Ayer una amiga me preguntaba si había visto la última noticia sobre los datos turísticos en la ciudad de Sevilla. Le contestaba que me había quedado en el titular y que la nota de 4'97 sobre 5 con la que puntúan la estancia en Sevilla no está nada mal. Mi amiga me aconsejó que leyera la noticia completa y que me fijara en los motivos por los que los turistas eligen Sevilla como destino.
Llevamos ya muchos meses leyendo y escuchando grandes titulares con respecto al Turismo en Sevilla. Cada mes batimos un récord con respecto al mismo mes del año anterior, épocas como la Navidad han pasado de ser un punto flojo a ser temporada alta, el aeropuerto mejora sus datos mes a mes... El Ayuntamiento se está encargando de que conozcamos prácticamente a diario alguna noticia sobre el sector turístico para que tengamos bien claro que somos un destino preferente.
Sin embargo, si acudimos a las encuestas realizadas por el Consorcio de Turismo en colaboración con la Universidad de Sevilla para conocer la opinión de aquellos que nos visitan, nos encontramos que el principal motivo por el que llegan a nuestra ciudad los turistas es por el ocio. Después, y en este orden, tenemos: descanso, vacaciones, gastronomía, experiencia y, en último lugar, buscando nuestra oferta cultural. Es decir, la cultura ocupa la última posición de entre todas las posibilidades que un turista tiene para escoger viajar a nuestra ciudad. Bien es cierto que en ocio, vacaciones o experiencia podemos incluir una vertiente cultural, pero si lo analizamos detenidamente, el que viaja por un motivo cultural, lo dice claramente del mismo modo que cuando se escoge un destino de costa se marcaría la opción 'sol y playa'.
Con estos datos sobre la mesa se pueden sacar múltiples conclusiones. Que Sevilla es un destino más o menos preferente para el turista está claro, pero también es cierto que los motivos elegidos para conocer nuestra ciudad según esta encuesta son muy volátiles y dependen en exceso de circunstancias externas. Cuando hace unos años padecimos el inicio de la crisis económica mundial, el destino Sevilla se desplomó por el simple hecho de que siempre hay destinos más cercanos y económicos cuando hay que apretarse el cinturón. Sin embargo, si una ciudad tiene una oferta cultural potente, siempre será un destino preferente porque seguirá ofreciendo novedades constantemente.
Que la Cultura esté en el último lugar entre las opciones escogidas por los visitantes pone bastante en entredicho determinadas políticas emprendidas por el Ayuntamiento que, a la hora de la verdad, no consiguen atraer a público más allá del área metropolitana. Estos datos muestran por qué eventos como el Festival Turina o el Territorios no consiguen ser rentables, si no se conocen más allá de nuestra propia ciudad, es difícil que la gente viaje a Sevilla por un motivo cultural. Y lo mismo podríamos decir de la gran mayoría de festivales que se celebran en la ciudad y cuyo público es mayoritariamente local. Ahora mismo hay una gran exposición de El Bosco en el Museo del Prado de Madrid, son muchos los que cogen el AVE para ir hasta la capital a verla y aprovechan el viaje para hacer otra serie de actividades. ¿Qué difusión ha tenido la exposición de Pacheco que se ha cerrado hace apenas unos días en el Museo de Bellas Artes sevillano?
Este es un ejemplo más de por qué insisto tanto en que los espacios culturales sevillanos deberían reorientar su gestión en lugar de ofrecerlos únicamente como espacios turísticos. La idea que planea en el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla de ceder espacios como el Antiquarium o el Centro de la Cerámica al Consorcio de Turismo es otro paso más en esa estrategia de relegar la cultura a mero complemento turístico y no a un atractivo por sí mismo. Que la Cultura sea lo último que reclaman los visitantes que llegan a Sevilla (o al menos los que hacen uso de las Oficinas de Turismo) debería hacer saltar las alarmas en el área de Cultura municipal, sobre todo si realmente se quiere apostar por Sevilla como capital cultural. Si la apuesta es firme por el Turismo vacacional (incluidas las despedidas de solteros) la opción es tan válida como otra cualquiera, pero al menos que no se insista tanto en que la Cultura es una de las banderas de la política municipal.
2 comentarios:
Interesante como siempre, Sergio. De todas formas creo que un polo de atracción cultural no puede ser creado por las Administraciones, es la gente y las asociaciones que la gente forma los que lo pueden hacer. Está el ejemplo de la escena artística de jazz y otras músicas de Nueva Orleans, que atrae a numerosos visitantes y es producto de la cultura local, sin apenas intervención de la administración (me parece a mi, porque en los USA el Estado interviene muy poco en la cultura). Creo que, a falta de una nueva movida cultural de categoría internacional que pudiera aparecer en el futuro, la atracción cultural internacional de Sevilla se centrará siempre en el patrimonio (más que en exposiciones de museos), y quizá también en el arte de la tapa y del flamenco (¿incluyendo el 'nuevo flamenco'?). Cuidemos esos aspectos que sí atraen (dos argentinos me comentaban en en tranvía que la Sevilla patrimonial les había impresionado mucho) y veremos si surge algo más.Tenemos algo de movida cultural moderna (tipo Alameda), que me encanta, y algo atraerá a los visitantes, pero a una escala modesta. Un saludo
Estoy totalmente de acuerdo contigo, es la propia sociedad la que debe demandar cultura. Sin embargo, tenemos una serie de equipamientos culturales como el Museo de Bellas Artes, el Arqueológico o el CAAC que por su propia dimensión y colecciones deberían tener una proyección internacional y en ese aspecto sí son las administraciones las que deben apostar por ellos.
No entro a valorar qué debemos vender en nuestra ciudad para atraer turismo (si es que hay que atraerlo, personalmente creo que una ciudad que vive únicamente del Turismo es una ciudad poco ambiciosa) pero lo que no me parece lógico es que desde el Ayuntamiento se venda que se está apostando por Sevilla como capital cultural cuando la realidad, con sus propios datos, muestra que lo cultural no sirve como atracción. Soy más partidario de enfocar las políticas municipales (tanto culturales como de cualquier otro tipo) hacia la población local ya que es ésta la que realmente puede disfrutar de ellas y no tanto pensando en el posible visitante, pero no me casa que se destine tanto dinero y esfuerzo a convertir Sevilla en una capital turística y luego el producto que ofrezcamos sea algo pobre.
¡Saludos!
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