Las obras para convertir la antigua Casa del Portero en una pequeña hospedería regentada por las monjas del convento de San Leandro prosiguen en el interior mientras ya ha sido recuperada la puerta del compás, con acceso desde la Plaza de San Ildefonso.
A principios del pasado 2018 comenzaban las obras de recuperación de una zona clausurada por riesgo de derrumbe para instalar seis pequeños apartamentos con los que la comunidad agustina pretende hacer frente a los graves problemas económicos que atraviesa desde hace unos años. Los continuos frentes abiertos en un edificio centenario como San Leandro (su ubicación actual data de 1369) hacen necesaria una constante inversión económica en mantenimiento que hasta ahora las monjas sólo podían afrontar con la venta de dulces, algo completamente inviable. El Ayuntamiento ejecutó hace unos años el arreglo de las cubiertas de la iglesia y de la fachada que da hacia la plaza de San Leandro, pero los problemas se multiplican en este Bien de Interés Cultural. La hospedería podría resolver en parte la situación, pero para poder terminar las obras las monjas necesitan la ayuda de la ciudadanía, bien a través de la compra de dulces o haciendo una donación en la cuenta habilitada por el convento.
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