El cierre al tráfico de uno de los márgenes de la Plaza de San Leandro me ha hecho recordar la Plaza de Jado, en Bilbao. Cuando visité hace ya varios años la capital vasca me topé por casualidad con este espacio que enseguida me enamoró. Al estar relativamente cerca del hotel donde me alojaba, prácticamente pasaba por ella cada día y no dudaba en sentarme en uno de sus bancos para consultar el mapa o anotar lo que había visitado ese día (tengo la costumbre de llevar una libreta cuando viajo y voy apuntando las cosas que visito o me llaman la atención).
Plaza de Jado, Bilbao |
La plaza de Jado se encuentra muy cerca de la céntrica plaza de Moyúa, epicentro del ensanche bilbaíno. La plaza fue creada como tal en 1948 pero entre los años 2005 y 2007 se llevó a cabo una profunda remodelación de la misma para ampliar al máximo el espacio peatonal y crear nuevas zonas de estancia y jardines. El tráfico quedó reducido a un único carril y la intervención se culminó con la instalación de una fuente ornamental realizada en mármol de Macael que llegó a obtener el premio que concede la Asociación de Empresarios del Mármol de Andalucía.
Nada más conocer esta pequeña plaza establecí cierto paralelismo con nuestra plaza de San Leandro: ambas son de planta triangular, soportan o soportaban un tráfico perimetral que aísla la zona interior, cuentan con una fuente y son espacios relativamente tranquilos al encontrarse en una zona residencial alejada de otros espacios más bulliciosos del centro histórico. La gran diferencia entre ambas es, precisamente, el tráfico. La peatonalización de una parte de la plaza de San Leandro abre la vía a rediseñar este espacio para que se convierta en una zona de estancia que bien podría ampliar su influencia hacia la calle Cardenal Cervantes y Carrión Mejías por un lado y hacia la plaza de San Ildefonso por el otro, creándose un espacio de preferencia peatonal donde prime el verde y se ofrezca un remanso de paz a vecinos y transeúntes.
* Espero que estas imágenes sirvan para que nos hagamos una idea de cómo podría quedar la plaza de San Leandro si se llevase a cabo un proyecto integral de calidad y no un mero enlosado para colocar veladores.
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