viernes, 22 de abril de 2016

La Ranilla, nuevo pulmón verde de la ciudad


Qué mejor manera de celebrar el Día de la Tierra, que se conmemora hoy 22 de abril, que dedicándole un reportaje al magnífico nuevo parque de la Ranilla, en Nervión. Han hecho falta tres alcaldes, 3,7 millones de euros y más de seis años de trabajo para culminar el proyecto ideado por el arquitecto Francisco Barrera.


Centro cívico de La Ranilla, integrado en el nuevo parque


El nuevo parque se asienta sobre el solar de la antigua cárcel provincial de Sevilla, de la que se ha conservado el Pabellón central, construido por José Luis Aranguren durante la República e inaugurado en 1933. Los presupuestos del año 2016 contemplan 400.000 euros para rehabilitar este edificio e iniciar su transformación en un espacio socio cultural en el que tendrá un protagonismo especial la Memoria Histórica del lugar, ya que durante la Dictadura fueron encerradas en sus instalaciones multitud de presos de carácter político. El recuerdo al antiguo uso del solar está plenamente presente en el nuevo parque, cuya planta recrea los pabellones de la cárcel, ubicándose los caminos y zonas de tránsito en el lugar que ocupaban los edificios, mientras que las zonas verdes se han ubicado en los antiguos patios.




El parque cuenta con 27.000 metros cuadrados y cuatro accesos. La forma de cruz griega se explica por la ubicación, en los vértices del rectángulo de cuatro edificios que completan la manzana. Por un lado, ya se han construido los dos edificios municipales, el centro cívico de La Ranilla y la Delegación de Movilidad y Seguridad. Las otras dos parcelas pertenecen al Estado y están calificadas como residenciales, por lo que cuando se construyan los bloques de viviendas gozarán de unas magníficas vistas al parque. Junto a estos dos solares, que de momento se utilizarán como aparcamiento en superficie, falta por construir una nueva calle que comunicará la Ronda del Tamarguillo con la calle Mariano Benlliure y que tendrá un acceso directo al parque, ahora cerrado.



Además de la continua referencia al edificio de la antigua prisión, el arquitecto también ha planteado una serie de estanques y fuentes que aluden a la presencia del arroyo Tamarguillo, hoy en día canalizado. El resultado es una zona verde espectacular con una abundante vegetación (se han plantado 237 árboles) en la que la presencia de agua contribuye a aportar calidad y frescor. Precisamente este tipo de intervención, con láminas de agua, es la que personalmente echo en falta en el diseño del Parque del antiguo cauce del Guadaíra a su paso por Heliópolis.




En diferentes puntos del parque se han colocado una serie de paneles que orientan al visitante dentro del Parque y que, por medio de fotografías sirven de testimonio histórico del lugar. Particularmente interesantes son las pérgolas que dan a la Avenida del Tamarguillo. Las estructuras metálicas que en un principio generaron cierta controversia, no son más que una recreación ideal del pabellón donde estuvieron los represaliados políticos durante la Dictadura. La plantación de glicinas a lo largo de estas pérgolas le dará, cuando crezcan, un bellísimo colorido que aunará historia y vegetación. Magnífico.





Con la inauguración de esta nueva zona verde todos los sevillanos estamos de enhorabuena. La ciudad cuenta con un bellísimo espacio dedicado a la memoria histórica y que dota a la zona de un gran pulmón verde. El diseño empleado en su construcción es todo un ejemplo de zona verde urbana, es un parque, pero también es un jardín. Tras su inauguración depende de todos nosotros que se consolide y, sobre todo, que lo cuidemos. Este tipo de intervenciones necesitan un cuidado especial para no degradarse al poco tiempo como ha ocurrido con el Parque de la Música, junto a la estación de Cocheras del Metro. A la espera de ver con qué nos sorprenderá Guillermo Vázquez Consuegra en la zona verde de Puerto Triana, el Parque de la Ranilla se ha convertido en una de mis zonas verdes preferidas de la ciudad.


6 comentarios:

Unknown dijo...

Sólo una aclaración. El nombre del arquitecto es Francisco Barrera ( no Barrero).
Gracias

Sergio Harillo dijo...

Corregido. ¡Gracias!

Un saludo

Unknown dijo...

Se agradece el agua... un pero que veo,poca arboleda??

Unknown dijo...

Por fin....pero dudo de que lo cuidemos....Un cordial saludo y gracias por este magnífico blog.

Unknown dijo...

Los árboles necesitan su tiempo para crecer.Han plantado 250 :)

Sergio Harillo dijo...

El crecimiento de los árboles es lento y aún tendremos que esperar unos añitos para ver el parque en todo su esplendor. Calculo que en unos diez años, si se cuidan bien, tendremos una frondosa arboleda y el aspecto general del parque será radicalmente diferente. Lo interesante es que se han plantado una treintena de especies, por lo que el colorido y floración puede dar muchísimo juego.

Muchas gracias por tus palabras, María José :)

¡Saludos!