Escuetamente, sin aportar quién lo va a pagar ni cuánto va a costar, la Junta de Andalucía anunció ayer en un comunicado que se ha llegado a un acuerdo con La Caixa para excavar la zona de las Atarazanas más cercana a la calle Tomás de Ibarra. De este modo se cumple parte del primitivo proyecto que Guillermo Vázquez Consuegra planteó para el edificio, en el que se dibujaba un balcón arqueológico hacia la zona de la muralla almohade. Con esta intervención, las Atarazanas serán el único lugar de toda la ciudad donde será posible contemplar en toda su magnitud las murallas medievales de Isbilya en un espacio de 2.500 metros cuadrados. Con la eliminación del relleno no sólo saldrá a la luz la muralla, sino que también se podrá visitar la barbacana, una torre defensiva y una de las puertas que dio acceso a la ciudad islámica.
Plano de las Atarazanas elaborado por Vázquez Consuegra. A la izquierda, la muralla |
El culebrón Atarazanas ofrece un nuevo capítulo cuando se cumplen cuatro meses desde que el Ayuntamiento dio luz verde por medio de la licencia de obras correspondiente al proyecto que Consuegra ha elaborado para convertir los antiguos Astilleros en un complejo cultural destinado a las relaciones con América. En estos meses la polémica ha estado en los medios de comunicación y en los plenos municipales con cierta asiduidad, incluso se han celebrado dos foros de debate sobre el proyecto, uno convocado por la Asociación conservacionista ADEPA y otro por la Junta de Andalucía. También han sido varios los organismos nacionales e internacionales que se han pronunciado sobre el proyecto, llegando la Asociación Hispania Nostra a catalogar como Patrimonio en Peligro al edificio precisamente por la intervención de Vázquez Consuegra.
La solución a este gran galimatías se antoja muy complicada. Los contrarios al proyecto piden volver al principio y replantear el proyecto desde cero, mientras que Junta y Ayuntamiento ven peligrar la inversión anunciada por La Caixa y prefieren mejorar sobre la marcha aquellos aspectos que causan controversia. Con la excavación de parte del edificio la Junta da un poco su brazo a torcer, tendiendo la mano a encauzar de otra manera el asunto Atarazanas. Quizás ha llegado el momento de enterrar el hacha de guerra y apelar al diálogo para que el edificio se pueda recuperar lo antes posible. La excavación completa de los Astilleros es algo que, asumámoslo, no va a ocurrir nunca, tanto por motivos económicos como por el propio peligro que conllevaría la intervención para la integridad del edificio. Como dije hace unos meses, tenemos un proyecto sobre la mesa, trabajemos para mejorarlo lo máximo posible dejando los egos al margen. El Patrimonio bien merece que nos pongamos de acuerdo.
1 comentario:
Muy de acuerdo. Sólo apostillar que sería deseable que muchos dejasen al lado sus egos, pero también la maledicencia, mentiras y falsedades vertidas sobre el proyecto. Porque las actitudes cainitas no ayudan para nada a la ciudad.
Publicar un comentario