sábado, 7 de mayo de 2016

Un inversor cultural para la Gavidia

Grabado del siglo XIX de la Bolsa de Comercio de París. Fuente ArteHistoria

El Ayuntamiento de París anunciaba hace unos días que ha llegado a un acuerdo con François Pinault (dueño de Gucci, Saint Laurent o Balenciaga entre otras firmas de lujo) para cederle la antigua Bolsa de Comercio con el objetivo de que se convierta en un centro cultural gestionado por la Fundación Pinault. El edificio, del siglo XVIII, será remodelado por el Premio Pritzker de Arquitectura Tadao Ando y el presupuesto de la operación podría alcanzar los 80 millones de euros según algunos medios.


Interior de Punta della Dogana, Venecia. Sede de la Colección Pinault. Fuente


Con este acuerdo se cierra una doble cicatriz en el corazón de París, por un lado darle un mayor impulso a la zona de Les Halles, cuya reciente remodelación urbanística ha sido bastante criticada y cuestionada; y por otro, se logra que Pinault tenga su faro cultural en su país tras desistir del proyecto hace once años por desacuerdos con las autoridades municipales parisinas. De aquél desencuentro nació el proyecto de instalar en Venecia parte de la colección del magnate francés, que rehabilitó para la ocasión el Palazzo Grassi y los antiguos almacenes de la Punta della Dogana, también remodelados por Ando. La colección de Pinault está formada por más de 3.500 obras de arte contemporáneo que se alternarán entre París y Venecia. Además, Pinault ha anunciado que podría buscar nuevas sedes en otras ciudades del mundo para depositar su colección. La sede parisina no sólo contendrá obras de arte, sino que se organizarán todo tipo de actividades culturales. Y todo a apenas 500 metros del Louvre y cerca del Pompidou, los dos principales museos de la capital gala.

Colección Feuerle, Berlín. Fuente artlyst


Mientras en París se cerraba este acuerdo que permitirá ampliar la nómina de espacios culturales en la Ciudad de la Luz, en Berlín se ultiman los preparativos para abrir la nueva sede de la Colección Feuerle, que aglutina tanto obras contemporáneas como mobiliario de la China Imperial o esculturas del Sureste asiático. El edificio elegido por los responsables de la Colección es un antiguo búnker de la II Guerra Mundial que ha sido remodelado por el arquitecto británico John Pawson. La colección de Désiré Feuerle se expondrá de manera que las piezas clásicas se enfrenten con las contemporáneas en un montaje expositivo en el que la luz juega un papel fundamental. Que un lugar destinado a proteger la vida durante los bombardeos se convierta en un espacio dedicado al arte resulta de lo más llamativo.



Leía estas dos noticias esta semana y le daba vueltas en la cabeza al anuncio por parte de nuestro Ayuntamiento de que el informe encargado para saber el estado de conservación de la Comisaría de la Gavidia había concluido que el edificio no presenta riesgo alguno en su estructura. El presupuesto estimado para su recuperación se ha calculado en un millón de euros, pero el Ayuntamiento no se plantea correr con esos gastos, sino que buscará la fórmula para que un inversor externo asuma el coste de la rehabilitación a cambio de la cesión de gran parte del edificio. El resto tendrá un uso sociocultural como equipamiento para el barrio tal y como recoge el Plan General de la ciudad. Llegados a este punto me pregunto, ¿y si ese inversor fuera una entidad cultural internacional? ¿Por qué siempre apostamos por un Primark, un IKEA o una cadena hotelera y nunca por algo más atractivo o simplemente diferente? Ejemplos de entidades culturales que eligen una ciudad como sede para sus colecciones hay cientos a lo largo del mundo, ¿por qué no trabaja el Ayuntamiento en 'fichar' a alguna para que ponga su sede en Sevilla? Es complicado, sin duda. Ni somos París, ni somos Berlín, tampoco creo que haya que recurrir al modelo malagueño de pagar cantidades astronómicas por tener una franquicia cultural, pero se podría buscar alguna propuesta cultural y trabajar juntos para que tenga su flamante sede en nuestra ciudad. ¿No queríamos ser un referente cultural? ¿No queríamos atraer a un turismo de mayor calidad? La Gavidia puede aportar un interesante atractivo a la zona y a la ciudad en su conjunto, es cuestión de plantear las opciones y elegir lo mejor para la ciudad.

10 comentarios:

Gabriel M. dijo...

Pues podrían empezar por aunar esfuerzos el Ayuntamiento, la Fundación Cajasol y la Colección Bellver para formar una gran Fundación público-privada a la manera de las de Málaga (Picasso, Thyssen) que exponga de manera permanente las grandes colecciones privadas de Arte Andaluz que tenemos. Me encantó la exposición de pintura decimonónica de Cajasol y estoy esperando la exposición permanente que prometieron. Quizá el Ayuntamiento podría ayudar. Por cierto, Sergio, te pediría que apoyadas mi sugerencia de que las exposiciones importantes en Sevilla estén en español e inglés. Me ha indignado que, tanto en exposiciones recientes del ICAS como en la de Cajasol, no hubiera absolutamente ninguna información en idiomas diferentes del español. Es como si dijéramos a los turistas, que tanto necesitamos, que no nos interesa facilitarles la visita (los visitantes extranjeros a la de Cajasol se quejaban, me comentó la encargada). Muchas gracias

Sergio Harillo dijo...

Pues estoy totalmente de acuerdo contigo, hoy en día es fundamental que los textos de las exposiciones estén, mínimo, en español e inglés. No tiene sentido alguno, por ejemplo, que la exposición de Pacheco del Bellas Artes esté sólo en castellano. Lo mismo con las cartelas y paneles del Museo, deberían ser bilingües todos.

¡Un saludo!

Guillermo Daza dijo...

Pues Sergio me da pena de como gestionamos aquí los espacios culturales, por un lado ponemos trabas a las colecciones que quieren establecerse en nuestra ciudad y que finalmente se van a otras, por otro que tenemos museos que se caen a trozos literalmente (como ejemplo el de Artes y Costumbres ) y no olvidemos los miles de proyectos que caen en saco roto, fruto de las ocurrencias electoralistas de última hora, aún recuerdo el ofrecimiento de almacenes Peiré para el museo de la Semana Santa, o el museo de la ciudad.
Yo creo que esta ciudad debería apostar ya por un gran Museo referente en España y eso se podría conseguir aunando contenidos, como otros muchos museos, donde se integran pintura , escultura , arqueología ...etc, recordemos por ejemplo el Louvre. Creo que los costes en mantenimiento se reducirían, y espacios para ello nos sobra; fábrica de artillería, Plaza de España ( como tu apuntaste en una entrada muy interesante ) como ejemplos. Seguimos sin vender nuestros museos, Bilbao o Málaga lo están haciendo muy bien, a ver si aprendemos de marketing porque de patrimonio no tenemos problema. Un saludo

Sergio Harillo dijo...

Personalmente creo que más que apostar por un gran museo, deberíamos empezar a mejorar lo que tenemos. Como he dicho en varias ocasiones, la materia prima la tenemos, lo que pasa es que no sabemos gestionarlo bien, tal vez por inercia o por falta de voluntad, eso ya no lo sé. Cuando se inauguran museos como el Antiquarium o el Centro Cerámica y se abandonan a su suerte lo que estamos demostrando es que no tenemos interés alguno en que esos espacios sean un referente, simplemente justifican una inversión. Hubo un intento por mejorar esta situación con la creación de la marca Patrimonium Hispalense, pero ni se desarrolló ese concepto ni el nuevo equipo de Gobierno ha tenido interés en reforzar ese proyecto. Llevamos ya un año y particularmente pocos cambios he visto en la gestión de los espacios culturales municipales, y menos en los museos.

¡Saludos!

Gabriel M. dijo...

En cuanto a lo del gran Museo único, lo que me parece, en cuanto a monumentos y arte de propiedad pública en Sevilla, es que tenemos demasiado (pero muy buen) patrimonio en forma de immuebles como para alojar en un sólo sitio todas nuestras colecciones públicas de arte. ¿Qué haríamos con los otros palacios, conventos, casas señoriales... de titularidad pública? ¿Oficinas de la Administración? ¿Inventarnos museos que nos cuesten dinero extra a los contribuyentes y que tengan poco valor e interés (como el Museo de la Navegación)? ¿Privatizar a mansalva? Desde luego que algunos espacios se pueden ceder a entidades culturales privadas que aporten algo a la vida de la ciudad.Con los demás se podría continuar con la iniciativa 'Patrimonium Hispalensis': una red por toda la ciudad de monumentos con colecciones públicas de arte dentro. Los visitantes podrían pasearse y sentarse por el interior, en una mezcla de sala de exposición permanente y parque público bajo techo. Pero discrepo de la idea de gastar dinero en hacer actividades y muchas exposiciones temporales, creo que no podemos permitirnoslo. Debería haber buenos paneles explicativos completados con la adecuada información en internet, y luego bastaría con el personal de vigilancia y poco más. Insisto en la idea de que la Administración Pública debe preservar y difundir el patrimonio de todos, pero no montar museos con sus actividades y sus exposiciones extra. Eso si acaso se puede hacer en algunos casos muy concretos: de nuevo remito a las fundaciones público-privadas del Picasso y el Carmen Thyssen (pero coincido contigo, Sergio, en que Málaga ha gastado demasiado dinero público en traer museos de fuera a la ciudad, más allá de los dos que menciono). En las ciudades de provincia españolas, las únicas exposiciones temporales que deberían montarse con dinero público creo que serían, excepcionalmente, alguna dedicada al patrimonio local (Murillo o Carmen Laffón, por ejemplo), o bien las itinerantes por todo el país que difunden el patrimonio nacional, como la que trajo hace poco al Bellas Artes paisajes nórdicos del Prado.

Sergio Harillo dijo...

Pues no estoy nada de acuerdo contigo en este aspecto, Gabriel.

Me explico. Creo que cuando se monta un museo lleva aparejado una serie de cosas que son ineludibles: personal (no sólo vigilancia y atención al público, sino conservador, restaurador, gestor...), página web, redes sociales, actividades, exposiciones temporales, etc. Si no se está dispuesto a tener un museo en condiciones lo mejor es no montarlo, porque se gasta un dinero inmenso en un contenedor vacío. El ejemplo más claro es el Castillo de San Jorge o el Centro del Mudéjar. ¿Qué pasa con este tipo de espacios? Que como no hay nadie detrás ni tienen actividad alguna, están completamente muertos, no va nadie y suponen un gasto anual que se quita de otra cosa. Para tener un espacio así es mejor no tenerlo.

El problema no es que cuesten dinero, también cuestan dinero otros equipamientos públicos, sino que no resultan atractivos porque no se gestionan bien. Una oficina de Turismo supone un gasto para la administración y ningún ingreso, pero ahí están, con su personal y su documentación a disposición de los visitantes. Sin embargo se considera que son imprescindibles porque dan un servicio. Pues lo mismo con un espacio cultural, supone un gasto, sí, pero aporta una serie de beneficios indirectos.

¡Saludos!

Gabriel M. dijo...

Gracias por tu comentario, Sergio. Créeme que entiendo tu postura. Lo que pasa es que estamos en una época en la que muchos expertos coinciden en que el tamaño y la capacidad de la administración pública no pueden sino disminuir. Además, coincido con ellos en que 'lo que es competencia' de la Administración también va a redefinirse, cada vez más cosas van a ser hechas por empresas y asociaciones. Tenemos muchos immuebles patrimoniales, y la Administración tiene de todas formas que ocuparse de mantenerlos (los de titularidad pública, claro), porque debe velar por el patrimonio de todos, así que el gasto ya está hecho sean museos o no. Las Administraciones crean museos que el público no demanda. Dada la calidad de lo que tenemos y la modestia de nuestros recursos, defiendo que tengamos 'parques monumentales' más que museos públicos. No se mide, en principio, la afluencia de público a un parque, pero siempre aporta a residentes y a visitantes. Claro, habría que publicitar convenientemente la red de espacios de 'Patrimonium Hispalensis'. Espero no cansar a ningún lector, pero creo que este tema es importante. ¡Otro saludo!

Gabriel M. dijo...

Coincido contigo en que esa red monumental debe contar con un buen equipo de conservadores, esos sí.

Sergio Harillo dijo...

No te preocupes, a mí al menos no me cansa hablar de estos temas.

Personalmente creo que el verdadero lastre económico de las administraciones es el aparato burocrático y administrativo que tienen, una maquinaria pesada, enorme y que no suele dar los resultados esperados. Consume mucho dinero y soluciona pocos problemas.

Sí que es cierto que en ocasiones se crean centros culturales sin que haya una demanda, por eso te comentaba más arriba que si no se está dispuesto a mantenerlo y no va a tener una demanda mínima, es preferible no hacer el museo. Te pongo un ejemplo concreto, el tan manido Museo de Aníbal González, ¿es necesario? Pues como tal no, llevamos años sin él y no pasa nada. Por lo tanto crear un espacio dedicado al arquitecto gastándonos un dinero en su montaje y posterior mantenimiento me parece algo innecesario, prefiero que se invierta ese dinero en mantener la Plaza de España.

En cuanto a la idea que propones de 'parques monumentales', creo entender a qué te refieres, pero lamentablemente la cultura hoy en día se mide en visitas y tener abierto un espacio porque sí no resulta 'rentable', debe ser atractivo y para que lo sea debe tener una serie de elementos atrayentes (exposiciones, actividades...). Sólo espacios muy característicos como el Alcázar o la Catedral tienen un poder atractor suficiente como para no necesitar un plus, pero los demás sí lo necesitan. Hoy mismo salían las estadísticas de visitas de los dos primeros meses de Casa de las Dueñas: 30.600 visitas en apenas dos meses. Comparemos con las visitas que tienen el Palacio de los Marqueses de la Algaba (Centro del Mudéjar) que es público o con la Casa Salinas, privada. Dudo que en ambos se llegue a las cien visitas mensuales. La Casa de las Dueñas es atractiva porque vivió quien vivió allí, si no, no tendría ese número de visitas. No necesita un atractivo extra porque ya tiene la fama, pero otros edificios carecen de ese elemento atrayente.

¡Un saludo!

Gabriel M. dijo...

Gracias por el debate, Sergio. Es verdad que las visitas pueden ser pocas, pero puesto que el Ayuntamiento debe conservar y abrir al público esos monumentos de todas formas... lo que yo veo es que se podría poner un poco de nuestras colecciones de arte, lo que mejor case con cada lugar, en muchos de estos espacios. Imaginemos la colección de arte tardomedieval, de la que el museo de Bellas Artes sólo expone una parte, en el palacio de los Marqueses de la Algaba (que es, creo, también de origen tardomedieval); los cuadros de Zurbarán en el Monasterio de la Cartuja; la colección de arte contemporáneo en un edificio monumental municipal que esté de alguna manera conectado con ese arte (o que establezca un diálogo entre lo antiguo y lo nuevo); la colección de arte costumbrista-realista de finales del XIX y principios del XX (que a mi me gusta mucho: Villegas Cordero, García Ramos, etc.) en un edificio modernista... y así otros. Creo mejor centrarnos en el patrimonio que tenemos, y quizá publicitar más esta red de espacios. ¡Gracias!