La antigua Comisaría de la Gavidia ha sido durante años una patata caliente que nadie quería coger. En su día el Ayuntamiento pagó por ella con el objetivo de que el Gobierno Central invirtiera ese dinero (diez millones de euros) en la construcción de nuevas comisarías en los distritos. El Ayuntamiento pagó, pero el Gobierno Central no cumplió su parte. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana calificó el viejo edificio como SIPS, es decir, que debía tener un uso de interés público y social que sirviera como equipamiento a esta zona de la ciudad. Se propusieron varias opciones, como instalar la delegación de Hacienda municipal, pero el enorme coste de la rehabilitación de este edificio protegido, hizo que los planes para su reconversión se dilataran en el tiempo. Y llegó Zoido a la alcaldía.
Desde que Zoido logró la mayoría absoluta se marcó como objetivo hacer de la Gavidia un centro comercial que reactivara la economía de la ciudad y para el que, según él, había varias empresas interesadas. El escollo vino por parte de la Junta de Andalucía, que basándose en el PGOU de la ciudad no veía con buenos ojos esa zona comercial. El criterio del Consejo Consultivo ha terminado por dar la razón al Ayuntamiento, que podrá cambiar el Plan General para que la Gavidia sea un centro comercial. Lo que durante años fue un camino de espinas, se convertía, de la noche a la mañana en un valle de pétalos, el Ayuntamiento ya tiene vía libre para vender la Gavidia, hacer caja y de paso librarse del coste anual que supone el ruinoso edificio.
Pero no todo iba a ser tan fácil. Ahora que la Gavidia ya puede ser un centro comercial, sería interesante que el Ayuntamiento anunciara qué empresas estaban interesadas en el edificio, pero la batalla es otra ya que el Consistorio alega que sin aparcamientos subterráneos, este centro comercial no es viable y la Junta exige un Plan de Movilidad que favorezca el transporte público sobre el privado. ¿No había empresas interesadas? ¿Dónde están? El Plan General establece que no se pueden construir aparcamientos rotatorios en el centro histórico para preservarlo y evitar cuellos de botella como los de las calles Baños o Calatrava. No es un capricho, es sentido común. Pero el Ayuntamiento no lo ve así y ahora insiste en que son necesarios este tipo de aparcamientos, aunque supongan un perjuicio para el propio centro histórico.
La conversión de la Gavidia en un centro comercial no tiene por qué ser una apuesta tan rentable como nos han querido vender desde el Ayuntamiento, y más teniendo al lado El Corte Inglés, al que no le hará mucha gracia que le coloquen otro gran almacén al lado. Esta zona del centro histórico está más que saturada de zonas comerciales y quizás la Gavidia se podría haber utilizado para revitalizar esta zona de la ciudad con lo que establecía el propio Plan: usos socioculturales. En la Gavidia, por su tamaño, caben muchas cosas, desde equipamientos para mayores hasta una biblioteca o salas de estudio. Sólo había que pensar en el interés general y no en el particular. La llegada de inversores se vende como la panacea, pero la triste realidad es que la apertura de centros comerciales no es precisamente maná caído del cielo y sólo hay que pensar en la llegada de grandes firmas comerciales al Parque Empresarial de la Ciudad de la Imagen; están ahí, sí, pero Sevilla sigue a la cola en creación de empleo. Hace falta una política más ambiciosa de cara a construir la Sevilla del futuro y no podemos entregar todas nuestras esperanzas al inversor de turno, las necesidades de la ciudad deberían ser la prioridad.
1 comentario:
¡Olé por lo dicho! Desde luego, un centro comercial más no trae nada nuevo al centro histórico, más bien satura como has apuntado una zona bastante congestionada comercialmente hablando. Para cuando la cuestión de humanizar la ciudad en aras de mejorar la calidad de vida y el entorno de los ciudadanos... (Oigo llover "glug, glug, glug").
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