lunes, 21 de mayo de 2018

El Parque Fernando de Magallanes abre sus puertas



El pasado viernes abría sus puertas al público el Parque Fernando de Magallanes en Puerta Triana. Con dos años de retraso (se anunció que las obras acabarían en la primavera de 2016), Sevilla estrena nueva zona verde con más de 40.000 metros cuadrados. El diseño del espacio ha correspondido al arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, que ha ideado un sencillo parque que conecta el complejo de Torre Sevilla con el río.





La remodelación de la zona sur de la Cartuja va avanzando poco a poco. Tras la inauguración de Torre Sevilla y CaixaForum, ahora le toca el turno a la zona verde que mira hacia el río. En las próximas semanas asistiremos a la puesta en marcha de las nuevas paradas del Consorcio de Transportes y aún está pendiente la inauguración del centro comercial. El Parque Fernando de Magallanes se asienta sobre la antigua Puerta de Triana de la Exposición Universal, un enorme espacio que durante años ha estado abandonado y ha servido como aparcamiento en superficie. Gracias a la inversión de 3'8 millones de euros aportada por CaixaBank el degradado solar ha dado paso a una gran zona verde donde se han plantado cerca de doscientos árboles que se suman a los doscientos existentes.





Si por algo se caracteriza el nuevo parque es por la sencillez del diseño. Una serie de caminos van rodeando grandes islas verdes donde se concentran árboles y palmeras. Los elementos más llamativos del espacio son la gran pérgola de 300 metros de largo ubicada en paralelo a la avenida de los Descubrimientos y las gradas que miran hacia el río. Se trata de una zona verde extremadamente sencilla, atractiva visualmente, pero sin ningún elemento llamativo más allá de las dos veletas de la Expo indultadas. Conociendo el destino que han tenido otras zonas verdes de diseño como el Parque de la Música o el de la Ranilla, es lógico comprender que las zonas de esparcimiento de la ciudad se diseñen lo más básicas posibles ante el vandalismo al que son sometidas sistemáticamente. 





Como no podía ser de otro modo, todo el recinto se cierra con una valla para proteger la zona verde. Tal y como decía el alcalde en la inauguración, lamentablemente es indispensable contar con cerramientos para garantizar la salvaguarda de estos espacios. Precisamente un paseo por la zona inferior del parque, la más cercana al río, ejemplifica la obsesión por las vallas que tenemos en la ciudad. Bajo el puente del Cachorro nos encontramos la primera valla, si seguimos adelante nos encontramos otra valla para cerrar el embarcadero de la Escuela de Actividades Náuticas, que también cuenta con su propio cerramiento. Por último llegamos al final del parque, donde otra valla cierra el acceso al Pabellón de la Navegación. La intención es que en los próximos meses se construya una nueva valla delante del Pabellón para así poder abrir el paso desde el Parque Fernando de Magallanes hacia el Jardín Americano. Por supuesto, la Torre Schindler contará con su propia valla. Desgraciadamente la obsesión por la seguridad nos lleva a disfrutar de las zonas públicas como si estuviéramos dentro de un zoo.





Mientras paseaba ayer por la tarde por el parque para hacer las fotos me llamó la atención la cantidad de gente que ya lo estaba utilizando. Familias paseando, niños jugando, gente leyendo y chavales con sus bicicletas utilizando las gradas para sus acrobacias. Precisamente el personal de seguridad tuvo que llamar la atención a un grupo que estaba derrapando con sus bicicletas sobre el césped recién plantado. Luego nos preguntamos por qué duran tan poco las cosas en Sevilla... 

La inauguración de una zona verde siempre es motivo de celebración. En una ciudad con las temperaturas que alcanzamos y donde el cambio climático se va a sentir con especial virulencia en los próximos años, todo espacio verde es bienvenido. Personalmente me esperaba algo más. Como sabéis fui muy beligerante ante el derribo de la Puerta del Guadalquivir ya que ni entendía ni entiendo el por qué no se ha incluido en el diseño del nuevo parque y tras ver el resultado, sinceramente, creo que habría aportado atractivo a la zona verde. Particularmente interesante me parece el material utilizado para el pavimento, un conglomerado que permite que el agua se filtre hacia el suelo. El viernes, durante la inauguración, cayó un buen chaparrón y mientras que en los acerados del exterior se formaban charcos, dentro del parque no había ninguno. Sin duda es un material a tener en cuenta para futuras remodelaciones en otras zonas de la ciudad. Sin entrar a valorar el diseño, echo en falta cosas básicas en un parque como fuentes de agua potable o juegos infantiles. Además, me siento profundamente decepcionado con la desaparición del proyecto de dos elementos que se anunciaron en su día: la Media Esfera Azul y Verde de Jesús Soto y el monolito que supuestamente iba a recordar que este espacio formó parte del recinto de la Expo. La primera no va a volver pero la ausencia del segundo no tiene justificación. 





La remodelación de la antigua Puerta Triana ha venido acompañada de una intervención en su extremo sur. La antigua zona de paradas del Consorcio de Transportes se ha convertido en un paseo arbolado donde se ubican nuevas paradas de Tussam y bancos. Cuando las jacarandas crezcan, sin duda va a ser una zona de tránsito entre el parque y la ciudad bastante interesante.




Por último quiero recordar unas palabras del alcalde que me llamaron la atención durante la inauguración. Juan Espadas hizo alusión a que con esta remodelación se recupera un espacio degradado para la ciudadanía, dotando a la ciudad de un nuevo acceso mucho más acorde y atractivo desde el Aljarafe, tanto para las personas que acuden a la ciudad a diario como para aquellos que nos visitan. Espadas valoró positivamente la desaparición del aparcamiento indiscriminado en superficie que ocupaba este lugar. Ahora, os dejo la siguiente imagen:




Al final resulta que hemos trasladado la zona degradada y el aparcamiento de una orilla a la otra, y precisamente junto a la estación de autobuses, principal puerta de entrada desde el oeste a la ciudad. Bien por la nueva Puerta Triana pero aún queda mucho por hacer para que este acceso a Sevilla sea realmente una zona agradable.

2 comentarios:

Gabriel M. dijo...

Muy buen post. Yo soy muy partidario de los cerramientos y la vigilancia en parques y jardines porque el personal es como es, aparte de los ruidos que pueden generar si hay juerga nocturna en los espacios abiertos cerca de zonas residenciales. Pero habrá que tener otros espacios sin cercar, con un mobiliario urbano y vegetación mínimos y fáciles de mantener, precisamente para que los 'juerguistas' puedan esparcirse sin molestar, y para eso hacen falta las márgenes del río, porque así están apartados de los que desean tranquilidad... ¡un saludo!

Guillermo Daza dijo...

Celebro como siempre la inauguración de un nuevo espacio verde para la ciudad, pero no dejo de sorprenderme que a escasos metros tenemos el jardín americano abandonado. Un espacio en el que Espadas se nos mostró como el gran salvador, recuerdo perfectamente la imagen en la prensa denunciando la situación de los jardines y prometiendo una solución. Después de estos años de mandato la situación es incluso peor. El jardín se encuentra cerrado al público y el lago vacío, por no hablar de la muerte de los peces que ocurrió meses atrás. Junto al jardín americano se encuentra los Jardines del Guadalquivir, que a pesar de estar abiertos al público, se encuentran en un estado deplorable; las fuentes vacías, semiabandonado y con un mantenimiento menos que básico.Y todo este panorama a escasos metros de esta recién inaugurada zona nueva de recreo. Un saludo