jueves, 17 de diciembre de 2015

Past View, la forma más segura de viajar al pasado


No todos los días tiene uno la oportunidad de asistir al momento en el que don Miguel de Cervantes fue tomado preso y llevado a la Cárcel Real de Sevilla, más que nada porque este hecho ocurrió en 1597 y lo de viajar en el tiempo, que se sepa, aún no está patentado. Si además de presenciar la escena tienes tiempo suficiente como para entretenerte a contemplar cómo era la Plaza de San Francisco en aquellos momentos, con el remate renacentista de la Giralda recién terminado asomando tras el caserío, la loggia del Ayuntamiento aún en pie o la Antigua Audiencia a finales del siglo XVI, la experiencia resulta todavía más atractiva. La recreación virtual del patrimonio es uno de los puntos fuertes de la visita que ofrece Past View, empresa sevillana que desarrolló hace tres años una tecnología que ha contado con varios premios y que consiste en unas gafas que te permiten ver una serie de recreaciones como si fueses un personaje más de la historia, trasladándote al momento exacto en el que ocurre la escena que estás viendo.


Monumento a Miguel de Cervantes junto a la antigua Cárcel Real

La visita comienza en la Encarnación, en los bajos del Metropol Parasol, junto al Antiquarium. Una vez recibidas todas las indicaciones necesarias, comienza el viaje al pasado con la reconstrucción de una de las casas que componen el yacimiento romano. Gracias a las nuevas tecnologías el pequeño atrio de una rica domus del siglo III d.C. toma forma para mostrar al visitante cómo eran las residencias de la aristocracia romana, con su impluvium, sus columnas de mármol, sus bellos mosaicos y las diferentes estancias que componían la típica domus, una vivienda a la que pocos podían aspirar.

Atrio de domus en Antiquarium Sevilla
Recreación de la misma domus. Imagen de Past View

El recorrido, de unas dos horas de duración, va en todo momento guiado por una persona que además de acompañar al grupo va introduciendo cada uno de los vídeos y recreaciones que se pueden ver en las gafas. La Encarnación, la iglesia del Salvador, la plaza de San Francisco, la plaza del Triunfo y el entorno de la Torre del Oro son los principales puntos donde el grupo se va deteniendo para, tras escuchar las explicaciones del guía, disfrutar de una serie de contenidos proyectados en las gafas. Así, el visitante viajará a la Sevilla romana, la cosmopolita ciudad renacentista, la Isbiliya almohade y la populosa y comercial urbe del diecisiete. El viaje no lo haces solo, una serie de personajes salen a tu encuentro para introducir la estampa que vas a poder disfrutar: el escribano Santiago Pérez, que acude raudo y veloz al encuentro de Miguel de Cervantes camino de la Cárcel, el alarife Alí de Gomara, orgullosísimo de poder enseñarte el esplendor de la mezquita aljama con su bello alminar o un discípulo de Bartolomé Esteban Murillo que deambula por el Arenal a la espera de un cargamento de lapislázuli, pigmento fundamental en la paleta de su maestro. Las recreaciones irán acompañadas de una serie de fichas de los principales monumentos que te vas encontrando por el camino, de forma que el Alcázar, las Atarazanas o la Torre de la Plata quedarán perfectamente retratados en la visita. No todo son recreaciones, también se proyectan una serie de documentales con imágenes actuales que aportan detalles históricos y artísticos de los monumentos, un contenido menos llamativo, pero fundamental para que el visitante conozca aquello que está viendo una vez se quite las gafas.

Plaza de San Francisco a finales del siglo XVI. Imagen de Past View

Uno de los puntos fuertes de la ruta es sin duda su guía. Realizar el recorrido por cuenta ajena podría ser factible, pero los apuntes y anécdotas que aporta con gran profesionalidad la acompañante del grupo sirven para despejar dudas y mejorar la experiencia de la visita. Las recreaciones históricas son muy atractivas, aunque personalmente eché en falta una mayor apuesta por los interiores (resulta muy interesante ver las murallas del Alcázar almohade o el muro de la quibla de la mezquita aljama de Isbiliya, pero poder entrar en esos edificios ya hubiera sido espectacular). Tal vez el mayor hándicap de la visita sea el peso de las gafas, lo que hace que tengas que estar pendiente de ellas cada vez que te las pones, pero quitando eso, el resultado final es una experiencia muy instructiva, amena y que ofrece un producto bastante novedoso. Son muchas las empresas que ofrecen un servicio de rutas en Sevilla, pero Past View es la única que apuesta por este tipo de tecnologías. 

El Arenal de Sevilla en el siglo XVII. Imagen de Past View

Más información sobre Past View aquí

>> Gracias a Past View por invitarme a conocer el proyecto y a Lola, la guía, por su amabilidad y profesionalidad.

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