Todo comenzó cuando en 2006 se aprobó el actual Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad. En una maniobra a la desesperada por parte del Ayuntamiento, dirigido en aquellos entonces por Sánchez Monteseirín, se calificaron como Suelo de Interés Público y Social una serie de espacios escénicos de la ciudad para evitar su desaparición a manos de la especulación. Los teatros y cines Alameda, Avenida, Cervantes, Llorens, Quintero, Apolo, Trajano, Imperial y Turina quedaban en un limbo administrativo que protegía el suelo donde estaban, limitando los usos posibles en ellos, pero que no salvaguardaba su esencia como edificios históricos.
Los propietarios de tres de ellos (Avenida, Alameda y Cervantes) acudieron a los Tribunales al considerar que su derechos quedaban mermados al no poder disponer de esos terrenos a su libre antojo. Y los tribunales les dieron la razón. Habían pasado ya varios años y el alcalde en aquél momento era Juan Ignacio Zoido, que con su aplastante mayoría absoluta decidió despojar a todos los teatros históricos de protección alguna, dejándolos a merced de la especulación. De nada sirvieron las alegaciones ciudadanas y la maquinaria empezó a moverse. La piqueta amenazó en primer lugar al Cine X de la calle Trajano, antiguo Salón de Variedades Lido, un edificio construido por Aníbal González.
Cine Trajano |
El Ayuntamiento, con el paso del tiempo pareció darse cuenta de la barbaridad que había aprobado y dio marcha atrás en 2014, dejando sin protección únicamente los tres espacios cuestionados por los tribunales. Como la burocracia es lenta, los trámites siguieron y quizá gracias a la crisis económica que estamos viviendo, no hubo pasos en firme para derribar estos edificios aprovechando los lentos tiempos municipales. Pero como en cualquier guerra, hubo víctimas, y ésta fue la Sala Apolo de la calle Gerona, que fue completamente destruido en agosto de 2015 sin que desde el Ayuntamiento se dijera una sola palabra. Tampoco la ciudad dijo mucho, ni fue noticia en los periódicos ni hubo lamentaciones públicas. Se derribó un magnífico auditorio del que pude publicar algunas imágenes de su interior gracias a la colaboración de un lector del Blog. Que Sevilla perdiera este espacio con 1.300 localidades sin que nadie hiciera ni dijera nada es síntoma del valor que se le da a la Cultura en esta ciudad.
Y la maquinaria siguió avanzando. Al igual que el tiempo. A día de hoy, de los nueve teatros y cines citados, dos están en ruinas o cerrados (Trajano e Imperial), uno ha desaparecido (Apolo) y otro funciona como salón de recreativos (Llorens). La reciente reapertura de la Sala Turina da algo de luz a esta historia con tantas sombras.
La semana pasada se dio un paso más en la salvaguarda de algunos de estos espacios. El grupo municipal Participa Sevilla presentó una moción en el Pleno del Ayuntamiento en la que se solicita que los cines Cervantes y Trajano sean declarados Bien de Interés Cultural. Su representante en el pleno, Susana Serrano, afirmaba que "estos espacios forman parte de los espacios frágiles que la ciudad podría perder si no se toman las medidas necesarias". La moción fue aprobada por unanimidad.
Sala Apolo, destruida en agosto de 2015 |
Como ya comenté en su día, el Teatro Cervantes, construido por Juan Talavera de la Vega e inaugurado en 1873 es el edificio escénico en uso más antiguo de la ciudad, coetáneo de las célebres Ópera Garnier de París (1875) y la Musikverein de Viena (1870). La importancia histórica y patrimonial tanto de este edificio como del Salón Lido, posterior Cine X, es fundamental para entender la evolución artística de una ciudad que siempre ha estado vinculada al teatro y en cuyos escenarios se llegaban a representar hasta cinco funciones al día a principios del siglo XX por la afluencia de público a estos espacios.
El camino ahora es largo. Que el Pleno municipal haya aprobado esta moción no tiene, en la práctica, mayor relevancia salvo la de haber puesto de acuerdo a los cinco partidos que lo componen. Para declarar Bien de Interés Cultural un edificio o espacio, hace falta iniciar un procedimiento que bien puede llevarlo a cabo la propia administración autonómica (que es la competente en esta materia) o a instancias de un tercero. Es decir, cualquier ciudadano, entidad o institución puede presentar la documentación necesaria para que un espacio sea declarado BIC, pero hace falta que alguien lo haga, no basta con aprobar en el Pleno el deseo de que esto ocurra. Una vez presentada la documentación en la Consejería de Cultura, ésta debe pronunciarse, y pueden pasar años. En realidad, una vez admitido a trámite, el edificio queda protegido mientras se incoa el expediente. De hecho, no me extrañaría que hubiera ya algún expediente en trámite para el Teatro Cervantes.
Con este nuevo paso se aporta una página más a la larga historia de los teatros históricos de la ciudad. Por el camino ya hemos perdido varios, con ejemplos tan sangrantes e incluso desagradables como el Coliseo España de la Avenida de la Constitución o la Sala Apolo. Ojalá llegue el día en que veamos estos edificios en perfectas condiciones y, sobre todo, en uso. Para ello hace falta algo más que protegerlos, es necesario que la ciudadanía acuda a los espectáculos del mismo modo que lo hacían los sevillanos del siglo XIX o principios del XX.
>> Enlace recomendado: 'Un repaso por los teatros y cines históricos de Sevilla'
4 comentarios:
Cada vez que leo alguna entrada me dan ganas de llorar. Llorar ante la desidia, el ostracismo y la falta de senbilidad que nos gobierna y representa. Aunque toda la culpa no es de los entes de poder, ¿por qué la gente dice que va a Madrid a ver un musical como si fuese la panacea de la culturalidad y dan de lado a sus espacios artísticos escénicos más cercanos? Yo, sinceramente, no lo entiendo. Ni esto ni que Sevilla gestione tan mal su cultura y patrimonio cuando vive precisamente de los dos.
Espero que no dejes de leer el Blog por ello, jeje. Mira que intento intercalar noticias positivas pero es cierto que tiendo más hacia la crítica. Propuesta de mejora ;)
¡Saludos!
Por supuesto que no voy a dejar de leerlo. Tienes una sensibilidad y una agudeza fuera de lo común, además de que das cobertura a un patrimonio a veces desconocido o injustamente valorado en nuestro entorno inmediato. De manera que desde la admiración, te expreso mi enhorabuena por tu labor tan minuciosa y necesaria en nuestros días. Gracias por tus entradas.
P.D. En absoluto abandones tu vertiente crítica. Ya hay mucha neutralidad en la vida. ;)
Muchas gracias por tus palabras, Isaac. De verdad que valoro mucho que los lectores del Blog le tengáis tanto aprecio :)
¡Saludos!
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