Derribo del Cine Apolo. Imagen de Juan Ruesga |
Era cuestión de tiempo y antes o después tenía que pasar. Tras la sentencia del Tribunal Supremo contraria a la protección de varios cines del centro de Sevilla, el Ayuntamiento decidió ampliar el efecto de la sentencia a todos y cada uno de ellos. De este modo no sólo se desprotegían el Teatro Cervantes y los cines Alameda y Avenida, sino que se sumaban a la lista el Apolo, el Trajano, el Llorens, el Pathé, el Imperial y el antiguo Álvarez Quintero, pasando todos ellos a ser objeto de deseo de la especulación inmobiliaria. El año pasado fue el antiguo cine Trajano diseñado por Aníbal González el que estuvo a punto de desaparecer (o ya ha desaparecido, no sabemos nada de lo que ocurre en su interior) pero el destino ha querido que el primero en caer sea el Cine Apolo, ubicado en la calle Gerona y que ya es historia tras su derribo.
Lo dijimos cuando se propuso el cambio en el Plan General y nuestro pronóstico se está cumpliendo. Este mismo sábado aparecía en el Boletín Oficial de la Provincia el modificado del PGOU por el cual los cines Cervantes, Alameda y Avenida quedan desprotegidos, tras un cambio de última hora introducido por el anterior equipo de Gobierno que "salvaba" al resto de teatros, que seguirían con la calificación de Suelo de Interés Público y Social. ¿Cómo se ha podido derribar entonces el Cine Apolo que, según el plan vigente, estaba protegido? Esta situación no es más que la consecuencia de una mala gestión municipal que ha dejado pasar el tiempo sin buscar una solución a un grave problema. Habrá quién piense que mantener teatros o cines abiertos sin ser rentables carece de lógica, pero lo que no tiene sentido es que dejemos que se siga destruyendo patrimonio en nuestra ciudad de la noche a la mañana. Hoy ha caído el Cine Apolo, mañana podría tocarle el turno al Cervantes. Y entonces todo serán lamentos. ¿Qué va a hacer el Ayuntamiento para atajar esta situación?
>> Imágenes del interior de la Sala Apolo antes de su derribo aquí
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