construido en el siglo XVII y de cuya historia nos ilustra el Blog Sevillanadas.
Este goloso solar se utiliza desde hace años como aparcamiento en superficie y llegó a contar con una propuesta de gran calado cultural, un gran espacio escénico dedicado íntegramente al Flamenco, con espectáculos de calidad que ofrecieran una oferta de la que actualmente la ciudad está bastante escasa.
¿Y qué nos propone el Ayuntamiento? Pues incidir en el tópico. Este nuevo centro, que se ofrecerá a la inversión privada para que lo construya, gestione y explote, ofrecerá hitos culturales de gran trascendencia como "recrear la Feria de Abril o una Velá". Todo un referente. Salvando las distancias, recuerda bastante a la iniciativa que tuvo el Ayuntamiento hace unos años cuando se proyectó junto a las Naves del Barranco el Centro de Interpretación de la Semana Santa.
El proyecto presentado por el Ayuntamiento (que aún tendrá que pasar los trámites de la Comisión Provincial de Patrimonio y conseguir inversores) albergará, como no, un aparcamiento subterráneo, salas para exposiciones y un gran patio para representaciones escénicas al mismo tiempo que pone en valor las murallas de la ciudad que se conservan en esta zona.
A la espera de conocer más detalles sobre el proyecto, se echa en falta algo más de imaginación por parte de nuestro Ayuntamiento a la hora de hipotecar los pocos solares que quedan en el centro histórico.
1 comentario:
Ese es el problema de Juaninasio: tomar un lugar de propiedad municipal y "ponerlo en valor", o sea, inventarse algún uso (generalmente más que discutible) y ofrecerlo a la inversión privada que, como todos sabemos, es muy serie y formal.
Francamente, para este viaje no hacen falta alforjas.
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