Barcelona'92 vs. Sevilla'92

Ayer, 25 de julio, se conmemoraba el XX aniversario de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Reportajes en los telediarios nacionales, en los periódicos, un documental específico de TVE, la inauguración de una escultura de Rosa Serra junto al Museo Olímpico de Barcelona (sí, sí, tienen un museo olímpico) o la participación de personalidades del mundo del deporte y la política en un paseo de la antorcha olímpica por la calles de la ciudad condal son algunas de las actividades organizadas para festejar el aniversario. En los actos organizados en Barcelona no sólo han participado las instituciones públicas, sino que se ha vendido la imagen de los Juegos del 92 como el renacer y la apertura al mundo de un país que acababa de salir de una Dictadura.

¿Y Sevilla qué? Como pocos parecen recordar, en aquél mismo año de 1992 también se celebró la Exposición Universal en la capital andaluza, el aniversario de su inauguración fue el 20 de abril y pasó sin pena ni gloria por telediarios y periódicos nacionales. Las propias instituciones sevillanas y andaluzas (con el Ayuntamiento a la cabeza) ignoraron la efemérides y si no fuera por la sociedad civil no se habrían celebrado apenas actos conmemorativos. 

En momentos así me pregunto por qué ese continuo desprecio hacia Sevilla. Los Juegos Olímpicos fueron importantes, sí, pero también lo fue la Exposición Universal. Por ello es de agradecer que entidades ciudadanas como la Asociación Legado Expo, el Círculo Mercantil o Cartuja 93 hayan colaborado en el XX Aniversario de la Muestra Universal. Los políticos, una vez más, no han estado a la altura de las circunstancias. Y la imagen la vimos ayer, con Pascual Maragall y Jordi Pujol, entre otros, portando la antorcha olímpica. En Sevilla, el 20 de abril pasado, nuestros políticos tendrían mejores cosas que hacer... fundamentalmente prepararse para la Feria. Pero no nos preocupemos, Zoido ya lucha para que Sevilla sea reconocida internacionalmente como la Capital de Tapa por la Unesco. Qué gran futuro nos espera.