lunes, 20 de febrero de 2017

Obras en un edificio de José Gómez Millán en Marqués de Paradas

Las dos casas que José Gómez Millán hizo para Ildefonso Marañón


Un simple dibujo en el libro de Villar Movellán 'Arquitectura del Regionalismo en Sevilla' despertó mi interés hace ya varios años por la casa que hay junto al centro médico de la calle Marqués de Paradas. Se trata de un edificio que jamás he podido ver abierto, lo que alimenta aún más mi curiosidad. En el dibujo aparece un corte transversal del edificio en el que se puede ver parte del zaguán, el patio y las escaleras. No es un edificio especialmente monumental, pero el uso del motivo palladiano en el patio (arco carpanel o de medio punto muy rebajado que apoya en dos pares de columnas a cada lado sobre las que se perfora el muro a modo de óculo) captó mi atención y siempre he querido saber cómo será ese edificio por dentro.

Casa familiar de Ildefonso Marañón (1912-1914)

El edificio forma parte de una ambiciosa obra que llevó a cabo José Gómez Millán para Ildefonso Marañón en un solar de su propiedad con fachada a Marqués de Paradas y Gravina. El resultado fueron tres edificios construidos entre 1912 y 1914 que participaron en el Concurso de Casas Sevillanas convocado por el Ayuntamiento para establecer un estilo sevillano con vistas a la Exposición Iberoamericana. De los tres edificios, el que está junto al centro médico fue construido con todo lujo de detalles como residencia familiar mientras que los otros dos se destinaron al alquiler. Ildefonso Marañón debió quedar muy satisfecho con el resultado cuando, unos años después, en 1922, contrata de nuevo a José Gómez Millán para construir el teatro Coliseo España de la Avenida de la Constitución, obra en la que trabajaría junto a su hermano Aurelio. Marañón les dio plena libertad para construir el que fue considerado uno de los espacios escénicos más lujosos de la época, decorado con azulejos de Enrique Orce Mármol y pinturas de Francisco Hohenleiter, además de la lámpara que actualmente está en Teatro Lope de Vega. Lamentablemente a día de hoy sólo conservamos el cascarón del teatro por el derribo que ejecutó el Banco Bilbao Vizcaya en los años setenta a pesar de la protección como Monumento Histórico de la que goza el edificio.

Casas para alquiler construidas por José Gómez Millán para I. Marañón 

Volviendo a la calle Marqués de Paradas, el edificio anexo a la mansión familiar de Ildefonso Marañón está en obras desde hace unas semanas. Ocupado durante mucho tiempo por una pensión, su cierre provocó el abandono del edificio hasta ahora. No suelo ser especialmente optimista cuando veo obras en edificios históricos, no sería la primera ni la última vez que un edificio se transforma por completo despojándolo de todo su interior. De momento mimo, lo que se dice mimo, no están teniendo con la fachada y lo que se puede ver a través de las ventanas es poco más que un montón de ruinas fruto del paso del tiempo. Seguramente estaremos ante una nueva operación urbanística para convertir el edificio en apartamentos turísticos por lo que cuando acaben las obras tendremos una bonita fachada y quién sabe si algo original tras ella. El tiempo lo dirá. Mientras tanto seguiré pendiente por si algún día encuentro abierta la puerta del otro edificio y puedo asomarme, aunque sea un poco, a ese patio palladiano que tan solo conozco por un dibujo.



>> Descubre otra casa de José Gómez Millán aquí y la reforma que le hicieron a su fachada aquí

5 comentarios:

Giraldillo dijo...

Qué pena, como sigamos así terminaremos siendo una ciudad de escaparate, de fachada. A ver qué conservan del interior...

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Hay ciudades que se han cargado hasta las fachadas!!!

SFI Arquitectura e Infografía dijo...

Estimado Sr. Harillo, como parte del equipo técnico responsable de las obras que se están llevando a cabo en el edificio de su artículo siento la necesidad de realizarle algunas aclaraciones. Es una pena que no sea optimista cuando vea obras en edificios históricos, pero comprendo su desconfianza pues, al igual que usted, he sido testigo de varias intervenciones que tal vez no se han preocupado todo lo necesario por conservar nuestro patrimonio histórico. En cualquier caso lo que no se debe hacer nunca, al menos es mi pensamiento, es opinar sin conocimiento. Sobre el "mimo" a tener con la fachada no sé si esperaba que se pusieran vendas o hilo musical con canciones infantiles, pero cuando una obra se desarrolla en su fase de demoliciones, efectivamente, mimo, es lo último que se tiene. En este caso concreto debe usted saber que el estado en que se encuentra la fachada de este edificio es absolutamente lamentable e insostenible. Las molduras de los huecos y gran parte del revestimiento se disgregan sólo con pasarles la mano, lo que ya no sólo es un peligro para la conservación del edificio, sino un peligro para los viandantes de la calle Marqués de Paradas. Para su tranquilidad debe usted saber que la fachada será completamente restaurada tal como ha sido históricamente pero con unos materiales y condiciones que permitan el uso del edificio a partir del año 2017, año en el que vivimos. Sobre su reflexión acerca de qué elementos originales se conservarán, puedo aclararle que serán por un lado, aquellos que están protegidos por el planeamiento urbanístico, pero además en este caso nos hemos preocupado por conservar y rehabilitar otros elementos que no están protegidos como es el caso de una preciosa balconada de madera que esconde este edificio en su patio trasero. Esta circunstancia es posible además gracias a la implicación y preocupación de los promotores de la obra, porque no es precisamente económico realizar la rehabilitación que estamos llevando a cabo.

Yo la verdad que no sé como se ejerce la profesión de historiador, pero desde mi humilde opinión, basarla en suposiciones personales no me parece lo más acertado, más aún cuando se lanzan opiniones alarmistas e infundadas que pueden confundir a sus lectores.

Por último permítame recordarle que entrar en una propiedad privada sin consentimiento, constituye un delito en España. Además, entrar en un edificio en obras es un peligro para su seguridad personal si no lo hace con los medios de protección adecuados, por lo que si pretende entrar para asomarse al interior, al menos, pida permiso y le dejaremos un casco.

Sergio Harillo dijo...

Muchas gracias por la información. Le informo, ya que veo que no lo ha entendido bien, que no pretendo entrar en ningún edificio en obras, ni colarme, ni incumplir ninguna ley, hablaba del edificio contiguo, ya que como expongo en el post, siempre me ha llamado la atención saber si finalmente se construyó como fue diseñado por Gómez Millán hace un siglo.

En cuanto a mi opinión, efectivamente es una opinión, hablo desde el "desconocimiento" simplemente por lo que llevo muchos años observando. Celebro que en este caso concreto se vayan a respetar algunos elementos históricos, pero no es lo normal en esta ciudad y de ahí la reflexión. Lamento que de toda la historia que he contado sobre los edificios se haya quedado con lo más negativo.

Imagino que será la primera vez que lee este Blog, pero llevo ya más de nueve años escribiendo y le puedo asegurar que mis lectores saben entender perfectamente el significado de mis opiniones. Al fin y al cabo un Blog es un lugar personal donde exponer opiniones.

Un saludo.

Manuel Hidalgo Ortega dijo...

Perfecta respuesta a tan presuntuosa crítica del señor técnico, al que le ha faltado la mínima elegancia deseable,siempre, en casos como el que nos ocupa.Continúe Sr.Harillo, en esta linea, que le agradecemos sus lectores.