sábado, 13 de octubre de 2012

Jonathan Brown se baja del burro

Ha costado, pero el que durante años ha negado en repetidas ocasiones que el Santa Rufina que el Centro Diego Velázquez de Sevilla atesora como su gran joya velazqueña pertenezca al pintor sevillano, ha cambiado de opinión. Desde la cátedra que dirige en el Museo del Prado ha afirmado que "los investigadores también se pueden equivocar" y ha dado un sí sin condiciones a la autoría del cuadro. 

Con este cambio de postura, Brown se suma al elevado número de expertos que nunca dudaron de que el Santa Rufina fuera obra de Velázquez. Tras el visto bueno del reconocido y reputado experto en pintura española, se despejan todas las dudas sobre el bello lienzo y ahora sólo resta que la ciudad de Sevilla la acoja como merece. Santa Rufina bien podría convertirse, como ya se ha apuntado en Cultura de Sevilla en más de una ocasión, en nuestra Gioconda particular. Pero para ello hace falta que los sevillanos la valoren y la conozcan, y que se realice una verdadera campaña de difusión de nuestro patrimonio. Sevilla es una capital cultural de primer orden, lo que falta es que nos demos cuenta de una vez y empecemos a difundirla como tal.


1 comentario:

Boro dijo...

A decir verdad, hemos de dar las gracias a Brown por haber mantenido su postura en el caso de la Santa Rufina y a Pérez Sánchez por hacer lo propio en el caso de la Inmaculada también adquirida por Focus. Ambos mantuvieron su independencia pese a las presiones de las casas de subastas y ambos consiguieron que los precios de las respectivas obras bajaran tanto que hoy puedan verse en Sevilla. Con unanimidad en la atribución la Inmaculada estaría en el Louvre y la Santa Rufina seguramente en el museo Getty de L.A. Quien seguramente no esté muy contento con esta rectificación sea el anterior propietario de la Santa Rufina.