Cada vez que se presenta un nuevo proyecto en el entorno de la estación de trenes de San Bernardo, en Viapol, me echo a temblar. Años y años de obras, reformas y proyectos inconexos han hecho de este espacio un vacío urbano incómodo, desagradable e inhóspito. Cada nueva construcción o reforma parece haber caído como un dado sobre un tablero: estación de tren, estación de metro, tranvía, paradas de autobús... Cada reforma se ha ido llevando por delante árboles y el espacio resultante es un área de grandes dimensiones cuyo máxima característica es la falta de sombra.
Recreación de la nueva bici estación junto a la boca de metro |
El Ayuntamiento acaba de sacar a licitación la primera bici estación de la ciudad, un edificio de 200 metros cuadrados que se ubicará junto al acceso a la estación de metro, en el espacio donde ahora mismo hay unas pérgolas abandonadas. El proyecto está presupuestado en 180.000 euros y permitirá que en su interior se puedan guardar, de forma segura, 250 bicicletas. Es una de las propuestas incluidas dentro del Plan de la Bicicleta 2020 que pretende fomentar el uso de este medio de transporte garantizando la seguridad de los usuarios. Según se recoge en la nota de prensa remitida por el Ayuntamiento "en el exterior del edificio se ha dispuesto una envolvente ajardinada con un sistema de riego por goteo generando un conjunto ambientalmente sostenible". Junto con la descripción del edificio se han distribuido varias imágenes que me generan muchísimas dudas sobre el proyecto. Si realmente va a contar con una envolvente vegetal, ¿por qué el render es tan básico? Y si sólo es un croquis volumétrico, ¿por qué tiene algunos detalles como ventanas?
A la espera de conocer el proyecto definitivo, no puedo más que sentir frustración ante una nueva oportunidad perdida de recuperar un espacio urbano que, por su ubicación y servicios, podría ser un área de centralidad no sólo de esta zona, sino de toda la ciudad. Ha llegado el momento de rediseñar Viapol para que deje de mostrar la imagen desértica que muestra a día de hoy. El reto se antoja complicado por la propia morfología del espacio, con los túneles del metro y de ferrocarriles debajo, pero sin duda como ciudad debemos empezar a adoptar medidas para eliminar este tipo de espacios insostenibles.
Paseo de Sant Joan, Barcelona. Ejemplo de integración de acerados y espacio vegetal |
¿Qué se podría hacer en Viapol? Lo primero es hacer un estudio para saber en qué puntos se pueden plantar árboles. Esto es básico para revegetar al máximo el espacio. Existen acerados donde se han ido retirando árboles y sus alcorques se han tapado. Esta práctica, tan extendida en Sevilla, está haciendo que cada vez haya menos alcorques vacíos en la ciudad, pero a cambio de reducir alarmantemente el número de árboles. A día de hoy, salir del metro en San Bernardo o esperar un autobús o el tranvía es sofocante al estar todos los medios de transporte en el centro de un espacio donde no existe sombra alguna.
Parterres ajardinados en el frente fluvial de Burdeos |
Lo siguiente que habría que estudiar es el tráfico. Viapol podría convertirse en una gran plaza en la que se incluyan tanto la estación de trenes como la del Metro y llegar hasta el tranvía, facilitando así la intermodalidad entre los diferentes medios de transporte. Además se podría estudiar si es necesario tal cantidad de carriles de tráfico o si se pueden ir reduciendo para ganar en espacio peatonal.
Proyecto NOVA, Yumbo (Colombia), de OPUS y Raíz Arquitectura. Fotografía de Sergio Gómez en Plataforma Arquitectura |
Por último, y no menos importante, es fundamental apostar por un diseño atractivo. Lo ideal sería convocar un concurso público en el que se planteasen diferentes opciones, quizás con participación de la Escuela de Arquitectura. En el nuevo diseño se deberían incluir elementos de sombra (pérgolas), zonas de estancia, parterres, jardines, fuentes e incluso alguna obra de arte urbano que contribuya a dar valor y personalidad a este espacio. El resultado podría ser una Plaza Nueva contemporánea que fomentase el encuentro de la ciudadanía.
'The Crown Fountain' en el Millennium Park de Chicago. El arte urbano como elemento de centralidad. Fuente |
El diseño debería dialogar con las calles y espacios adyacentes, de modo que se creasen itinerarios agradables, seguros y atractivos que comunicasen Viapol con las zonas verdes cercanas (Jardines de la Buhaira, alrededores de la estación de trenes e incluso el parque de Pirotecnia. Es incomprensible que en una ciudad como Sevilla sigamos, en pleno siglo XXI, con un urbanismo de mediados del siglo pasado. Empecemos ya a plantear una ciudad sostenible con unos espacios públicos agradables de los que la ciudadanía pueda sentirse orgullosa.
1 comentario:
Además de aumentar en integrar zonas vegetales, estoy de acuerdo contigo en que en esta plaza y otras muchas faltan elementos artísticos contemporáneos, . Parece que la Expo 92 no nos dejo huella al respecto. Os imagináis en esa zona la fuente de Soto o el fragmento del muro de Berlín que nos regaló Alemania, (que por cierto esta camuflado entre la vegetación de isla mágica).
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