El Cine Apolo acababa de cumplir los cincuenta años de vida, pero ya no se podrá escribir ni una página más en el libro de su historia. La fecha de agosto de 2015 pasará a la historia como el momento en el que Sevilla perdió este espacio escénico, uno más en la larga lista del patrimonio perdido que luego llena las publicaciones de "la Sevilla que perdimos" o "la Sevilla que se fue". En realidad Sevilla no se va a ninguna parte, la hemos echado a patadas.
Patio de butacas y anfiteatro de la Sala Apolo |
La historia del Cine Apolo fue relativamente corta. Como relata el Blog Sevilla Desaparecida, fue inaugurado el 10 de octubre de 1964 en un edificio construido por los arquitectos Jesús y Manuel Gómez Millán. Sus 1.300 localidades apenas pudieron resistir el envite de los nuevos modelos cinematográficos multisala cerrando como cine en la segunda mitad de la década de los 80 y reconvirtiéndose, sin éxito, en teatro. Pero el destino le tenía preparada una nueva vida a este espacio, que fue completamente remodelado por el arquitecto Federico del Real Rodríguez para acoger a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla en los años noventa hasta su mudanza al Teatro de la Maestranza. La inversión para adaptar el antiguo cine a sus nuevos usos como auditorio tuvo que ser importante a tenor de las imágenes que nos ha enviado un lector del Blog, realizadas en el año 2008.
Escenario de la Sala Apolo |
Tras el cierre de la Sala Apolo, hubo varios intentos de reabrir el teatro para convertirlo en un gran espacio cultural, pero la financiación volvió a ser un impedimento a la hora de sacar adelante el proyecto. Lo último que se supo del espacio fue su inclusión en la lista de teatros y cines históricos que quedaban desprotegidos con la sentencia del Tribunal Supremo del año 2012. Finalmente el Apolo conservó la protección otorgada en el Plan General de la ciudad de 2006 como Suelo de Interés Público y Social, un salvoconducto que no ha servido absolutamente para nada y no ha impedido su derribo durante las últimas semanas. Siendo un espacio protegido, ¿cómo es posible que se haya derribado? ¿Quién ha otorgado licencia de obras? ¿Se ha hecho un seguimiento de dicha licencia para evitar excesos? Todas estas preguntas deberá responderlas el Ayuntamiento que tendrá que investigar qué ha pasado, o al menos explicar por qué se ha permitido este extremo. Con la protección actual como SIPS, los usos del solar resultante están muy limitados (socioculturales, sanitarios, educativos) por lo que los propietarios tienen pocas opciones para rentabilizar la obra.
Detalle de la caja escénica de la Sala Apolo |
Sevilla pierde otro espacio escénico apenas unos meses después de que la piqueta amenazara al antiguo Cine Trajano de la calle Amor de Dios, obra de Aníbal González. De momento parece que la intención del Ayuntamiento es proteger el Cervantes, el Avenida y el Alameda calificándolos como 'edificios singulares', una denominación que servirá de poco si no se lleva a cabo un verdadero plan de viabilidad de todos estos espacios tal y como se ha demostrado con el Apolo.
>> Muchas gracias a Pepe por las fotos de la Sala Apolo, gracias a estos pequeños gestos, la ciudadanía en general puede conocer espacios que de otra manera sería prácticamente imposible.
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