La actual sede de las facultades de Derecho y Ciencias del Trabajo de la Universidad de Sevilla se ubica en el complejo de edificios que conformaron la antigua fábrica de Cross Pirotecnia. Las primeras construcciones se remontan a 1847, siendo un proyecto de Manuel Portillo Navarrete. Con el paso del tiempo fueron necesarias nuevas dependencias para la fábrica de armamento, construyéndose nuevos edificios que respondían al gusto estético de cada época. Así, destaca la torre del Reloj levantada en 1937 en estilo Art Decó, siendo una de las últimas construcciones que se añaden a la fábrica antes de su reconversión en cuartel tras el cierre de la factoría.
En los años cuarenta el arquitecto Juan Talavera y Heredia emprendió una gran remodelación del conjunto de edificios. Sería la última intervención antes del definitivo abandono acontecido en 1967. Tras años de abandono -y expolio, no lo olvidemos- la Universidad de Sevilla decidió remodelar lo que quedaba para ubicar las dos citadas facultades. Poco es lo que se conserva del edificio original, no hay más que ver fotografías antiguas para comprobar las pérdidas, como los cañones que decoraban la puerta de acceso o la fantástica chimenea de madera y azulejos que desapareció no hace tantos años sin que nadie denunciase su destrucción.
En el interior del edificio principal, donde se concentran las dependencias administrativas de la Facultad de Derecho, nos encontramos esta maravillosa escalera de mármoles rojo y negro, posiblemente fruto de la remodelación que hizo Talavera y que bebe de otras escaleras monumentales de la ciudad como la del Archivo de Indias o la del Palacio de San Telmo construidas por Lucas Cintora en el siglo XVIII.
Sin duda todo un descubrimiento y uno de los detalles más interesantes del edificio, cuya fachada decorada con bombas humeantes, da una idea del sentido estético con que se planteaban este tipo de construcciones fabriles en las que la arquitectura ecléctica fue seña de identidad.
En esta escalera también se aprecian las pérdidas sufridas durante tantos años de abandono y expolio, como la vidriera ya inexistente de la ventana o el pasamanos, que sólo se conserva original en la parte superior, habiendo sido sustituido en el resto de tramos de la escalera por uno metálico.
La fábrica de Pirotecnia Cross alberga otra gran sorpresa que desvelaremos en un futuro reportaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario