sábado, 20 de enero de 2018

La 'saturación' turística de Sevilla




La semana comenzaba con unas declaraciones por parte de varios sectores turísticos (hoteleros, empresarios, comerciantes) en las que se ponía en duda el modelo turístico implantado en Sevilla. Se cuestionaba la 'calidad' del Turismo que está llegando a Sevilla al considerar que no gasta lo suficiente y se animaba al Ayuntamiento a explorar otros públicos que dejen más dinero en la ciudad. Los empresarios del sector comparaban los datos del aumento del turismo llegado a la ciudad en 2017 con las ventas y llegaban a la conclusión de que algo falla cuando en la ecuación, mayor número de turistas no es igual a mayor número de ventas.

Desde Madrid, donde esta semana se celebra FITUR, la Feria Internacional de Turismo, tanto el delegado del ramo como el propio alcalde censuraban estas opiniones acusando de "desleales" a los empresarios por perjudicar la imagen de la ciudad en un momento "de éxito" y lamentando su "torpeza" dando este tipo de titulares. El alcalde llegaba a decir que en Sevilla "caben más turistas".



Personalmente soy muy crítico con el modelo implantado en nuestra ciudad. No soy nada partidario de un modelo de ciudad en el que el turismo es la base de toda la economía al tratarse de un sector muy volátil (ya lo vimos en la crisis de 2008) que al igual que sube, baja, arrastrando consigo PIB, empleo y demás factores económicos. El turismo es positivo, siempre y cuando sea sostenible. ¿Es sostenible el turismo ahora en Sevilla? Personalmente creo que no.

Llevan razón los empresarios del sector en que la afluencia de turistas a nuestra ciudad no está repercutiendo en una mejora económica importante. Sevilla sigue estando a la cola en muchos parámetros, no se está creando empleo y perdemos población a un ritmo alarmante. ¿Esto es culpa del turismo? Evidentemente no. Hablar de "turismo de calidad" frente a "turismo que no gasta" me parece fuera de recibo ya que todo el mundo tiene derecho a viajar y conocer otros lugares en función de sus posibilidades económicas. Seguramente, el sevillano medio, por la propia economía de nuestra ciudad, no sea el ejemplo de "turista de calidad" que ansía el empresariado local. Es decir, que el sevillano medio cuando viaja seguramente no lo hace en hoteles de cinco estrellas y en avión privado. ¿Nos gustaría que se hablara de nosotros como un tipo de turismo "a evitar"? A mí sinceramente no me gustaría. 

Por otro lado, la venda en los ojos que tienen puesta nuestros ediles en el Ayuntamiento flaco favor hace a la ciudad. Decir que en Sevilla "caben más turistas" como si se hablara de aforo en una discoteca en Noche Vieja no me parece adecuado. Cada turista es una persona y como tal debe ser tenida en cuenta. ¿Está Sevilla masificada? Es una reflexión que deberíamos hacer. Si nos atenemos a los dos millones de visitantes que han tenido Alcázar y Catedral en este último año, con colas prácticamente a diario en sus puertas, podríamos hablar de masificación, sí. El público local ya no puede disfrutar de estos monumentos que han sido entregados completamente al turismo. Pero si nos vamos a otros enclaves de la ciudad nos daremos cuenta que la vida sigue con absoluta normalidad sin que el turismo influya en absoluto en el día a día. Se podría hablar de la masificación de un punto concreto de la ciudad con sus dos principales monumentos a la cabeza.

Más que de masificación podríamos hablar de mala gestión del turismo en nuestra ciudad. Me produce una tremenda tristeza ver cómo se dedica tantísimo esfuerzo a un sector mientras que otros se desatienden. Si bien el turismo genera riqueza en nuestra ciudad, echo en falta que el Ayuntamiento emplee el mismo esfuerzo en otros sectores económicos. Si se hiciese la misma promoción del Parque Tecnológico Cartuja (por poner un ejemplo) lo mismo atraeríamos a empresas punteras del sector que crearan empleo en la ciudad y mejoraríamos los datos poblacionales

También podríamos hablar del fenómeno de los apartamentos turísticos. El centro de la ciudad se está vaciando de viviendas para reconvertir sus edificios en conjuntos de apartamentos. El problema que se está viviendo ahora mismo en el centro de la ciudad es muy preocupante y el Ayuntamiento no quiere tomar cartas en el asunto porque le interesa que "quepa" más gente en la ciudad. En el centro histórico se está expulsando a gente para que los bloques de viviendas se puedan convertir en complejos de apartamentos, el metro cuadrado está subiendo de precio y encontrar un piso en alquiler es ya tarea imposible. A eso hay que sumar la oferta de apartamentos turísticos en bloques residenciales con el perjuicio que ello conlleva para los vecinos: ruidos, fiestas, suciedad, destrozos, inseguridad... Todo eso está pasando en el centro de la ciudad y el Ayuntamiento, con su venda en los ojos, no está haciendo nada para remediarlo al margen de mesas de trabajo que no llevan a ninguna parte.

Volvemos al punto de partida. ¿Está Sevilla saturada de turistas? Seguramente no. ¿Está influyendo el turismo en el crecimiento económico de la ciudad? A lo mejor estaríamos mucho peor sin el turismo, pero tampoco se está produciendo una mejora espectacular. El problema está en cómo se está gestionando ese turismo. Cuando lo importante es dar cifras de "récord" y lo demás se deja de lado, surgen los problemas. Ahora mismo estamos a tiempo de evitar que el turismo se convierta en un verdadero problema. Si no hacemos nada, dentro de poco tiempo empezaremos a ver carteles y pintadas como las que hay en Barcelona en contra del turismo. ¿Quejarse cuando no te gusta algo es ser desleal con tu ciudad? No, es opinar. Y mientras se haga con respeto, todo el mundo tiene derecho a opinar y no por eso se es más o menos sevillano. 

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