sábado, 26 de septiembre de 2015

¿Más museos? No, gracias


No hay nada como tirar de hemeroteca. La idea de crear un museo dedicado a la obra del arquitecto Aníbal González no es precisamente nueva, lleva sobre la mesa desde el año 2009 cuando el Ayuntamiento dirigido por Alfredo Sánchez Monteseirín (porque las cosas buenas hay que reconocerlas) tomó cartas en el asunto y atajó con un presupuesto millonario los problemas de conservación de la emblemática Plaza de España. En octubre de 2010 se inauguraba la recuperación del monumento y se volvía a hablar de crear un museo dedicado a Aníbal, tema que volvió a surgir tras la inauguración del monumento a su figura. El proyecto ha estado, por tanto, en los despachos consistoriales durante varios años.


No seré yo el que eche por tierra la creación de un nuevo equipamiento cultural, considero que si hay demanda, no hay un tope donde podamos decir "basta". El problema es que en Sevilla ni hay demanda ni hay interés en mantener los espacios culturales por lo que habría que preguntarse para qué queremos un nuevo museo dedicado a Aníbal González. El tema de la escasez o abundancia de museos en Sevilla ya ha sido tratado en este Blog, pero nunca está de más volver a analizar la situación de nuestros centros culturales.

Sevilla cuenta con tres grandes museos, uno de ellos parcialmente cerrado desde hace años (el Costumbres Populares, que existir, existe), otro con serios problemas de seguridad y mantenimiento (el Arqueológico) y el Bellas Artes, cuya ampliación es un tema recurrente pero de cuya gestión sólo se habla de manera intermitente (¿dónde quedó la Fundación que se iba a encargar de modernizar y agilizar su gestión?). Aparte tenemos otros museos, como el de la Cerámica (cerrado por problemas estructurales, sin personal y sin medios), el Antiquarium, el Pabellón de la Navegación, el Castillo de San Jorge, el Centro del Mudéjar... todos ellos con una gestión bastante delicada que impide que se conviertan en verdaderos referentes culturales y un Centro Andaluz de Arte Contemporáneo que en realidad es el que mejor funciona de todos. Con este panorama, ¿necesitamos nuevos museos? ¿O tal vez deberíamos solucionar primero los problemas de los que ya tenemos antes de inaugurar más? Pretender que sean los turistas los que doten de vida nuestros espacios culturales es una utopía, deben ser los sevillanos los que llenen sus salas y tengan como algo cotidiano su visita, y para ello hay que hacerlos mucho más atractivos. Ahí es dónde está el verdadero trabajo, no en abrir nuevos centros que al final se convierten en una losa financiera por inviables.

El caso concreto de un Museo dedicado a Aníbal González es otro tema del que podríamos hablar largo y tendido. Siendo un gran admirador de su obra y seguramente uno de los primeros visitantes que acudiría a un hipotético centro dedicado a su figura, ¿no sería mucho más interesante para todos crear un producto más ambicioso? No nos quedemos en la figura de un solo arquitecto, hagamos algo que englobe los cambios urbanísticos en la ciudad desde su fundación allá por el siglo X a.C. hasta nuestros días, hablando de la época romana, de la capital imperial almohade, de la metrópolis americana, de la decadencia decimonónica, del resurgir de la Exposición Iberoamericana y de la metamorfosis de la Exposición Universal. Si de verdad queremos hablar de arquitectura hagámoslo bien, contemos la historia de la arquitectura en Sevilla, que sea un centro de estudio e investigación, con su biblioteca especializada, con sus actividades paralelas, con exposiciones que hablen sobre el desarrollo sostenible, de las smart cities, de los problemas actuales y futuros de las ciudades y de los que vivimos en ellas. Pero por favor, otra sala de exposiciones con paneles y cuatro maquetas no. Superemos ya ese concepto.

4 comentarios:

Unknown dijo...

En vez de dedicarle un museo a Aníbal González, lo que tienen que hacer es cuidar sus obras como se merecen. La Plaza de España necesita una restauración integral. Aunque en 2010 se recuperaron y restauraron muchos elementos todavía hay mucho que hacer, solo hay que ver como se encuentra toda la trasera de la plaza, con jaramagos, aires acondicionados, cerámica rota etc.. Los miradores de las puertas de Navarra y Aragón están en unas condiciones lamentables, tienen las balaustradas de cerámica que dan pena, las paredes y columnas llenas de graffitis y muchos graciosos han grabado su nombre sobre el ladrillo... tendría que haber camaras y guardias de seguridad en los dos miradores para que la gente sin educación deje de cargarse el monumento.

En fin.. es una vergüenza que la mejor obra de Aníbal González y uno de los monumentos más importantes y admirados de nuestra ciudad y de España, esté en unas condiciones tan lamentables.

Un saludo.

Manuel Hidalgo Ortega dijo...

Suscribo al ciento por ciento los comntarios del Sr.Sánchez y hago especial hincapié en la lastimosa situación del Museo de la Cerámica, del que tanta tinta se ha gastado en demanda de su apertura y, sin embargo,casi siempre esta cerrado y privado de la adecuada informaciòn para su visita. ¡

Sergio Harillo dijo...

No puedo estar más de acuerdo contigo, Sergio. Es más, me resulta muy curioso que sea Zoido precisamente el que pida ahora un convenio entre las tres administraciones presentes en Plaza de España (Ayuntamiento, Junta y Estado) cuando él como ex alcalde no sólo ha tenido cuatro años para hacerlo y no lo ha hecho, sino que sabe perfectamente la dificultad de suscribir dicho convenio por el desinterés de unos y otros en trabajar juntos para mantener en condiciones la Plaza de España. Lo primero que necesita el edificio es un plan director de actuaciones que valore el estado actual del mismo y establezca una serie de medidas urgentes y directrices de conservación, lo que no puede ser es que cada empresa que interviene en la Plaza de España hace lo que considera oportuno sin seguir unos criterios generales. Y lo de la zona trasera no es más que una muestra más del desinterés general por mantener en condiciones el edificio.

¡Saludos!

Unknown dijo...

El principal problema es el uso que tiene, un monumento como la Plaza de España debería tener un uso mas acorde con su importancia y monumentalidad, no estar llena de oficinas...

Un saludo.