El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, heredero del Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla, celebrará este año 2015 su XXV aniversario. Entre los retos para el museo de la Cartuja en este nuevo año destaca por encima de todos el mismo que en años anteriores, conseguir ser un referente no sólo a nivel internacional, sino dentro de la propia ciudad. Sus 170.000 visitas del año 2014 han supuesto un récord para el centro de la Cartuja, pero están lejos de ser una buena cifra si se compara con otro de los emblemas culturales andaluces en arte contemporáneo, el CAC de Málaga, que roza el medio millón de visitas anuales y que goza de un gran prestigio internacional.
El CAAC, al igual que el resto de museos sevillanos, adolece de una falta de proyección incomprensible en un equipamiento cultural que lo tiene todo para ser un éxito de público: espacio privilegiado, entorno magnífico, una gran colección y exposiciones de carácter internacional. ¿Qué falla entonces? La falta de difusión es quizás el principal problema del recinto de la Cartuja; han pasado muchos años y el CAAC se sigue viendo como un museo que está "lejos", a pesar de su cercanía al centro histórico. Sin duda contribuye a esta imagen de lejanía el lamentable estado del entorno del museo, absolutamente abandonado e impropio de una ciudad como Sevilla. El CAAC seguirá estando "lejos" mientras no se arregle el acceso desde la pasarela de la Cartuja, un entorno poco acogedor y que no invita precisamente a cruzar el río para disfrutar del museo. Esta tarea pendiente debería ser una exigencia constante del Centro a las administraciones para que arreglasen, de una vez por todas, el Camino de los Descubrimientos y alrededores. Pero también se echa en falta una mayor difusión de las actividades que se organizan desde el CAAC, así como una mayor implicación con la propia ciudad. El arte contemporáneo puede ser "difícil" para gran parte de la ciudadanía, pero por ello hay que reforzar la labor pedagógica del Centro para crear una complicidad con el público local sin olvidar el extranjero, que tiene complicado saber de la existencia de este museo si no se incide más en su proyección.
Actividades como Territorios o Nocturama contribuyen a que el recinto de la Cartuja sea un referente para el público joven, pero hay que dar un paso más para lograr que el CAAC sea un gran referente dentro y fuera de nuestra ciudad. La celebración del XXV aniversario de su creación podría suponer el respaldo definitivo para una institución que ofrece mucho a cambio de muy poco.
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