miércoles, 10 de octubre de 2012

Sevilla oculta: Capilla Real de la Catedral


La Capilla Real de la Catedral de Sevilla es uno de los recintos más espectaculares de cuántos asesora el patrimonio hispalense. Es también, quizás por su limitado horario, uno de los más desconocidos.


La Capilla Real es el principal motivo de que tengamos una catedral atípica. La catedral de Sevilla se inicia hacia 1430 por los pies del templo, derribando la antigua mezquita conforme iban avanzando las obras. Esto supuso un cambio sustancial en el planteamiento constructivo de una iglesia ya que la zona por la que siempre se empezaban las obras era la cabecera, para que una vez terminada esta parte se pudiera consagrar el templo. En Sevilla hubo un problema. La Capilla Real ya existía adosada a la mezquita y la Corona no dio consentimiento para que se derribara. Allí estaban enterrados los reyes Fernando III y Alfonso X 'el Sabio' junto con su mujer, la reina Beatriz de Suabia.




A mediados del siglo XVI la construcción de la catedral ya había llegado a la cabecera. Se había terminado la Sacristía Mayor de Diego de Riaño y urgía la construcción de otras zonas de gran utilidad litúrgica como la Sala Capitular, las salas para el Cabildo o la propia Capilla Real. De todas estas salas se encargó Martín de Gaínza, continuador de la labor de Riaño, y porteriormente Hernán Ruíz II.


En la Capilla Real nos encontramos a la patrona de la Archidiócesis de Sevilla, la Virgen de los Reyes, talla medieval anónima que tiene a sus pies la urna de plata con los restos de San Fernando. En los laterales, los sepulcros de Alfonso X y la reina Beatriz de Suabia con esculturas de mediados del siglo XX.


Si bien la construcción de la Capilla Real fue una empresa relativamente rápida (entre 1551 y 1556) los añadidos posteriores son constantes resaltando la labor de Sebastián van der Borcht en el siglo XVIII que reconstruye la linterna tras el terremoto de Lisboa y diseña la reja que cierra el conjunto, una soberbia pieza rematada con la figura de San Fernando a caballo.


La última reforma se ha llevado a cabo hace apenas unos meses. Durante el año que transcurre entre agosto de 2011 y el verano de 2012 se renovó toda la solería de la capilla respetando y restaurando el rosetón central. Durante las obras se ha aprovechado para investigar el subsuelo, apareciendo la solería primitiva de la cabecera gótica anterior a la actual Capilla Real e incluso los anclajes del panteón real donde estuvo San Fernando.



La Capilla Real es un magnífico ejemplo del Renacimiento español, un estilo que está perfectamente representado en Sevilla gracias a las Casas Consistoriales, la Catedral, el Archivo de Indias o el Hospital de las Cinco Llagas.


Con este reportaje damos a conocer otro rincón exquisito de nuestra ciudad, una urbe en la que nunca es tarde para conocer nuevos detalles.


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