jueves, 9 de agosto de 2018

Glorieta de Covadonga, una propuesta de mejora urbana

Glorieta de Covadonga en el Parque de María Luisa con el Pabellón de la Prensa de 1929


Uno de mis lugares favoritos de la ciudad es la Glorieta de Covadonga. Para aquellos que no la conozcan es un espacio relativamente grande del Parque de María Luisa muy próximo a la Plaza de España. Desde hace unos meses el cierre perimetral de esta glorieta ha hecho que deje de ser usada como aparcamiento y entre a formar parte del propio parque, pero sin duda sigue siendo un espacio desangelado.



'El Arte', de Coullaut Valera, con el Pabellón Domecq de fondo


La Glorieta de Covadonga forma parte del diseño original del recinto de la Exposición Iberoamericana pero su diseño se postergó tanto en el tiempo que terminó convertida más en una zona de paso que en un lugar de estancia. Junto a ella se levantan tres de los pabellones de la Muestra de 1929, el Pabellón de la Prensa, el de Telefónica y el Domecq. Para su decoración se reutilizaron cuatro conjuntos escultóricos que estaban planteados para el vestíbulo del Pabellón de Bellas Artes, hoy Museo Arqueológico. Si tenéis en mente la Sala Oval del Museo, donde se encuentran las esculturas de Adriano y Trajano, quizás recordéis que la sala tiene cuatro hornacinas en sus muros. En ellas iban los cuatro conjuntos escultóricos que hoy decoran la Glorieta de Covadonga: La Ciencia, El Trabajo, El Genio y El Arte, los dos primeros los hizo Manuel Delgado Brackenbury y los otros dos Lorenzo Coullaut Valera. Finalmente se desechó la idea de ubicarlos dentro del edificio y acabaron instalados en la Glorieta en 1919.


'El Genio', de Lorenzo Coullaut Valera

Durante años esta zona del Parque ha servido como aparcamiento indiscriminado, restando monumentalidad a un espacio que pasa completamente desapercibido para sevillanos y visitantes. Para mí, sin embargo, siempre ha sido un espacio con enormes posibilidades. Forma parte de un paseo que comienza en la Glorieta de San Diego, prosigue por la avenida de Isabel la Católica (delante de la Plaza de España) y culmina en la Plaza de América, justo detrás del Pabellón Real. Cuenta con un acceso por la avenida de la Borbolla y, con un proyecto urbanístico atractivo, se podría convertir en uno de los principales accesos al Parque de María Luisa.


Una de las fuentes de la Place de la Concorde de París, obra de Jacques Ignace Hittorff (1840). Fuente imagen


Siempre me he imaginado este espacio con un elemento en el centro que le otorgue una mayor visibilidad y que dialogue con los cuatro conjuntos escultóricos que lo decoran. Después de años de pasar una y otra vez por la Glorieta me he hecho en mi cabeza un diseño ideal de lo que podría llegar a ser y siempre termino en la misma conclusión, la Glorieta necesita 'algo' en el centro. Un 'algo' que te obligue a no atravesar el espacio por medio, sino a rodearlo para romper el eje lineal actual y de ese modo dar mayor presencia a los conjuntos escultóricos. 'Algo' que contribuya a rellenar el vacío actual y sirva como referencia. ¿Y qué se podría poner? Pues personalmente me inclino por una fuente aunque no termino de decantarme por qué tipo. A veces, mientras paseo por allí me imagino una fuente al estilo de las de la Plaza de la Concordia de París o de Rossio en Lisboa, es decir, una fuente de varios pisos de altura, con sus esculturas y el agua cayendo de un plato a otro hasta desembocar en el mar principal. Un concepto más clásico para un espacio monumental. 


Fuente de Washington Square Park en Nueva York. Fuente imagen


Pero otras veces opto por algo más contemporáneo y sencillo, al estilo de la fuente de Washington Square Park en Nueva York, un sencillo vaso con una escalinata (algo por otro lado muy sevillano, como se puede ver en Los Venerables o en Los Terceros) que permita crear un lugar de estancia junto a la lámina de agua y uno o varios chorros de agua que asciendan generando ese elemento estructural del espacio.

En torno a la fuente se colocarían zonas ajardinadas con sus respectivos bancos y paseos, todo con un perfil lo suficientemente bajo como para no restar protagonismo a los cuatros conjuntos escultóricos. La intervención se remataría con una nivelación del terreno para eliminar los "acerados" de albero actuales y una intervención paisajística que recuperase la línea de arbolado en la calle que va hacia la Plaza de España y las palmeras en la que va hacia Plaza de América, generando así ejes de perspectiva que tuvieran su foco central en la nueva fuente. Incluso se podría plantear la eliminación del actual vallado para mejorar la permeabilidad de la Glorieta e incluirla por fin dentro del Parque de María Luisa, algo relativamente sencillo tras la instalación de la cancela en la Avenida de la Borbolla que permite seguir cerrando el espacio de noche.

3 comentarios:

Paco dijo...

Me parece una idea fantástica, porque se trata de embellecer un espacio que como dices está desangelado. A lo mejor el ayuntamiento lee tu blog y te hace caso.
Yo mismo he solicitado por twiter 2 cuestiones que también creo que ayudarían a mejorar la estética de la ciudad.
Una fue trasladar la fuente de la plaza de la Encarnación, que se encuentra bajo las setas completamente desapercibida, a la plaza de la contratación.
Otra fue quitar los palotes del tranvía que atraviesan el cruce del Prado. No se utilizan porque hasta la estación va sin cables y afean mucho el magnifico entorno.
Ni que decir tiene que no me han hecho caso. Pero alguna vez puede pitar la flauta.
Felicidades por tu blog.
Saludos,

Sergio Harillo dijo...

Hola Paco, el tema de la fuente de la Encarnación da para un encendido debate dependiendo de con quien hables. Cuando en su día se apuntó la idea de trasladarla a la Plaza de la Contratación me pareció una solución bastante acertada, tanto por la nula visibilidad que tiene ahora mismo en su ubicación como por la falta de un elemento central en la Plaza de la Contratación. Sin embargo hay acérrimos defensores de que la fuente se quede donde está. A mí, sinceramente, no me gusta donde está, creo que ha perdido ya su función de servir como centro de la plaza y teniendo en cuenta que en su día ya se movió de ubicación desde el interior del mercado a su posición actual, no veo mal otro cambio si redunda en su mejora. ¿Dónde se podría poner? Pues hay quien ha apuntado que dentro de la misma Plaza de la Encarnación se podría ubicar junto a la iglesia de la Anunciación, sustituyendo a una de las "fuentes" que se construyeron como elevaciones del terreno y que jamás han funcionado. De este modo se podría incluso utilizar la instalación ya hecha para conducir el agua hasta al fuente.

¡Un saludo y gracias por tu comentario!

Joaquín Lozano Torres dijo...

Verdaderamente en una ciudad como Sevilla, con su dura climatología durante buena parte del año, hacen falta fuentes y creo que, en esta plaza preciosa pero hueca, sería una magnífica iniciativa que se pudiera levantar una que diera frescor y alegría al lugar. Apoyo 100% la iniciativa.