viernes, 2 de enero de 2015

Resultados encuesta Avenida de la Constitución

Imagen del Ayuntamiento de Sevilla
Hace unas semanas se conocía la intención del Ayuntamiento de instalar una serie de toldos en la Avenida de la Constitución para mitigar los efectos del calor en esta céntrica vía durante el verano. El proyecto barajado por Urbanismo contempla dos opciones, pero ambas ubican dichos toldos en la acera contraria a la Catedral, precisamente donde están concentrados los veladores de las numerosas cafeterías y bares que hay en la avenida, por lo que de poco le servirían al viandante.

La necesidad de sombra no sólo en la Avenida de la Constitución sino en toda Sevilla es más que evidente. En una ciudad en la que superan con facilidad los 30 grados durante gran parte del año, la sombra es un preciado bien que deberíamos tener muy en cuenta ya que los efectos negativos del sol sobre la salud son más que conocidos. En Cultura de Sevilla llevamos años reclamando y pidiendo una mejora en el arbolado de la ciudad para contrarrestar los efectos del calor y ante este proyecto para la Avenida quisimos saber la opinión de nuestros lectores.


La pregunta era clara: ¿qué tipo de sombra prefieres en la Avenida de la Constitución? Y las respuestas, simples: toldos o árboles más frondosos. El resultado deja clara la opinión de nuestros lectores. De las 104 personas que han participado, el 90% ha optado por los árboles frente al 10% que estima que los toldos serían una solución adecuada. En número de votos, 94 personas han elegido los árboles frente a 10 que han optado por los toldos.

Generalizar esta encuesta al total de la ciudadanía de la ciudad no tendría mucho sentido, pero resulta interesante observar que prácticamente la totalidad de los votantes prefieren tener árboles a toldos, una opinión contraria a la de nuestro Ayuntamiento, poco amigo de los árboles en todos los sentidos. La peatonalización de la Avenida de la Constitución supuso la eliminación de todos los árboles de la calle, una actuación sin sentido que dejó un paisaje sin apenas sombra en las horas centrales del día. La plantación de naranjos de avanzada edad ha demostrado no ser una buena idea porque no terminan de agarrar y muchos de ellos ya se han secado. En su día ya propusimos que conforme se fueran secando estos naranjos se sustituyeran por árboles de mayor porte. Habrá quién esté en contra de los árboles en este tipo de calles porque "evitan la visión de los edificios", pero lo cierto es que se pueden escoger especies de porte medio que aporten sombra sin necesidad de tapar los edificios y que incluso en los meses invernales se quedaran sin hojas, lo que facilitaría el acceso de la luz. Lo primordial en estos casos debe ser la salud de los ciudadanos y la lucha contra el cambio climático, una tarea que nos atañe a todos.

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