Monumento conmemorativo de la I Circunnavegación a la Tierra. Plaza de Cuba, Sevilla. |
El Pleno del Ayuntamiento aprobó ayer la adhesión de la ciudad de Sevilla a la Red Mundial de Ciudadades Magallánicas, formada por 24 ciudades de todo el mundo que tuvieron alguna relación con la I Circunnavegación a la Tierra, un acontecimiento que tuvo lugar entre 1519 y 1522. Sevilla fue la ciudad desde la que partió la expedición capitaneada por Fernando Magallanes y que constaba de cinco naves de las cuales sólo regresó la Victoria al puerto sevillano tres años después, dirigida por Juan Sebastián Elcano.
La Red de Ciudades Magallánicas es un proyecto auspiciado por la Fundación Atarazanas que nació, precisamente en Sevilla el año pasado y que tiene como objetivos el estudio, divulgación y valorización de aquella gesta que supuso un acontecimiento de primera magnitud, al ser la primera vez que el hombre le daba la vuelta por completo al planeta Tierra.
La próxima reunión de la Red está prevista para abril del año que viene en Punta Arenas, en el Estrecho de Magallanes (Chile), donde se contará con la presencia de nuevas ciudades que han apostado por este proyecto como nexo de unión y desarrollo. Ciudades como Río de Janeiro, La Plata o Vicenza se unirán a una lista de la que ya forman parte urbes de cuatro continentes que están trabajando en una agenda de actividades conmemorativas a celebrar entre 2019 y 2022, actos de los que España podría descolgarse tras la eliminación de la Comisión del V Centenario llevada a cabo por el Gobierno. Sevilla tiene la oportunidad de capitanear los actos que se celebren dentro de apenas cuatro años y el proyecto presentado hace unos días para las Reales Atarazanas podría ser el epicentro de las actividades. La Red de Ciudades Magallánicas puede ser el punto de partida de una serie de proyectos de colaboración de carácter internacional entre empresas, instituciones y universidades de todo el mundo y Sevilla podría ser el prisma por el que pasase todo es caudal de oportunidades. La firma del acuerdo es sólo el primer paso, el Ayuntamiento debe ponerse manos a la obra para evitar que, de nuevo, seamos testigos secundarios de lo que acontece en el mundo.
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